Ya en el 2017, esta banda proveniente de Ontario, Canadá, sacaría su primer álbum homónimo, el cual fue en general muy bien recibido por la gente, yo incluido, con una mezcla perfecta de doom y post metal, en cuatro temas de larga duración llenos de melodías, ritmos lentos, progresiones y disonancias bastante particulares.
En lo que vamos de este turbulento 2020, la banda acaba de sacar este Lightless, confirmando la maestría de sus composiciones y la solidez de su interpretación mientras de manera introspectiva, e intrincada, pasan de riffs sumamente pesados a arpegios emotivos sin perder la intención de las canciones, que progresan naturalmente, mientras la voz guía este camino.
Un disco que se expande en sus seis canciones, que se toma el tiempo para probar que su música no tiene límites, siendo la elegante melancolía la que se extiende y atrapa de manera increíblemente dinámica, mas al tratarse de un disco doom… por ello uno debe volver y volver a este disco, para seguir descubriendo cosas incluso de nosotros mismos, de la condición humana y nuestras realidades, esa clase de profundidad tiene este álbum.
De lo mejor del año igual; un disco que esperemos continúe forjando el camino que estos canadienses se están trazando de manera clara y precisa.