Entre las hordas del underground extremo existe una serie de bandas estimulando el lado más radical y oscuro del Metal. A su vez, entre estas se encuentra Autokrator, grupo liderado por el guitarrista francés Loïc.F, dedicado a escarbar en el salvaje pasado de la civilización occidental, tocando conceptos relacionados con la naturaleza e historia del totalitarismo y los rasgos humanos que tienen que ver con el poder absoluto, un tema que, por cierto, dado el clima político, está en boga hoy en día tanto a nivel local como a nivel internacional. Este disco en particular, repasa estos conceptos a nivel extremo, es el equivalente a observar una moderna película gore ambientada en la Europa de la inquisición.
El vocalista de este conjunto es el estadounidense David Bailey. Un dato interesante es que la banda no se junta físicamente para grabar, sino que usan las telecomunicaciones conectando virtualmente Francia y Estados Unidos. Para complementar este álbum, Loïc.F invitó al francés Kévin Paradis (Benighted) en la batería, y francamente puedo aseverar que es una máquina.
Ahora bien, los dos anteriores LPs de Autokrator no se me hicieron sostenibles por ser algo monótonos y no sé si este vaya a sostenerme en el tiempo tampoco. Sin embargo, Hammer of the Heretics ofrece mayor variedad rítmica, alternando más en los riffs y gracias a esto, proponiendo composiciones un poco más profundas.
El castigo empieza con Against Flesh and Blood que toca el tema de los deberes cristianos en la guerra santa, mencionando de forma directa a los caballeros templarios; sigue Le Sang Impur (La Sangre Impura), que está basada en una antigua canción patriótica de guerra, canción que luego se convertiría en el himno de Francia, la famosa Marsellesa; Hammer of the Heretics es sobre Tomás de Torquemada, inquisidor general de Castilla a finales del siglo XV; inclusive, el corte que cierra el disco, Inquistio-Denunciatio-Exception, contiene frases textuales de cuestionarios de la inquisición.
Las influencias incluyen industrial, black, death, drone, doom y es de lo más brutal que habrás escuchado jamás. blackened death metal si se quiere, con sonido cavernoso, que tiene como referencias contemporáneas, por ejemplo a los australianos Portal o a los españoles Teitanblood. En efecto, Autokrator autodenomina su estilo como suffocating death metal. El propio Loïc.F lo resume tal vez mejor que yo: Para mí, un álbum de Autokrator es como una sesión de tortura
Ahora bien, no será un disco que haga ruido en la escena mainstream, es demasiado denso, pero sí creo que este tipo de radicalismo es necesario en el margen, para mantener al Metal empujando -en las sombras y en el extremo- a las fronteras de la percepción.
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