Slow Horse fue una banda de stoner doom proveniente de Brooklyn, New York. Estaba compuesta en este trabajo por el fundador, compositor, vocalista y guitarrista Daniel Bukszpan, quien también se encargó de las letras, Jeff Mackey en el bajo y Rick Fiorio en la batería. Inspirándose en bandas como Swans, Codeine, Low y Black Sabbath, el objetivo declarado de Slow Horse era ser la banda más lenta, pesada y deprimente posible. La banda comenzó a tocar en clubes locales de Nueva York como CBGB’s, Brownie’s y Continental, donde empezaron a conseguir un pequeño pero devoto grupo de seguidores.
Durante su corta trayectoria de cinco años, empezando en 1997, lanzaron un par de demos, un split y dos álbumnes de estudio; siendo este homónimo el primero. Producido por ellos y lanzado en 1998 bajo el sello de Daniel, Smoking in Bed Records, fue reeditado un año después por el sello holandés Freebird Records, conocido luego por lanzar trabajos de bandas como Tower Low y los chilenos de Yajaira.
Este es un gran álbum, lento, crudo y poderoso, por algunos considerados como parte de la primera ola del Stoner Rock, aunque también se nota un poco la influencia grunge. Un trío que quedará en la memoria. El tema When Are You Coming Home sobresale por su emotividad, así como el cover de Wicked Game, la popular y ya clásica canción de Chris Isaak o All good intentions que podría incluso hoy, sonar como una canción pop. O la referencia a la clásica The Shining, que es otra muestra de las influencias del cantautor.
Lo que se sabe de los miembros de la banda es que Bukszpan, es un periodista, crítico musical independiente y un headbanger veterano. Publicó el libro Encyclopedia of Heavy Metal en 2003 y en 2012 The Encyclopedia of New Wave. Es un escritor regular en la cadena televisiva CNBC, ha escrito innumerables críticas musicales y artículos de fondo para diversos periódicos, revistas y publicaciones en línea.
Slow Horse era el bebé de Dan. Él lo creó. Lo alimentó, lo imaginó. No recuerdo cómo llegó a conocer a Jeff, mi bajista, pero Jeff y yo estábamos con una banda llamada The Want en Nueva York en ese momento. Cuando Jeff nos juntó a todos encontré que Dan era un tipo muy brillante y tranquilo a pesar de ser tan agresivo musicalmente. Esto no se parecía en nada a lo que Jeff y yo habíamos hecho o estábamos haciendo, así que aprovechamos la oportunidad de ayudar a Dan con la maqueta y de estirarnos también musicalmente.
Jeff era y es un gran fan de Sabbath y Motorhead, así que para él fue una explosión, pero para mí fue un reto tocar en compases tan lentos la mayor parte del tiempo. Pero Dan era genial. Era el líder, pero le gustaba opinar sobre las canciones y nos animaba a volvernos lo más locos posible sin perder la compostura. Todo tenía un aire muy relajado que lo hacía muy divertido. Fue, sin duda, la banda más eficiente en la que he tenido el placer de estar.
Tocar en Nueva York en aquella época era una pesadilla. 5-6 bandas en un cartel, clubes pequeños, sin aparcamiento y sin sitio para montar el backline mientras esperabas tu turno. Pero cuando llegaba el momento de montarlo, los tres nos arremolinábamos en el escenario y, al mismo tiempo, quitábamos el equipo de la banda anterior y se lo entregábamos mientras montábamos el nuestro. Ningún cambio nos llevó más de 6 minutos desde que terminó la última banda hasta que empezamos a tocar. Era montar, afinar y listo. Sin estupideces, sin esperas, sin confusiones, sin miembros que no supieran qué hacer.