Es difícil describir el estilo de Eight Ways. Es un conjunto de buenas canciones y una limpia producción donde las guitarras están afinadas en un tono bajo. Con piezas que tienen riffs realmente pesados y otras partes que tienden más bien al jazz rock, siempre con el lirismo de una banda dark. Momentos opresivos y otros de pura libertad.
Me animo a decir que con Eight Ways, Madder Mortem demuestra que tal vez a excepción de The Gathering, nunca una banda con líder femenina habría profundizado tanto en el metal como expresión artística e intelectual. Esto es la antítesis de la música chatarra. Hay que olvidarse de las pre-concepciones, el receptor directamente se introduce en una experiencia en la que Agnete Kirkevaag con letras más que interesantes nos abre su alma.
Eight Ways no sólo es superior a sus anteriores esfuerzos, sino que pasó a ser uno de mis discos favoritos.
Realmente este disco es muy bueno, la vocalista canta con el alma….