Vaya sorpresa que se abre detrás del resplandor de esa grotesca portada. La primera vez que escuché unas cuantas canciones de este álbum, no le vi nada extraordinario. No tuve la paciencia de observar más allá. Unos meses más tarde, después de que otra vez un review me lo vuelve a recomendar, decido darle una nueva oportunidad; esta vez me lo bajo entero y una vez pasado el mal sabor de boca que me deja la primera vez -tal vez era el contexto (mi oficina)- me doy cuenta que sin darme cuenta -valga la redundancia- tengo la necesidad de escucharlo de nuevo. Todo empieza a volverse más claro, ese tipo de claridad que sólo la oscuridad te puede ofrecer y una vez que descifras el código que Code te ofrece, descubres que es cierto que esta banda tiene algo especial. Bienvenidos a la perdición que se esconde dentro de nosotros mismos.
Descubro diferentes cuestiones para rescatar: “Smother the Crones”, a mi parecer lo mejor de este pequeño álbum, que comienza las cosas en una nota alta guiándonos en la dirección necesaria tal cual se concibe en el coro que puede llegar a romper cuellos: “let´s get skeletal, Necro-spiritual…!”. Sigue en mi registro mental “Possession is the Medicine” (aseveración, reafirmación) que me recuerda un poco a Nachtmystium en sus momentos más épicos. Por lo demás, en paralelo a la agresividad, durante el disco también predomina la voz limpia a momentos escalofriante y en otros hasta cálida como se puede escuchar en “The Rattle Of Black Teeth” o la simple, rápida y profunda “Jesus Fever” (temón) y la siguiente “I Hold your light”.
Hay que añadir que es un deber escuchar este disco si eres un conocedor de bandas avant-garde como Virus y Frantic Bleep, inclusive puedes llegar a dibujar ciertos paralelos con clásicos modernos de Arcturus, Enslaved y Ulver. Entiendo que todos estos son grandes exponentes de Noruega, sin embargo, alimentándose de ellos, la interpretación de Code (made in Inglaterra) retoma estas bases para ofrecer una experiencia lóbrega y liberadora a la vez, escarbando los miedos comunes a todos.
Poco más de 34 minutos de catarsis, en un corto pero intenso experimento químico black metalero que en un principio neciamente me costó entender, pero después muy fácilmente me agarró y ahora no me suelta.
Muy buen review!!! Realmente un disco que pese a su corta duración, alcanza profundidades solamente imaginables. Gran álbum.Saludos SebasMachi
Gracias Machi! m/