Las redes sociales pueden ser una trampa; se alimentan del ego y la credulidad. Saberlas utilizar no es fácil, ahora tenemos la figura del community manager, un puesto clave en las empresas que ansían mayor visibilidad digital. El manejo de la imagen se ha convertido en un elemento crucial, y al artista le permite difundir su obra y socializar. Generar relaciones y encontrar mecenas. Hoy podemos tener un contacto un poco más directo con los artistas que seguimos, y esta es una historia de pasión, talento y amistad.
Un niño que toca un instrumento, siempre atrae y hay muchos casos en las redes sociales, cuando crecen pierden mucho de su atractivo, caen en la banalidad. Es la sociedad del espectáculo, los quince minutos de fama; hoy nos vemos deslumbrados, mañana nadie se acordará. Éxitos fugaces, encuentros fortuitos y la absurda necesidad de consumir; la magnánima soledad, sabes bien que nadie te va a extrañar.
Nandi Bushell, es el fenómeno del momento, toda una princesa de las redes sociales, comenzó haciendo covers en batería, como muchos niños lo hacen hoy en día; a esa edad veía G.I. Joe y mi única ambición en la vida era imitar la voz del Comandante Cobra. Con una peculiar afición por los Foo Fighters y por Dave Grohl, recuerdo que alguien me mostró un cover de In Bloom, y lo hace muy bien, exulta pasión; disfruta tocando cada nota y es enternecedor.
Y esto comenzó con un desafío, Grohl aceptó y tocaron a dúo una canción de Them Croocked Vultures. Y luego el gran Dave, el tipo más buen tipo del mundo de la música, nos sorprendió al componer una canción dedicada a la niñita, la que se encuentra disponible en las plataformas streaming y por cierto ya tenemos cuenta oficial del Abismo en Spotify, iremos subiendo recomendaciones y playlists, y una que otra sorpresa: canciones de amor que dedicamos a nuestras admiradoras… no mentira, la Krups nos va a colgar de las pelotas.
Lo de la canción fue un gesto muy lindo y cualquiera quedaría conmovido. En respuesta, Nandi, compuso una canción para Dave Grohl; y pensar que yo en mis años gloriosos, escribí una canción, de lo bien que nos drogábamos en el Chapare, era un tipo bien cojudo. Y esta es una linda historia: los fans, los artistas, el confinamiento y el ya impostergable reencuentro.