Los mejores discos del 2020 (Al Vicho)

2020 será un año inolvidable por las razones incorrectas, eso lo sabemos todos. El inicio ratificado de otra era en nuestras vidas humanas, definitivamente. No mucho que decir que no se haya dicho ya al respecto sin remover emociones, sensaciones y experiencias personales, lo cual siento innecesario a éstas alturas. Simplemente desear que todos podamos aprender sabiamente de esto, intentar no perder la cabeza, ser más ecuánimes y siempre mantenernos entusiastas por la vida… lo que me trae acá al Abismo a compartir mi entusiasmo por la música, la mejor música (para mí) del 2020.

Escogí 20 discos y 3 EPs, siento curiosamente que éste año pasado ha dejado un montonazo de música increíble, ¡pero en serio! Increíbles discos de altísimo nivel, emotividad y profundos viajes personales. Así que acá va:

EPs del año

King Buffalo – Dead Star (Estados Unidos)

Dead Star

Giro de estilo, rock espacial, de las bandas nuevas favoritas, stoner.

Big Scenic Nowhere – Lavender Blues (Estados Unidos)

Lavender Blues

Hallazgo clave, colectivo del desierto, Chris Goss, viaje. EP y disco en un año.

Humano – Despertar de la consciencia (Bolivia)

Despertar de la consciencia

Rock boliviano, trío, evolución, amalgama musical, contundencia, groove.

Discos del año

20. Rezn – Chaotic Divine (Estados Unidos)

Chaotic Divine

Doom espacial, voz espectral andrógina, saxofón.

19. Pearl Jam – Gigaton (Estados Unidos)

Gigaton

Clásicos personales, regreso.

18. Las Historias – Las Historias (Argentina)

Las Historias

Hallazgo, rockanrollblues-stoner denso, guitarras fulgurantes, Argentina psicodélica.

17. Cuarzo – Vol.2 (Perú)

Vol. 2

Stoner doom latinoamericano, instrumental, pesos pesados.

16. Pallbearer – Forgotten Days (Estados Unidos)

Forgotten Days

Doom, metal clásico, emotividad.

15. Hum – Inlet (Estados Unidos)

Inlet

Noventeros, padrinos del post rock, shoegaze pesado, regreso triunfal.

14. John Frusciante – Maya (Estados Unidos)

Maya

Inspiración personal, alma libre, no rock, pocas guitarras y voces, electrónica loquísima.

13. Sun of Man – IV (Australia)

IV

Viaje sideral, ritual musical, ¡disco en vivo con público!, excelencia.

12. Deftones – Ohms (Estados Unidos)

Ohms

Renovación, experimentación, pericia, emotividad.

11. Elephant Tree – Habits (Inglaterra)

Habits

Hallazgo, Frescura, Rock Espacial, Guitarras tubulares, Synths, Groove.

10. Samsara Blues Experiment – End of Forever (Alemania)

End of Forever

Una banda favorita en el panorama del rock psicodélico mundial de la última década se separa, pero deja un gran regalo de despedida: End of Forever. La primera vez que oí a Samsara Blues Experiment fue como experimentar a una banda en una sesión jam de alto calibre e intensidad en pleno viaje de entéogenos (ellos y yo), pero nada de viajes por senda de luz o algo por el estilo, lo suyo era un trip de connotaciones místicas sí, pero también oscuras, ritualistas y serias.

A lo largo de su existencia como banda supieron hacer de ese viaje musical su sello, pero cada vez más desarrollado, perfeccionado y pulido al punto en el que, sin dejar de lado el espíritu de improvisación, iban dejando una sensación a hacer algo más parecido a canciones que jams. End of Forever es el punto cúlmine de ese progreso y deja una sensación maravillosa de que se despiden en un punto muy alto y cumbre.

9. La Barranca – Entre la niebla (México)

Entre la niebla

La cuarentena fue una época de hallar refugio en la música, curiosamente oí muy poca música nueva en nuestro idioma. Si bien muchos discos de ésta lista salieron durante la época más dura del año, muchos de ellos fueron compuestos y grabados antes de la pandemia.

Entre la Niebla en cambio fue inspirado, compuesto y grabado en pleno auge del Covid-19 lo que le otorga una importancia particular no solo por el reto que implicó para los músicos trabajar y grabar a distancia sino por la importancia que para el oyente implica identificarse inmediatamente con su idioma y meterse en las narraciones, más aun cuando estamos ante un cronista de la altura de José Manuel Aguilera quien es para mí uno de los mejores letristas en castellano de todos los tiempos y eso se debe a su aproximación a la vez poética, existencialista, mística, aguda y precisa sobre la vida universal humana, sea externa o interior y con sus respectivas preguntas muchas veces sin respuestas.

La Barranca ha sabido engendrar una especie de quimera espiritual con su música entendiendo la importancia de esta como canalizador y catalizador de experiencias humanas compartidas, en el caso de éste álbum; las de éstos tiempos: la zozobra, la incertidumbre, la violencia y la resiliencia sintonizadas con una musicalidad en tonos grises, inciertos y hasta experimentales. La música no tiene que darnos respuestas, pero si ayudarnos, y eso es lo que sabe hacer tan bien siempre La Barranca.

PD: Sin temor ni esperanza, es uno de los mejores temas de La Barranca y ¡de la vida!

8. Slift – Ummon (Francia)

Ummon

Los conocí a comienzos del año por una presentación en vivo en KEXP y lo que ví ¡simplemente me voló la mente! La energía, la solidez y las capas de reverb por las que está envuelto el sonido de rock crudo (de alguna manera reminiscente al rock de tríos explosivos setenteros) y el viaje, ¡ufff que viaje!.

Inmediatamente me conseguí el disco y la experiencia no hizo otra cosa que reforzar esa mi primera percepción: estamos ante una banda que curte fuerte la senda espacial setentera de una manera bastante energética con ¡importantes momentos de sosiego increíbles! Mucho Sci-Fi y una seria invitación para volar, pero con el cuerpo saltando. De las mejores bandas que conocí éste año.

7. Robot God – Silver Buddha Raising (Australia)

Silver Buddha Raising

Otra de las nuevas bandas que conocí éste año. El disco abre con una conversación grabada de quien parece ser una especie de especialista científico definiendo que es (y cuánto se desconoce en realidad sobre) la “gravedad”, de ahí en más el disco no hace otra cosa que elevarse hasta alcanzar proporciones siderales. Rock stoner-espacial con todas las letras: una gigantesca masa que condensa a la vez un espíritu jam de alta categoría que juega entre la misteriosa oscuridad y el impacto melódico: vocales memorables, guitarras que emanan lava y mucha galaxia. Como para dejar en claro que su música trasciende la gravedad terrestre. ¡Excelente revelación!

Para quienes vibran con el stoner mas groovero-viajero y cierto viaje interior como el que también propone Tool ¡será un deleite total!

6. Alain Johannes – Hum (Chile)

Hum

Este año tuve un encantador regreso a la música de Alain Johannes gracias a su participación en el disco estelar de Big Scenic Nowhere (que aparece más adelante) y revisionando su obra solista, en las Desert Sessions de Josh Homme y en su banda definitiva: Eleven. Y es que donde sea que éste genio multiinstrumentista virtuoso de perfil bajo éste involucrado, ya sea como miembro estable, itinerante, invitado (caso en Big Scenic Nowhere) o intervenga como productor y arreglista su presencia es notable.

Y así fue que coincidentemente en esa temporada salió Hum, su tercer disco solista, una obra preciosista que lleva por todos los rincones su firma que lo confirma como uno de los mejores músicos y compositores de estos tiempos. Canciones de medios tiempos, atmósferas etéreas y hermosas melodías sublimes que su voz cabalga en la diversidad de instrumentos de cuerdas que domina (guitarras acústicas, eléctricas, la cigar box, ¿sitaras? y quien sabe que otros instrumentos más). En toda ésta lista el disco más necesariamente calmo, dulce y hermoso, me hizo mucho recuerdo al Pink Moon de Nick Drake. ¡Belleza!

5. All Them Witches – Nothing as the ideal (Estados Unidos)

Nothing as the ideal

Nothing as the ideal es la última parada de éste ahora trío, que en espíritu anacoreta hacen senderismo sonoro. Lo que tenemos ante nosotros es un compilado de ocho canciones con variadas aristas que apuntan a diferentes lugares pero que provienen todas de la misma entraña enmarañada: convergencia de, su tradicional, no-tradicional-folk-blues-psicodélico-stoner con ataques inusitados de guitarras afiladas pesadísimas y rabia controlada junto a otros interesantes, extraños y bellos aderezos y momentos. All Them Witches es una banda familiar que nunca es la misma, lo que siempre deja a la expectativa de cuál será el siguiente camino donde se los hallará. ¡Altísima banda los Witches!

PD: Rats in Ruin es uno de los temas del año.

4. Motorpsycho – The all is one (Noruega)

The all is one

Es increíble e inspirador saber qué hace solo un año atrás, Motorpsycho no solo sacaba un discazo, compuesto por tres piezas largas y complejas llamado The Crucible, sino que esa obra anterior es parte de una trilogía que comienza con The Tower (2017) y culmina con éste último The All is One. Motorpsycho es señores y señoras: ¡Palabras mayores!

¿Qué puedo decir yo sobre éste álbum que le haga mínima justicia a su monumentalidad y excepcionalidad? Tal vez solamente establecer nodos de navegación ante la tormenta telúrica, mágica y cósmica que se nos avecina. En términos menos subjetivos:

Primero, tal vez, que estamos ante un álbum tremendamente ambicioso, una experiencia épica y larga (casi hora y media) que debe entenderse como una obra total. Un delirio progresivo de excesiva complejidad y fineza, paisajismo, hermosura, densidad, insanidad e intensidad que se pasea desde parajes pastorales a turbulencias cósmicas de ida y vuelta.

Segundo: Si dispones hora y media de tu vida sin distracciones, ponte cómodo, escúchalo y a ver qué pasa. Como ver una excelente peli digamos.

3. Lowrider – Refractions (Suecia)

Refractions

Con un solo disco de hace 20 años parecía improbable que Lowrider vuelva, sorprendentemente lo hicieron, con semejante pedazo de disco dejando una sensación como si el tiempo no habría pasado. Herederos directos del sonido que Kyuss cultivó, maduró y legó como una gran estela de densa humareda, Lowrider es stoner rock de vertiente “clásica”, guitarras incendiarias rebosantes de fuzz, bajos circulares profundos e hipnóticos, mucha espacialidad desértica psicodélica-pesada y enérgica; y memorables melodías vocales.

No mucho más que acotar sobre lo tremendo, intenso y magnánimo que es éste disco de principio a fin, excepto que el tema que cierra el disco Pipe Rider es un viaje que conmueve el alma.

2. Elder – Omens (Estados Unidos)

Omens

Sigo a Elder hace unos buenos años y puedo decir sin dudas que es una de las mejores bandas del mundo en el panorama actual. Su evolución ha sido estratosférica, desde sus primeras insinuaciones incursionando como una banda avocada a la composición de canciones largas y complejas desde una óptica de épica pesada, psicodélica semi-oscura atestada de riffs fuzzeros en formato power-trío, hasta éste Omens (alineados como quinteto) en el que su constante vocación por el viaje sonoro y la construcción de obras monumentales ha devenido en un álbum muy pulido y repleto de detalles, donde los riffs aún están por cantidad pero dejando cada vez más espacio a segmentos atmosféricos donde los synths, guitarras ambientales e incluso las voces se esparcen, toman forma y conducen a nuevos segmentos y lugares.

Son cinco canciones que promedian los 10 minutos de duración, cada canción sufre drásticas transformaciones a lo largo de lo que suceden, algo así como viajes sin retorno que parecen tener un leitmotiv en la expansión sonora en el tiempo y espacio que para mí no hace reminiscencia a otra cosa que a un alucinante viaje por supernovas y demás parajes espaciales en una nave propulsada por energía lumínica o algo así.

Definitivamente un disco bastante inspirador, con toques psicodélicos, progresivos y post-rock pero por sobre todo con el toque único que solo Elder, a éstas alturas, pueden lograr. Un disco que siento bastante optimista, emotivo, preciosista y necesario para un año oscuro y extraño.

1. Big Scenic Nowhere – Visions Beyond Horizon (Estados Unidos)

Visions Beyond Horizon

Tenía cierta información de la existencia de cierto “supergrupo” conformado por importantes figuras de la seminal escena desert/stoner rock estadounidense de principios de los noventa al cual no di importancia en su momento. Pero fue hasta cierto día en plena cuarentena que en un sublime estado alterado de consciencia revoloteó como señal su nombre, busqué el disco en youtube, empezó a sonar, a la vez que resonar con mi psique y crecer en mí de una manera tan natural que cada canción sonaba como recordar un disco clásico de una versión mía en un mundo paralelo.

¡El disco es un mazazo! un compilado de nueve canciones tremendas, cohesivo, diverso y majestuoso. Rezuma psicodelia, oscuridad, contundencia, magia y belleza. Todo en las dosis lo suficientemente justas como para dejar canciones memorables, demasiado bien ensambladas y muy bien maduradas; para las implicaciones del género: necesariamente concisas y frescas.

Big Scenic Nowhere es la banda parida de la alineación de mentes brillantes de dos grandes guitarristas referentes del psicodélico desierto californiano: Bob Walch (Fu Manchu) y Gary Arce (Yawning Man). Se trata de un ensamble colaborativo rotativo en el que cada album tiene diferentes colaboradores, en éste participan: Alain Johannes, Tony Reed, Nick Oliveri, Mario Lalli y los vocalistas de The Well entre otros. Puedo añadir personalmente que su impronta musical me es muy reminiscente en leve manera a fundamentales musicales personales como: Soundgarden, la era Rated R de Queens of the Stone Age  y dejos de espacialidad floydianos.

Definitivamente una banda que con dos eps y un álbum han sabido claramente distinguirse del resto, merece atención y para mí se han destacado mucho más que el resto convirtiéndose en clásicos inmediatos.

Este año es el tercero que vengo publicando mis listas anuales en el Abismo, a quienes agradezco sinceramente por el espacio y felicito por la labor que hacen. ¡Siempre sea la música motor de vida!

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