Arbor – The Plutonian Shore (2012)

Hace unos días, en otra de esas búsquedas internautas (muchas veces inútiles), por localizar nuevos discos que digerir y así encontrar nuevas bandas para oír y compartir, me encontré con este Arbor. Banda gringa proveniente de Wisconsin, y que cuenta entre sus filas a 5 miembros: Joe Opolka en guitarras y coros; Zak Koehn en guitarras y teclados; Noel Chandek en la batería y las percusiones; Ted Schoenleber como vocal principal y Jeff Stalsberg en el bajo. Catalogada cabalmente tanto por su sonido como por su ambientación, como una banda de post black/folk atmosférico, Arbor se convierte en un grupo con un primer trabajo sumamente disfrutable y con un futuro interesante.

“The Plutonian Shore” es un disco que cuenta con 10 canciones creadas de manera artesanal, con cuidadosos detalles y arreglos musicales acústicos que se entrelazan perfectamente con la carga atmósfera mística pagana rica y emocional que tienen los temas. Esta ambientación es transmitida a través de su excelente base percusiva y en todas las melodías de sus guitarras; las voces, interactúan entre gritos furibundos y desgarradores, susurros y voces limpias que cantan sobre saberes e interrogantes de los profundos bosques que rodean esta ‘Costa Plutoniana’. Todas las canciones tienen diversos elementos que mezclan pasajes lentos y melodiosos de aire folk; con rápidos riffs agresivos y oscuros. En definitiva, la composición y las ideas musicales del álbum tienen las características de un post metal/post black actual, con una base folk consumada que se suman adecuadamente y se convierten en lo más rescatable del disco.

En conclusión, nos encontramos con una banda independiente que nos entrega un primer trabajo sumamente atrayente, merecedor de ser escuchado atentamente por quienes seguimos este tipo de metal. Con muchos más aciertos que (subjetivos) desaciertos, el metal pagano de Arbor, además de la portada de su trabajo, me atrajeron mucho. Espero que este sea el inicio que necesita la banda para ir armando de a poco su propia historia.

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