Lo más frustrante en esta banda es que no hay información al respecto en inglés; el Japón es un mundo distante y ajeno; y nosotros, tristes occidentales, lo miramos como mucha suspicacia y recelo. Es un país extraño, esa es la imagen que tenemos del Japón. Es una definición prejuiciosa, lo mismo deben decir los japoneses de la estrambótica sociedad occidental; pero en regla general las bandas japonesas son poco conocidas fuera de sus fronteras y por pura casualidad caí con esta banda. Por el nombre pensé que se trataba de una banda latina de post-rock, que sea japonesa incrementó mi curiosidad. El primer disco que escuché fue el que salió el 2007 y quedé pasmado, pues para ser una banda de post es bastante violenta.
Con estructuras súper complejas y con una energía desbordante en escena, es tal vez una de las bandas más interesantes del Japón y del post en general. A ratos es medio funk y tiene un trasfondo punk muy evidente. Si bien están entrando con mucha fuerza en el mercado Europeo, pues gran parte de las reseñas que he podido leer están en francés, todavía se encuentran muy lejos del fenómeno Babymetal. Pese a ser un proyecto musical más interesante, más trabajado y con un sonido muy bien definido. Creo que esta banda sí se merece plenamente la ovación de la crítica, es un grupo y no solamente personajes que pueden ser sustituidos. No es marketing, es otra forma de percibir y encarar la música.
Es también una banda muy activa, seis discos en estudio, cuatro EP’s y un Live (en formato disco y DVD), es sin duda un grupo que está pisando fuerte, nunca han bajado el ritmo y han logrado cimentar su reputación donde todas las grandes bandas nacen: en el escenario. Este último disco, sigue la línea de los anteriores, es un poco más melódico, tiene un estructura un poco más relajada pero nuevamente demuestran una destreza más allá de lo humano. La batería de Tachibana es de otro mundo, ese control de la caja es impresionante. Creo que fácilmente entra entre lo mejor de este año que nos ha dejado muchas sorpresas.