Lo mejor del 2015 (El Beto)

Esta banda Madrileña lo logra de nuevo, su cuarto álbum de estudio es otra maravilla del post rock instrumental, sus tres anteriores entregas fueron muy relevantes en el ámbito musical pero esta la rompió no solamente desde su propuesta musical sino que, en una banda de estas características y en un momento histórico donde nadie compra discos (mucho menos de post rock instrumental) llego a ser segundo lugar en ventas en España, así que… Arriba España!!! Porque estos chavales son la hostia y este disco es un viaje.

Amorphis hace ya rato que tiene un sonido propio, los vengo siguiendo con entusiasmo desde el Tales from the thousand lakes y aunque han tenido sus bajones son para mí como un imán que me jala de vuelta desde las periferias musicales a las que me aventuro y me hace volver a territorio conocido, ya no son grandes innovadores y no me volarán la cabeza con algo sacado de debajo de la manga, pero disfruto plenamente de sus ritmos característicos, de sus voces, de su instrumentación, de su atmósfera en general, este álbum es de lo mejorcito que han sacado en los últimos años. 

Hace buen tiempo que dejé de tirarle mucha bola al brutal death y al grind, siempre sigo lo que hace Napalm Death por ejemplo, pero ya no soy un entusiasta del género como tal, este disco me voló la cabeza de principio a fin, me sentí un chango de 14 escuchando Cannibal por primera vez, realmente muy wasos los gringos estos, si les da un poco de paja escuchar deathgrind a estas alturas del partido les recomiendo un par de canciones de este disco que los dejarán boquiabiertos: La última, Pacific Grim (probablemente la mejor del disco) y la primera Manufactured Extinct, aunque la totalidad del álbum es más que digna de ser escuchada y denle caña porque ese Dave McGraw en la bata es demasiado intenso. 

Wilson es, a mi parecer, el músico más sorprendente en lo que va del nuevo milenio y eso que toca desde fines de los 80, pero su madurez musical le ha llegado desde hace una década y media. Entre sus varios proyectos (No Man, Blackfield, Storm Corrosion y en especial Porcupine Tree) todos me han dejado más que satisfecho en sus muchas entregas, su trayectoria solista es tan alucinante como sus producciones en conjunto, este álbum me encanto de principio a fin, la melancolía de sus ritmos y su lírica es conmovedora y sin embargo el álbum anterior me pareció mucho mejor, creo que (The Raven That Refused to Sing), que a mi parecer fue lo mejor del 2013 es bastante superior al presente álbum, así que aprovecho para recomendarlo a quienes no lo han escuchado, así como toda la discografía de este genio inglés. 

A falta de un álbum de estudio de Anathema este año buenos son los de Antimatter; aunque Duncan Patterson (ex Anathema) ya no forma parte de este proyecto cuya batuta está a cargo del genial Mick Moss el sonido es inconfundiblemente influenciado por la gran banda de Liverpool, en este álbum continúan con la experimentación de sonidos más acústicos que empezó en el Leaving Eden (2007). Un disco digno de escuchar cuando uno está depre y pensando en el fin, inspira a dejar de pensar tanto y tomar acción de una vez por todas o mínimo a tomarse unos tragos, sobre todo a aquellos que han sido traicionados por minas y amigos, las letras de casi la totalidad de la producción tratan sobre el tema ergo el título La mesa de Judas. Aprovecho para recomendar el disco doble en vivo de Anathema A sort of Homecoming qué también es bien corta venas, gran propuesta que no incluí en mi selección por no ser un álbum de estudio con nuevas producciones originales. 

Cuando escucho a esta banda me dan ganas de ser motoquero, un Hell Angel como los que describe Hunter S. Thomson en su famosa crónica de los años 60, y meterle en moto a todo culo por las carreteras de Gringolandia escuchando High On Fire. Creo que este disco tiene de todo, doom, sludge, stoner y más allá de eso es fácil, no cuesta escucharlo, entretiene y divierte y te hace pensar en motos y situaciones de película, gran entrega la de los Californianos, tal vez mi disco favorito de la banda. 

Hay que ser fiel a estos cuates porque realmente no la cagan nunca, ni al palo le dan, siempre meten el golazo, este es otro disco más que va acrecentando su perfecta discografía, más cercano al Sideshow Symphonies que al The Sham Mirrors, bárbaro en producción y sonido, continúan experimentando sin miedo y con una identidad propia, digna de un lineup talentosísimo que ha ido cambiando continuamente pero que siempre ha mantenido el status de súper grupo. 

Gran continuador del Sunbather (2013) mantiene el estilo que definió la anterior entrega, los de San Francisco siguen haciendo un Black-post metal súper fresco y con mucho humor y que frente a la abrumadora propuesta en lo que de Black se trata, sólida pero poco propositiva en su gran mayoría, entra como mentita en boca atufada. 

Solides de principio a fin, creo que de todos sus álbumes post era electrónica Synthpop es el que más me gustó, y eso que el In Requiem y el Tragic Idol son bárbaros. Su retoma del death-doom gótico nunca sonó mejor, la verdad no me canso de escuchar este disco, canciones como No hope in Sight, Terminal, Beneath broken earth o Cry out serán seguramente parte de su repertorio de clásicos. 

Lo que pasó con Queensryche en este disco es algo parecido a lo que le pasó a Maiden en el X-Factor, con la salida de Dickinson el mundo no sabía qué esperar de Maiden y el trabajo que presentaron con Bailey dejó a todos mucho más felices que con las últimas dos entregas que Dickinson había brindado junto a la banda; la salida de Geoff Tate parecía el final de la banda, era el líder indiscutible, el front-man por excelencia, sin embargo el nuevo vocalista Todd LaTorre logra que lo olvides por completo y Michael Wilton se carga a la banda a la espalda para que no extrañemos nunca más a DeGarmo y pensemos que él era el alma musical del grupo. Un disco completo de principio a fin con temones como Eye9, Bulletproof, Hourglass o la mega balada Just Us, que no tiene nada que envidiar a la emblemática Silent Lucidity. Altamente recomendado para los amantes del metal progresivo y los nostálgicos de los 80s. De lo mejor que ha producido Queensryche. 

Con sus más de 7 álbumes de estudio (hay creo un par de EPs en medio) los de Carolina del Norte siguen explorando sus sonidos y realmente haciendo una progresión constante en lo que es el metal; sí es metal progresivo pero tiene un poco de todo, una mezcla genial que me encanta por la dificultad de definirlos. 

Este disco es largo, de las 11 canciones que contiene, cada canción ocupa un lugar predeterminado, es un llamado a pensar y repensar, no es un disco sencillo pese a que de entrada parezca algo ligero, sus líricas y su historia son muy intelectuales, un álbum conceptual que trata de un hombre que entra en coma y de este coma continua un descenso hacia otro coma y otro coma y otro más y dentro de este estado de sopor narra sus experiencias en sus vidas pasadas. Realmente vale la pena, creo que es la cúspide musical de su carrera. 

Qué manera de hacerse esperar estos cuates de Faith no More, más que los de Tool, aunque sea difícil de creer, pero la verdad es que este disquito me entró como chelita en el trópico a 40 grados de temperatura, o sea reeeegio. Su sentido del humor y su talento musical sigue intacto, todavía se mandan temones como Sunny Side up, Cone of Shame o Matador que de seguro serán futuros clásicos, para disfrutarlo por completo. Larga vida a los sin fé. 

3- IRON MAIDEN – THE BOOK OF SOULS 

Qué jodido disco este de Maiden. La verdad es que aunque Maiden siempre tiene cosas buenas en casi la totalidad de su discografía desde el X-Factor que un Maiden no me atraía tanto como este; de principio a fin lo disfruté, la apertura con If Eternity Shoud Fail y el cierre con Empire of the Clouds son magistrales, creo que el único punto flaco que le encontré y que es repetitivo en estos Ingleses es la selección de Speed of light como su primer single, siempre la cagan con la selección de sus primeros cortes. 

Mi canción favorita del 2015 es definitivamente The Price, la canción que abre este gloriosa entrega de estos Noruegos pendejos que me dejaron perplejo, qué banda para entrarme este año, me la recomendó un gran amigo y la verdad es que luego de escuchar este disco me dediqué a buscar toda su discografía y quedé alucinado con todas y cada una de sus entregas. Más allá de The Price el disco entero es impresionante, una muestra de virtuosismo y feeling que no es muy común en las bandas de metal progresivo. El mejor hallazgo del 2015. 

Desde el concepto de banda lleno de teatralidad hasta sus ritmos blacksabateros, desde su parodia rockera hasta su satanismo cínico (también parodiado), todo me gusta en Ghost. Esta es una de las bandas más importantes del nuevo milenio, el Infestissumam ya había calado fuerte en mí pero este Meliora me fascinó. Desde el nombre, que viene del latín Mejora Es un disco que realmente se gana el podio de victorioso de entre sus tres producciones y para mí, el de mejor disco del año. Musicalmente es impecable, su sonido es fantástico, realmente una súper producción y muy bien pensada en el tema de la lírica, recomiendo que lean la reseña de George (ver revisión) dónde ahonda en el tema de la Narrativa de Ghost, una lectura muy interesante sobre la intencionalidad de la banda en su progresión tanto musical como temática.