Hace unos días, revisando un blog amigo del Abismo, me pille con este disco. Las referencias que allí hacían, daban a entender que este era un disco raro, difícil de catalogar. Más allá de eso, la portada también me pareció muy interesante, así que mi curiosidad pudo más y me metí a explorar a mayor detenimiento que había detrás de todo ello.
Me llevé una grata sorpresa, ya que evidentemente este es un disco bastante interesante y, efectivamente, resulta ser un disco difícil de catalogar, ya que es una mezcla de varios estilos, que en definitiva le dan un gusto muy especial a este disco.
Night Heir, es una banda procedente de Portland, Oregon y está conformada por dos miembros Sean Barry y Sam Rosenberg, quienes se hacen cargo de toda la instrumentación en el disco.
Las canciones que forman este disco, van conectadas una a otra desde la primera a la canción, por lo que prácticamente nos encontramos con una canción larga. En otras palabras es un disco conceptual, tanto en la música como en las letras, que narran una extraña historia.
Es un disco muy emotivo, en el cual se intercalan a la perfección diferentes elementos y estructuras musicales. Abre el disco Weeping of the boughs, una lastimera canción, melancólica y triste, que da paso inmediatamente a The Night Heir, en una onda black con cierta influencia de Summoning, con unos teclados muy épicos con algunos matices medio electrónicos.
No sympathy from demanding idols, por el contrario, es una marcha pesada y triste que en parte me hace mucho recuerdo a Green Carnation, con unos riffs cadenciosos, pero llenos de fuerza.
Las siguientes dos canciones, son para mí lo mejor del disco, Indigo woman, que hace evidente una vez más esa influencia a lo Summoning, en la que además las voces tienen un tono muy especial, en un tono casi trágico pero también colérico; a la cual se engancha Böcklin, posiblemente el tema más duro del disco, con una batería y bajo impresionantes y el vocal vociferando con una voz desgarradora. Y ojo con el detallito de fondo, con ese terrible graznido de curvos. Esta canción es simplemente alucinante.
Temples of Muir es la canción acústica del disco, tranquila, hasta cristalina por momentos. Plaintive Orion, Seek my self y I seek my self, son temas que van en una onda más doom, como si se trataran de una especie de Black Sabbath con George Harrison tocando melodías hindúes en su guitarra. Aunque I seek my self también tiene cierto aire a lo Jesu con las voces, que por momentos suenan a un Ozzy con aires psicodélicos.
Posiblemente, la producción del disco no sea de las mejores, sin embargo esto no le quita ningún mérito al disco. Los detallitos y arreglos son perceptibles a lo largo de todo el disco, teclados, pianos, etc., que son los que le dan el brillo y el gusto.
El trabajo del vocal, es otro punto aparte. Prácticamente, todas las voces son limpias, aunque a veces carrasposas, pero sin embargo, tienen un aire muy particular, tienen un aire trágico.
En fin, un buen disco que vale la pena escuchar.
Esuchalos en su BANDCAMP
Buena rev Dieguex, Night Heir es una banda rara de principio a fin, su música tiene diversos elementos que hacen de su disco una escuchada muy interesante!! Ojalá saquen su nuevo album pronto.Saludos!!
Gracias Machi. Si, esta banda me gustó mucho y este disco me pegó con todo. Tiene su gusto. Y si, parece que este disco sacan nuevo disco, no?… Habrá que escucharlo…Saludos