A principios de los noventas, cuando bandas noruegas como Mayhem, Satyricon o Emperor empezaban a exportar al mundo el “Black Metal”, Arcturus, ya estaba allí presente, posiblemente en segunda fila, pero esperando su turno para brillar.
Desde sus inicios, la banda contó con una constelación de músicos, posiblemente no muy reconocidos en ese momento, pero que con el pasar de los años fueron convirtiéndose en referencias y hasta en íconos de la música por el trabajo que desarrollaron en años posteriores.
Liderados por el tecladista Steinar Sverd Johnsen, el cerebro y motor de la banda, lanzaron su primer disco en 1996, Aspera Hiems Symfonia un clásico dentro del black metal noruego. En aquel entonces, la banda ya contaba entre sus filas a Kristoffer “Garm” Rygg como vocal (más conocido en los años posteriores por su trabajo con Ulver), a Hugh Stephen James Mingay “Skoll” como bajista y a Alex Von Blomberg, más conocido como Hellhammer en la batería y por ser también el baterista de Mayhem.
El sonido de la banda siguió evolucionando, lo que quedó demostrado en el siguiente disco del siguiente año, La Masquerade Infernale (1997), en el cual se incorporó como nuevo guitarrista, Knut Magne Valle y Simen Hestnæs, aka “ICS Vortex” como segundo vocalista.
Para muchos, el disco cumbre fue el The Sham Mirrors (2002), el que contó por última vez con Garm en la parte vocal. El 2005 lanzarían su siguiente trabajo discográfico, Sideshow Symphonies y su último trabajo en estudio, el fantástico y ambicioso Arcturian del 2015.
Como se imaginarán, toda una generación de metaleros en la que me incluyo, crecimos bajo el aura de esta monumental banda, con la remota ilusión de ver algún día a estos maestros del avant-garde noruego. Así que, la idea de tener a
Arcturus en Cochabamba (Bolivia), fue algo tan fantástico que incluso parecía algo hasta surrealista, una especie de sueño inalcanzable hecho realidad. Seríamos parte del “
Star-crossing Kinetic Pioneers Tour Latin America 2018”!!!
Mi peregrinaje al concierto empezó una noche antes en la ciudad de La Paz, en el show de la banda chilena Disaster, quienes cerrarían al día siguiente la fecha junto a Arcturus. Después de embarcarnos en la madrugada, con varias anécdotas de por medio, llegamos a Oruro y finalmente a Llajta, donde nos esperaría una larga e intensa jornada.
La noche del concierto empezó con una brutal y excelente presentación de la banda paceña de black metal Lilith, quienes una vez más estuvieron a la altura de los acontecimientos, presentándonos un set increíble con temas de sus tres discos.
Las luces se apagaron. El Sverd fue el primero en subir al escenario, a quien siguieron el resto de la banda. Después de lanzar los primeros sonidos y secuencias desde su teclado y puesto de mando, la banda abría el show con la
Kinetic, la primera canción del Sham Mirrors. Ante el delirio general de la multitud, el viaje comenzaba. El Vortex es un vocal impresionante, un ser descomunal de otro planeta, que con la mayor soltura y sin ninguna dificultad, abría el set cantando una de las canciones que el Garm inmortalizó en otra época, lo cual no es poca cosa.
Antes de que podamos discernir lo que estaba pasando, la banda ya nos tenía prendidos con la Nightmare heaven, otro clásico del Sham. Siguieron con la Crashland de su último disco Arcturian, seguida por la Painting my horror del Mascarade, para desembocar en la Alone, otro gran tema del Sham. En este momento muchos de los “fans”, víctimas de la euforia y de las circunstancias, ya habían partido a otras dimensiones.
Para mí el siguiente tema, la
Hibernation sickness complete, fue uno de los grandes temas de la noche. El Vortex sentado como lo estuvo casi durante todo el concierto, cantaba como solamente lo hacen los dioses. Su voz trágica y dramática se perdía en la inmensidad del espacio exterior, pero también llegaba a los confines más recónditos de nuestras almas. Indiscutiblemente, a estas alturas del concierto, las primeras lágrimas de emoción ya habían fluido. Lastimosamente, este fue el único tema del Sideshow symphonies, pero bastó para encender una vez más a los “observadores” presente aquella noche.
Continuaron con la
The Arcturian sign otro gran tema, seguido por la
Du Nordvind del Aspera. La noche ya estaba caldeada, había una atmosfera más oscura y el ambiente se tornaba más blackero y nebuloso. Siguieron con la
The chaos path del Mascarade. Innegablemente un clásico de la banda. El mosh, aunque bastante puntual y localizado, ya era por momentos hostil. Creo que, a esas alturas, todos los allí presentes ya éramos conscientes de que estábamos viviendo una noche fantástica y que tardaríamos un buen tiempo en olvidar.
La
Collapse generation fue el siguiente tema. El Hellhammer es una verdadera máquina; detrás de esa fría e inmóvil mascara, hay años de experiencia, toda una vida dedicada a atormentarnos con esa brutal pero excelente bata que solamente él es capaz de ejecutar… un maestro. Por su parte el Sverd seguía maravillándonos con esos teclados espaciales, surrealistas, barrocos por momentos, sacados casi de un sueño.
La siguiente canción fue para mí otro de los puntos altos de la noche y uno de mis favoritos, la Game over es uno de los mejores temas de la banda, predestinada a ser un himno. Una obra maestra, prácticamente una ópera espacial. El Vortex se diluía en ese mar de estrellas, cometas y nebulosas, allá lejos, en el espacio sideral.
Continuaron con la Master of disguise, otro gran tema del Mascarade. En este momento del concierto, la banda ya estaba entregada a su música y a su público, disfrutando de cada nota, maravillándonos y lanzándonos por turbulentos vórtices y estados de gracias. Los allí presentes estábamos simplemente alucinando y, obviamente los “Abismos” ya se habían desatado desaforadamente. Estábamos viendo a Arcturus!!!
Para sorpresa de todos, cerraron el set con tres canciones del Aspera, la
Fall of man,
To thou who dwellest in the night, la
Angst (del Arcturian de por medio) y la clásica
Raud og svart. Prácticamente black metal, pero del más alto nivel.
Es muy difícil explicar con palabras lo que vivimos con estos cuatro últimos temas. Pese a que técnicamente hablando eran las más blackeras, todos quedamos alucinando. ¿Interpretaron los temas tal cual?, ¿improvisaron?, ¿innovaron y variaron algunas partes? Eso creo que ya no importa… cada uno de los miembros de la banda estaban libres, dando rienda suelta a sus emociones. En esos momentos finales caí rendido y fascinado a los pies de Knut Valle (textual!!!), un violero fuera de serie, fantástico, un virtuoso. Uno de los mejores violeros que vi y escuché en vivo. Nunca olvidare los maravillosos solos que nos regaló esa noche. Realmente brillante, no sé qué más puedo decir, las palabras se quedan cortas.
En fin, una noche simplemente memorable. Más allá de ciertas limitaciones en cuanto a la acústica del lugar donde se realizó el concierto, Arcturus se impuso sobre esa adversidad y nos brindaron un show a la altura de las expectativas y como era de esperar, a la altura de lo que podríamos esperar de esta monumental banda.
Para muchos, ver al Vortex, ahí a pocos metros fue un sueño hecho realidad. Ver y escuchar al Sverd, al Skoll, al Knut o al Hellhammer, es algo que no sucede muy a menudo. Por ello, agradecer nuevamente a estos maestros por tanta magia, por tanta emotividad y por supuesto y ante todo por su maravillosa música. Arcturus… gracias por el excelente show!!!
PD: Agradecer a todas las personas que hicieron posible este concierto. A Roberto (DelaQ), Lucia Z. y a Iván A. y a los hermanos de Disaster, compañeros de viaje a la Llajta.
Como siempre, a los Abismales por haber sido parte de esta alucinante experiencia (Machi, Sebas, Iván) – con vuelco de camión y todo -. Al personal de apoyo y hostilidad (Oso, Fakes, Luigi, Churro, Julio y Boris). Finalmente, agradecer a Sebas Campero, Grid Méndez y Eduardo Montaño por las fotos que acompañan a esta reseña.
Excelente artículo Dieguex, ese concierto fue una experiencia increíble!
Gracias Sebas… Una maravilla de show!Y gracias por las fotos, esa del Hellhammer es increible!!!
Muy bueno Diego! Gracias por el apoyo que nos diste igual.
Muy buena Dieguex… tus palabras recuerdan lo vivido y compartido, las emociones al escuchar cada tema con la banda,una experiencia sin igual. Recuerdo que compartí momentos y palabras especiales con cada uno de los amigos/bros con quienes asistimos.Cabe recalcar que jamás pensé que Arcturus llegase tan lejos, tan lejos como llegar al país; lo menciono porque Arcturus comenzó como un PROYECTO, por la iniciativa de Sverd, quien comentó (en su momento, en un artículo por el '95) que Arcturus tenía que sacar un E.P y un L.P.Con el éxito del Aspera, Sverd decidió cerrar su banda Ved Buens Ende (una banda de culto, para mi, al igual que Ras Algethi, Canaan, Monumentum, etc.) Para dedicarse a tiempo completo a Arcturus, llegando a covertirse en la BANDA que ahora es.
Excelente reseña querido Dieguex, realmente me duele haberme perdido el concierto. Sin duda estás son las experiencias extraordinarias que vale la pena compartir…