Era evidente que el invierno ya se acercaba. Entre lluvia y frio aún tolerables, OM tocaba ese viernes en Jubez (centro juvenil donde además de conciertos existen actividades para niños y adolescentes). El concierto fue anunciado con mucha anticipación, creo que vi el afiche antes del verano, por lo que fue desde entonces, una cita imperdible.
Om nace en 2003 de las cenizas de la entonces desaparecida y de culto, banda Sleep (que incursiona en el stoner/doom, separada en 1998 y reunida en 2009). Luego de esa separación, Matt Pike (guitarra) forma inmediatamente después, la reconocida High on Fire. Por su parte en este nuevo proyecto están: Al Cisneros (bajo y voces, también en Shrinebuilder) junto a Chris Hakius (batería, quien luego de la reunión de Sleep dejaría la música y sería reemplazado en esa banda por Jason Roeder de Neurosis). A la salida de Hakius en Om, Cisneros recluta a Emil Amos (Grails) y finalmente en 2011, a un muy talentoso Robert Lowe (voces, teclados, percusión, tambura y sintetizadores).
No había visto antes una cola tan larga para entrar al Jubez, y eso que llegamos con el Andy como media hora antes de que inicie. Quizás muchos pensaron que las entradas no se agotarían como en otras ciudades. Tampoco habría banda telonera, por lo que supuse que sería un largo set. Pregunté a Chris, el organizador, si podría sacar fotos, a lo que mencionó que solo evite lo que pasó con otro fotógrafo en Swans (jeje) y todo iría bien…
Ya con Sleep, estos californianos hablaban de espiritualidad y con Om (que es además la sílaba hindú conocida como la vibración natural del universo y a menudo utilizada como un mantra) esto se focaliza directamente en la música. A través del doom y otras marcadas influencias como la música oriental, las canciones se vuelven mantras para lograr un estado de trance mental.
La gran sala del centro juvenil dio cabida a, lo que calculé, unas 200 personas. Entre ellas, varios conocidos que al igual que nosotros frecuentan los conciertos y también un par de amigos.
Nos quedamos justo detrás de la consola donde aún es posible, gracias a una grada, ver el escenario. Las luces eran todas azules y débiles, sería difícil sacar fotos.
Eran las nueve de la noche e iniciaba el ritual, Gethsame, mientras uno se iba adentrando empezaba a sonar State of Non-Return, sentí estar en un sueño y querer romper algo con la cabeza para luego volver al trance, es uno de mis temas favoritos. Ambos temas de su último disco Advatic Songs (2012) abren el setlist.
Luego sonarían Meditation is the practice of death, Cremation Ghat parte uno y dos, que prácticamente forman el lado B de “God is Good” de 2009. En los discos no solo están presentes los instrumentos “tradicionales” de una banda, sino además violines, violonchelos, flautas, etc.; los cuales en vivo son muy bien reproducidos.
Con todo ese ambiente, es por lo tanto fácil entrar en ese trance, cerrar los ojos y dejarse llevar. Quizás debido a eso tampoco existe un show visual como tal, más que el hecho de verlos tocar y dicho sea de paso, son músicos muy buenos. Por lo menos para mí, que fue la primera vez que los veía en vivo, se me hizo difícil mantenerme así durante todo el concierto, mi interés pudo más, así que desperté varias veces para ver que pasaba y decidir cuando ir a sacar fotos.
Para entonces ya tocaban Gebel Barkal, su sencillo de 2008, y fui adelante. Tuve la impresión de que a alguno de ellos no le gustaba mucho las fotos, uno mantenía los ojos cerrados, otro meditaba y tenía los ojos en blanco, otro reía… como sea hice lo que pude y saqué un par y luego me alejé para disfrutar del último tema Bhima’s Theme (Pilgrimage, 2007) que cerraría de gran manera esta memorable velada
Mientras la voz de Cisneros, claramente susurra en el odio, Amos muestra mucha habilidad en la batería pero quien más llamó mi atención fue Lowe, que le da a cada tema esos detalles que marcan la diferencia. No solo maneja los sintetizadores, toca los teclados, incluso la pandereta o programa sus voces sino además, como leí, hace fotografía, tiene su propio proyecto y es músico invitado en varios otros, solo para mencionar uno, hizo voces en el Momunent to time end de Twilight. En definitiva, este concierto fue una sesión para meditar…
Aquí el video de State of Non-Return
Buen review Krups!!! Estos OM en vivo realmente deben ser un trance total, que rico verlos!!!! Músicos excelentes en todo sentido, realmente vale la pena adentrarse en su universo.Saludos!!!
Siii, bien el review Krupsky!!!Yo la verdad no conocía a esta banda, pero gracias a esta revisión me anime a buscar sus discos y verdad que el Advaitic songs, me pareció increíble!!!Están en otra onda… y verlos en vivo realmente debe ser un trance total!!!Buena recomendación!!!Un abrazo
Me alegro que les haya gustado el review, y si OM es una banda aparte. Una prueba más de que hay más para descubrir y de que se puede fusionar diferentes inspiraciones sin límites.