En enero salió el Rotten Garden, y quedé agradablemente sorprendido; quise hacerle una reseña, aunque lentamente cayó en el olvido; en septiembre salió este disco y me gustó aún más. De una u otra forma tenía que mencionarlo; los discos en vivo tienen su carisma peculiar, son honestos. No todos podemos asistir a los conciertos, por ello es necesario dejar un testimonio; mi afición por coleccionar bootlegs.
El invierno, suele ser brutal y cruel; animales y personas congeladas al borde del camino, es una situación usual, casi cotidiana. Uno aprende a convivir con la muerte; el black nace en esas tierras barridas por el viento, es la expresión cultural del tormento. Los márgenes de un género suelen ser estrechos y la genialidad anida en subvertirlos, ligeramente. Cambios casi imperceptibles, incluso para los devotos. Me impresiona como suena la voz, como se complementan los instrumentos, la guitarras, que por momentos se transforman en teclados, la fuerza indómita de la batería. Blizzard es un tópico muy usual; el ser humano a la merced de la naturaleza, frente a esa inclemencia no somos nada. Es una lección de humildad.
La montaña, la soledad, el frío, la tristeza, el bosque, las fieras. La furia y la melodía, tratado sobre los componentes estético del black metal; la manera como se define un género. Es de las mejores cosas que he escuchado en mi vida. Tengo la impresión que suena un acordeón, al comienzo de Siberian Sorrow, no estoy seguro de nada, tal vez sea un instrumento similar a una armónica, un instrumento típico del folclore ruso; no lo sé y asumo mi ignorancia. Pero la canción tiene elementos doom, es una estructura muy interesante, la que más resalta en el disco; no hay esperanza en la soledad y el viento. Mueres lentamente, la suerte nefasta de la oposición política, las historias de un tiempo casi mítico, la revolución y sus ríos de sangre.
Cuerpos cayendo a un río ¿alguien sabrá que te has ido? ojos amarillos en la oscuridad. En el frío, en el bosque, no hay misericordia, solo muerte y desolación, el rostro mórbido de la creación. Dios, en su infinita sabiduría, pone a prueba tu fe y solo te queda aceptar el dolor. Es gran disco, suena muy bien, restituye la esencia de una presentación en vivo y condensa lo mejor que tiene la banda. Dos personas que existen desde 2014, un proyecto en estudio y sin embargo, la tentación de la escena…