Después de siete años, el Illimani Metal se convirtió en un referente en la escena boliviana debido al gran impulso hacia las bandas y sus composiciones. Creo conveniente hacer un análisis global de lo que se consiguió hasta ahora, y responder algunas dudas que han surgido en este tiempo.
Convertir al Illimani Metal en un referente, se logró gracias al trabajo de varias personas voluntarias que cada año aportan, en la medida de sus posibilidades, para que el festival se mantenga. Desde su primera edición hasta la fecha, se realizaron siete festivales (uno por año), 31 conciertos gratuitos en ferias dominicales (con cerca de 100 bandas), se inscribieron más de 200 bandas y un total de 48 tocaron en los Festivales. Además, se editaron cinco CDs compilatorios con varias de las bandas participantes (2008, 2009, 2012, 2013 y 2014), así como un DVD que fue grabado en vivo durante el IMF 2008 en el Cine 6 de Agosto.
Al ser este un evento organizado con el apoyo del Gobierno Municipal de La Paz (GMLP), el festival se realizó, en sus diferentes niveles y momentos, en varios de sus espacios, como las Ferias Dominicales o en otros de mayor envergadura como el Cine 6 de Agosto, el Teatro al Aire Libre, el Estadio Luis Lastra y este año el Parque Urbano Central (PUC).
La contribución del Abismo Blogzine al Illimani Metal
Es una iniciativa, que nació a raíz de un evento previo realizado el año 2007, como parte de las actividades del Abismo Blogzine (pueden leer los posts sobre el Abismo 666 Death Fest). Las buenas intenciones pero lastimosamente la poca experiencia, y un sinfín de anécdotas hicieron que tomara la decisión de hacer las cosas de una manera distinta a lo que la mayoría de los promotores hacían/hacen desde hace mucho tiempo. Esas experiencias, dieron lugar al Illimani Metal en 2008, cuando se planteó hacer el festival de tres días en el Cine 6 de Agosto.
¿Por qué el cine y cómo se lo consiguió?
En 2007, el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, logró cerrar las gestiones para comprar y remodelar el Cine 6 de Agosto, con la finalidad de contar con un espacio para la realización de diferentes eventos culturales. Mi idea inmediata fue que este, era un lugar ideal para hacer conciertos, no solo por su céntrica ubicación, sino también por la acústica, las condiciones de su escenario, equipamiento técnico, etc.
Aprovechando este contexto, decidí como Abismo, presentar el proyecto de este Festival a la entonces Dirección de Patrimonio Intangible y Promoción Cultural. Esta dirección del GMLP, como contraparte, y con vistas a un proyecto a futuro, cedió este espacio para la realización del Festival y para los próximos años, se comprometió a brindar un espacio en las ferias dominicales que venía realizando el Gobierno Municipal.
¿Cómo fue tomada esa noticia?
No dudé dos veces en aceptar la propuesta, ya que había trabajado con varias bandas y era muy consciente de la calidad de los eventos que había en ese entonces. Al igual que muchos seguidores de la escena local, estaba cansada de ir a los “unders” para apoyar a las bandas locales y constatar una y otra vez que, el principal problema era generalmente el mal sonido, así que me pareció una gran idea dar a estas bandas mejores condiciones para poder tocar, esto en cuanto al lugar, un mejor escenario y en definitiva, un mejor sonido.
¿Cómo se logró un concierto metalero en las ferias dominicales?
Mucha gente teme a los cambios, además del estereotipo de que los metaleros son malvados, que solo van a “unders” y de noche. Mucha gente, incluso bandas locales, muchas de ellas amigas, pensaban que era imposible realizar conciertos de Metal en el día, pero al final los que quieren aprovechar las oportunidades, lo hacen. Hay personas que no lo entienden aún y juzgan al Festival como comercializador de la escena local, cuando en realidad una escena en cualquier otra parte del mundo tiene diferentes tipos de eventos.
Un ejemplo claro son los muchos festivales que empiezan temprano, y hay bandas que tienen que empezar, no por eso van a rechazar una opción para tocar, más aun cuando son bandas poco conocidas. Y hay seguidores, que van y escuchan a esas bandas, a esas horas.
¿Cómo surge la convocatoria a nivel nacional?
Esto es muy importante de mencionar, por una parte me atreví a proponer que se haga una convocatoria nacional, ya que muy pocas veces podíamos ver a bandas de otras ciudades, y segundo porque me parecía justo que al ser un espacio municipal todos tengan la opción de acceder al mismo, para eso había que realizar una selección. La propuesta fue aceptada por la Dirección antes mencionada, además significaba que se tendría que pagar los gastos de transporte de esas bandas hasta la ciudad de La Paz. Sé muy bien cómo funcionan los conciertos y como muchas bandas tienen que lidiar con estos gastos.
Finalmente la convocatoria se lanzó con éxito y de ella, vino la posterior selección de bandas que se habían presentado. Este último proceso fue complicado, ya que lastimosamente en nuestro medio, muchas veces, los contactos están por encima de la calidad, por ello, no queríamos tener la “presión” de que solo “mis amigos” toquen. Por la misma razón, conformé el primer jurado del Illimani Metal, para de esta manera contar con un grupo de personas idóneas, vinculadas a la escena local, con la finalidad de garantizar a las bandas que se presentaron, de que existía seriedad, e imparcialidad a la hora de elegirlas, en las diferentes versiones del Festival.
¿Hay una banda ganadora en estos Festivales?
No, no la hay. El “gran premio” para todas las bandas que se presentan a las convocatorias y que posteriormente tocan en las ferias dominicales y finalmente en los Festivales, es la de hacerse conocer, difundir su música, su mensaje y hacerlo en las mejores condiciones posibles. Tocar en un buen escenario, con buenas condiciones técnicas, principalmente con buen sonido, con buenos equipos, buenas luces, etc. Así como menciona la convocatoria, se realiza una selección de bandas, las mejores de cada año participan y reciben los mismos beneficios.
¿Qué esperabas como jurado?
Fui jurado los tres primeros años, y para mí fue una experiencia realmente gratificante además de un trabajo exhaustivo. Conocí muchas bandas de otras ciudades y me di cuenta de la gran calidad de músicos que hay en el país, independientemente del estilo musical que a uno le guste. Al momento de ser crítico, uno debe definir si una banda es buena o no, si está preparada o no.
Por una parte la calidad del audio que presentan las bandas es importante pero no decisivo a la hora de elegirlas, sino también la creatividad de composición, etc. y por otro lado la presentación en vivo. Siempre he pensado que una banda tiene que sonar mejor en vivo que en su disco, es ahí cuando uno queda impresionado o enganchado, de lo contrario, esa banda no está haciendo bien las cosas, o quizás su disco está demasiado producido. Entre ambas evaluaciones se puede tener una idea clara del nivel de una banda.
El festival ha dado la oportunidad a bandas de distintos géneros (y edades) no solo de metal, sino también afines, de tocar en sus eventos. Sería interesante y refrescante ver que nuevas bandas busquen más allá, que tengan la capacidad de crear algo nuevo, no solo basándose en sus estilos favoritos. Eso es lo que aún nos falta, mejores vocalistas, más bandas novedosas, interesantes, con más compromiso por lo que hacen. Buenos músicos los hay…
Mi evaluación general
Siete años después, estoy convencida de que se debe considerar a una banda de la forma más profesional posible, es importante, ya que desde que se inscriben y presentaban su material, el asistir a las reuniones, responder mails, comprometerse, llegar puntual, ensayar, cuidar sus instrumentos, el perfomance en vivo! todo absolutamente todo, cuenta. Una productora profesional siempre buscará lidiar con una banda responsable, que sabe exactamente lo que tiene que hacer y no con un par de “rock stars”. No es que estos últimos no existan, pero al final hay que ganarse inclusive eso, incluso así, la humildad no debería dejarse de lado. El ser cooperadores con los demás, es algo que no veía antes entre las bandas y me alegro mucho que exista finalmente una mayor unión entre los músicos.
En el 2008, cuando empezamos, y solo como referencia, había casi 100 bandas bolivianas de Metal en el conocido Metal Archives (que es una fuente mundial de información), este año ya hay 172 bandas. Creo firmemente que muchas de esas bandas se crearon en estos años porque, o si bien existían antes, vieron que hay un mayor apoyo, y no solo del Illimani Metal. Más aún me alegra saber que varias son bandas jóvenes que tuvieron la posibilidad de tocar en los Illimani Metal, porque definitivamente un under normal difícilmente es un lugar apto para un par de fetos que quieren simplemente tocar, no los dejarían los organizadores ni sus padres.
Al ser también parte de la organización no solo veía, la parte artística, sino que trataba de analizar que pasaba en general con las bandas. Como por ejemplo, me di cuenta de que había pocos bajistas. Se entiende claramente porque no hay tantos bateristas, pero fue interesante ver esa realidad y me llamó también mucho la atención la escasa presencia de buenos vocalistas, son pocos aquellos que realmente saben y conocen una técnica para hacer Metal o voces guturales.
Tuve varios percances con algunas bandas, pero creo que era inevitable porque yo figuraba como organizadora, debía tomar muchas decisiones importantes, pero la decisión de escoger a las bandas finalmente venia de todo el equipo que conformaba el jurado. Perdí “amistades”, invertí mucho tiempo y dinero, bueno todavía lo invierto, pero no me arrepiento, el Illimani Metal es para mí una gran satisfacción personal porque además, viniendo de un medio por demás machista, una mujer joven pudo hacerlo. Y es así que considero al festival como un hermano menor del Abismo.
Espero sinceramente que el festival siga adelante muchos años más, y que pronto dé el gran paso que ya es hora que dé.
Finalmente quiero felicitar a las bandas que este año fueron seleccionadas para presentarse en el Illimani Metal Fest VII. A las locales: Black Mass, Craneo y Monster, quienes este año tocarán junto a tres bandas de las ciudad de Santa Cruz: Profecia, Bloody Company y Ztate Of Mind. Y como todos los años, dos son las bandas invitadas para esta ocasión: Undead y Azotador. La cita es este sábado 27 Septiembre desde horas 5:00 PM en el Parque Urbano Central (PUC).
Gran artículo Krups, es la historia de una de los festivales que ha marcado la escena boliviana; destaco por sobretodo que en todos los Illimani a los cuales asistí el sonido siempre fue impecable.