The Elder fue un fracaso crítico y comercial, sin otra salida, la banda volvió al estudio. La casa disquera no estaba muy contenta, y para mitigar la pérdida, lanzó un compilado de grandes éxitos; para darle mayor atractivo, la banda debía generar material nuevo. No había forma de frenar el proyecto, y en un par de semanas, grabaron cuatro canciones iniciando las tumultuosas sesiones del Creatures of the Night. Killers, por mucho tiempo fue una rareza, solo editado fuera de los Estados Unidos y con un conjunto de canciones que variaban según las regiones geográficas, fue una pieza de colección codiciada. La banda recibió un memo, debían grabar canciones de rock, palabra resaltada con bastante insistencia. Nada de discos conceptuales o excursos musicales, Kiss tenía que recuperar su imagen, su reputación; su sitial en la industria de la música. Sin ninguna idea concreta, Paul Stanley asumió el liderazgo y acicaló sus demos. Para darle cuerpo a las canciones, el productor Michael James Jackson, insinuó trabajar con colaboradores externos. El único aporte de Gene Simmons, fue sugerirle al productor, usar el nombre de James, para evitar confusiones con el mítico cantante de pop.
Cuando menos, en la versión que conservo del Killers, las canciones suenan muy opacas y la que resalta es Nowhere To Run, la única que fue remezclada para el Box Set, renovando toda su potencia. Incluso la llegaron a tocar en vivo en un Kiss Kruise, esos conciertos exclusivos para fanáticos. Para el Kiss 40, remezclaron Down on your Knees, canción coescrita por Mikel Japp, colaborador de Stanley en su disco como solista, y un todavía desconocido Bryan Adams. Las otras dos cayeron en el olvido, Partners in Crime y I’m a Legend Tonight, coescritas con Adam Mitchell, quien llegó como apoyo sugerido por el productor. Kiss era una banda ruidosa en vivo, no porque sus canciones fueran pesadas, era el contraste entre las diferentes influencias musicales, ninguno de sus miembros destacaba por su virtuosidad, pero se complementaban muy bien y la escena punk recuperó ese sonido, casi primitivo y excesivamente disonante. En estudio, Kiss siempre tuvo un tono cursi, coqueteando de manera descarada con el pop. Estas canciones tienen ese estilo; no es nada malo en sí, pero son un reflejo de la crisis por la que estaban atravesando.
El viraje hacia el pop fue un error, aunque era su inclinación natural, ahora tenían que asumir una actitud más agresiva si querían sobrevivir en los ochenta. Esa fue la idea detrás del disco, el Killers fue una obligación contractual, ahora tenían que regresar a sus raíces, y conquistar al mundo otra vez. Bob Kulick, calzó las botas plateadas de Ace Frehley cuando éste no se presentó al estudio, ahora tenían que buscar un reemplazo permanente y las sesiones se convirtieron también en audiciones. Condiciones mínimas requeridas: cierto talento como compositor, corear con propiedad, tendría que ser un ilustre desconocido como lo fue Eric Carr, y sobre todo tendría que ser dócil y acatar órdenes. Complicado y caótico, es lo menos que podemos decir, la banda entró al estudio sin ideas. Michael James Jackson se quedó como productor, y aplicó la misma fórmula: traer colaboradores para ayudar en el proceso creativo. El elemento que cohesiona la cinta es la batería, Eric Carr se sentó en la consola y encontró un sonido que distingue a este disco de cualquier otro. Las canciones fueron concebidas sobre esa base. La fuerza de la batería y un estilo más agresivo, es lo que caracteriza esta etapa de la banda, el cambio es abismal, viran ligeramente hacia el metal y podían haber asumido esa identidad.
Con el cambio de sonido, era claro que la voz y la imagen de Gene Simmons calaban mejor, pero el Demonio no tenía nada que ofrecer; era un momento complicado, The Elder fue su idea, su relación con Diana Ross terminó, y esas cosas afectan nos gusté o no. No era un buen momento para el bajista y los discos que siguieron, mermaron en calidad, porque Simmons ya no contribuía. Aquí las canciones son muy sólidas, pero los años de experimentación popera, y un disco conceptual que nadie entendió, menguaron considerablemente su credibilidad. Siempre serán recordados por I Was Made For Lovin’ You, por los trajes coloridos, por el maquillaje pintoresco. Muchas bandas retomaron el cuero, el fuego y el maquillaje, pero le dieron un toque siniestro. A finales de los setenta llegó el punk, y ya en los ochenta la música viró hacia lo extremo. Kiss tardó en comprender cuál era su lugar en ese desarrollo musical, con el éxito de Bon Jovi, Def Leppard o Poison, Kiss nuevamente viró hacia el pop, y tampoco fue una decisión acertada. El Creatures of the Night, es uno de los mejores trabajos de la banda, pero cuando salió al mercado, a nadie le importó; ya nadie lo compró. Kiss era solo un recuerdo.
Creatures of the Night
Este era el momento de virar hacia el heavy metal. Aquí la banda lo establece de esa manera, ahora reclaman para sí otra identidad, son criaturas de la noche. Lo complicado fue encontrar un reemplazo, y hasta el final lo negaron. Frehley presentó su renuncia irrevocable en junio de 1982, por contrato debía permanecer en la banda, los tres firmaron con Polygram y los tres tenían que grabar, y Frehley tuvo que asistir a las promociones del disco. Incluso se llegó a pensar que podría ser una situación temporal. Le ofrecieron mucho dinero, pero Frehley ansiaba paz mental; lo dijo en reiteradas oportunidades, si no se salía de la banda, iba terminar suicidándose. No queda muy claro quienes participan en la grabación; Mitchell, coautor de esta canción, lo dijo en varias entrevistas, él toca la guitarra en la versión original, fue su idea y Stanley ayudó con la letra y a definir la melodía. Steve Farris, hizo el solo, se lo consideró como un reemplazo, aunque no terminó de encajar con la banda, ésta es su audición y quedó para la posteridad; se rumorea, aunque nunca fue confirmado del todo, que Mike Porcaro toca el bajo. Ahora es un clásico, una de esas canciones insignia, concebida en la cocina de un departamento barato.
Saints and Sinners
Mitchell escribió tres canciones para este disco, pero esa no fue su principal contribución. La banda estaba desesperada, necesitaban encontrar a un guitarrista y Mitchell recomendó a un tal Vincent Cusano, un tipo con mucho talento aunque bastante problemático; su estilo crudo le dio mucha fuerza a las canciones y aquí toca todas las guitarras. Es el sonido que estaban buscando. Yo creo que es la mejor formación, era el guitarrista que mejor encajaba en Kiss, ese estilo áspero, salvaje, obstinado al momento de ejecutar notas, como un abejorro enojado, renovó por completo el sonido. Sin otra alternativa, se lo llevaron de gira, Stanley bosquejó el maquillaje, y Simmons le sugirió cambiarse el nombre, para evitar cierta connotación étnica. Así nació Vinnie Vincent el guerrero egipcio, con su bonita y ruidosa guitarra en “V”; el anj significa vida, con ese maquillaje la banda renacía. No era una mala idea, era un símbolo de esperanza; hay vida después de la muerte y la banda podía seguir sin Frehley. Stanley fue bastante claro, concebir diseños nuevos fue un error, porque la gente tenía en mente a estos cuatro personajes icónicos. Pero el público aceptó muy bien a Eric Carr, lo de Vinnie fue una sorpresa porque nadie sabía que Frehley ya no estaba en la banda. El problema no era el maquillaje ni los personajes ni el sonido, el problema era que para el público Kiss ya no era una banda de rock.
Keep Me Comin’
La batería fue grabada en un almacén con una extraordinaria calidad acústica; es lo que se comenta en todo caso. Sin ese sonido, esta canción no tendría atractivo. Es la única en la cual la banda funciona como tal. El bajo de Simmons es inconfundible, al igual que la guitarra de Stanley, Vincent hace el solo. La edición del cuarenta aniversario incluye una versión en vivo, extraída de la presentación en Sioux City que por mucho tiempo circuló como bootleg, porque tiene una excelente calidad de audio. Al fin tenemos un documento oficial, que restituye todo el poder de la banda; es la primera vez que tenemos en disco un en vivo con Eric Carr. Aunque la banda quiera ningunear el rol de Vinnie Vincent, nadie puede negar la contribución que hizo, esta nueva edición nos ofrece un excelente panorama de la gira. Fue un desastre a nivel comercial, la gente había perdido fe y por eso mismo, tomaron medidas drásticas. El talento estaba ahí, las canciones son buenas y Vincent le agrega fuerza bruta. Pero ya nadie compraba boletos, y en su arrogancia infinita no cedieron, no iban a tocar en pequeños teatros o bares, tenían que tocar en estadios, que solo llenaban a un tercio de su capacidad. Esta canción es una verdadera rareza y salió del set tan rápido como entró.
Rock and Roll Hell
Es otra de esas rarezas en vivo que solo fue tocada en las primeras fechas, es lo mejor de la lujosa edición. Compuesta por Bryan Adams y Jim Vallance, se la ofrecieron al productor, a Simmons le gustó, pero había un problema, era necesario modificar la letra. La canción estaba terminada, el aporte de Simmons fue mínimo, pero fue la condición para grabarla, el bajista tenía que figurar en los créditos finales. Esto prefigura, el estilo que Simmons irá desarrollando por el resto de la década, va buscando canciones, las modifica un poquito y las mete en el disco. Si la edición de lujo tiene canciones en vivo, también tiene demos y es una experiencia muy interesante. Tenemos tres versiones prototípicas, en las cuales Simmons guía a los músicos. Todos partimos de una idea muy concreta, lo mismo pasa con un texto. Lo que va cambiando no es la estructura en sí, se van definiendo detalles: la letra, los cambios, el estilo vocal. Podemos pasar toda una vida corrigiendo detalles; si la idea no es buena, de nada sirve perder el tiempo, hay que descartarla. Por cierto, Robben Ford toca las guitarras y el solo y se rumorea que Jimmy Haslip toca el bajo.
Danger
Adam Mitchell, afirma que el demo original suena mucho mejor que esta versión, y justamente de esta canción, no fue incluido el demo. Si bien soy un viejo fan de la banda, no escucho ningún disco de principio a fin; suelo saltarme algunos temas. Pero el Creatures sí es un álbum perfecto, siempre lo escucho entero, sin pausas. No hay canciones de relleno y esta ha sido injustamente olvidada por la historia que acomodamos a conveniencia. Como percusionista fracasado, me fascina el sonido y lo complejo que puede llegar a ser la batería. En comparación, Peter Criss es cualquier cosa y por eso mismo, podían llegar a otro nivel; competir con esos géneros super técnicos. Vincent y Carr se posicionaban bien en esas ligas. El solo lo toca Bob Kulick, y para ser un disco grabado en circunstancias muy raras, funciona bastante bien. Haslip sigue en el bajo, porque cada tema fue trabajado por separado, la mezcla le da cierta uniformidad. La vida es un peligro, y algunos viven al borde del precipicio; los Kiss querían retomar su imagen de chicos malos. Las letras son bastante bobas, pero a nivel musical, esto es lo mejor que han hecho y no deja de ser curioso, porque Simmons y Stanley participan muy poco.
I Love It Loud
Ese bombo retumba con un poder, jamás igualado; es el carisma de esta canción. Luego un canto hipnótico casi tribal; la banda tenía mucha confianza en el sencillo. Hasta grabaron un videoclip; el último con maquillaje, el último con Frehley. No causó ningún impacto. Fue una idea de Vincent, él toca el solo y Simmons incorporó la melodía vocal. Declaración de intenciones parte dos; Kiss es una banda ruidosa, una banda peligrosa, una mala influencia para los jóvenes. Esto llegó muy tarde, que salgan todo ufanos y nos digan que son malos y ruidosos, ya no era creíble. Kiss era una banda repudiada y hasta el día de hoy genera controversias. Tiene su lugar en el desarrollo de un sonido y de una estética agresiva, pero todos hemos terminado bailando con esa canción disco que avergüenza a más de un fan. Estaban perdidos, sería más fácil atribuirlo al consumo de drogas, pero Simmons y Stanley llevan una vida austera y lo único que les importa es hacer dinero. Es el espíritu del capitalismo, vender y patentar todo lo que se pueda, sin ninguna ética.
I Still Love You
Es la mejor de las power ballads; la forma como Paul Stanley canta es desgarradora. La emoción que suelta en esas palabras, muestra bien que esto nace del alma. Es una canción oscura y es el toque que le dio Vinnie Vincent, él no toca en esta canción, pero deja su marca como compositor; Robben Ford toca el solo y Eric Carr el bajo. Es un punto muy alto en el disco, Carr no tiene ningún crédito como compositor, pero lo que hace es descomunal, es lo mejor que podía ofrecer; le dieron plena libertad creativa. Stanley no estaba muy convencido, no es su estilo; no se atrevió a objetar, tenían que intentarlo. Sacaron su as bajo la manga, lo apostaron todo y volvieron a perder. La banda tenía que reinventarse; fue una epifanía. Tenían que renunciar a su elemento más distintivo. Por diez años conservaron el anonimato, aunque las fotos sin maquillaje eran cada vez más usuales, la banda supo mantenerse alejada de los tabloides, solo unos cuantos sabían cómo lucían en realidad. Algunos podían intuirlo, nadie estaba muy seguro. Para julio de 1983, la decisión estaba tomada: saldrían con las caras al desnudo.
Killer
Otra de las colaboraciones entre Vincent y Simmons; el tipo podrá ser un patán, pero era lo que la banda necesitaba. Ya en la gira comenzaron a surgir las rencillas. Vinnie no era dócil ni callado, no se iba a conformar con ser un mero empleado. Si lo querían en la banda, tendrían que escucharlo y considerarlo como un igual. Algo totalmente impensable; lo pusieron a prueba y no estaban del todo convencidos. Era un choque de egos, quién está en el centro del escenario, quién recibe más aplausos, más regalías. En las entrevistas solo Simmons y Stanley podían hablar; Vinnie no se iba a quedar callado a un costado, eran sus ideas las que estaban sacando de la ruina la banda, era su estilo lo que aclamaban las masas. Dio pelea, no firmó un contrato como lo hizo Carr; hacerlo sería un insulto, él es un compositor, no un mero intérprete o un arreglista. Exigía derechos; la posibilidad de tomar decisiones en la banda. Frehley era respondón, flojo y descuidado, pero sabía cuál era su lugar. Vincent era un alevoso, con ese su tono de niño malcriado, exasperante en el fondo; no era posible sustentar un triunvirato. Las canciones tienen potencial, y hoy en día este disco tiene bien merecido su podio en el metal. Todo lo demás, fue un desastre.
War Machine
Es un disco pesado y esta es otra de las canciones escritas por Bryan Adams y Jim Vallance, Simmons modificó levemente la letra y listo, tenemos un clásico, una canción en la cual el bajista asume su personaje. Con los años la historia cambia, la cuentan de manera diferente los actores involucrados; la memoria también nos traiciona. Simmons, fue muy claro en afirmar que esta fue su idea y la compuso en un sintetizador barato. Pero queda constancia que esta canción fue sometida a consideración del productor, antes que Simmons o Stanley pisen el estudio. A Bryan Adams le llegó la fama poco después y en el disco que lo llevó al estrellato, hay una canción de Eric Carr; fue una de las ideas rechazadas. Entre los coleccionistas circula un bootleg con las pistas de batería, el sonido es horrendo, pero es una experiencia grata, muestra el aporte que hizo Carr. En la edición de lujo, figura el demo de Don’t Leave Me Lonely, sin voz y con una guitarra media trucha, muy al estilo de Bryan Adams, pero lo que hace Carr me deja muy impresionado, aquí podía cantar, pero Stanley le dijo que todavía no estaba listo.
Lo que agrega la nueva edición son los demos, Not For The Innocent, que entrará en el Lick it Up, es algo muy interesante de escuchar, sobre todo las partes vocales de Paul Stanley. Deadly Weapon, que entrará en el Asylum, que está más dentro del estilo usual de Kiss. Legends Never Die, que entrará en el disco de Wendy O Williams, que técnicamente es un disco de Kiss. Me parece mejor que la edición del Destroyer. Y los cortes en vivo suenan fenomenal. Yo espero que sean reditados, completos, en la serie Kiss Off The Soundboard. Con esto quedo plenamente satisfecho; es el mejor disco, tiene el mejor sonido, y Eric Carr es el director musical, este álbum es su obra, está dedicado a su memoria, Kiss nunca sonó tan bien y aun así, tendrán la tentación de restarle mérito, porque esta es una propiedad exclusiva del consorcio Simmons – Stanley.