No es novedad que en Estados Unidos abundan bandas que forman parte de sub-géneros desarrollados a partir del hardcore. Will Haven inicia su discografía el ’96 y este su séptimo LP emana la solidez que a veces te pueden dar los años.
El disco tiene un aire noventero y en este sentido, un indicador de referencia importante es, en definitiva, Deftones. Ambas bandas son de Sacramento e inclusive Stephen Carpenter explota su ESP en la última canción del álbum (“El Sol”).
Sorprendentemente, el otro invitado es Mike Scheidt, vocalista de YOB, aportando con una performance casi esotérica en la canción “No Escape”, brindándole una necesaria variedad al disco. Como pueden notar, Muerte contiene la participación de invitados de estirpe.
Los riffs son de tono muy bajo, de lento andar, son muy pesados, de alguna manera ambientales y prácticamente son la llave del éxito. Mantienen a flote el álbum mientras que los agudos gritos del vocal actúan como un contrapeso adecuado. Las teclas van y vienen, ofreciendo un fresco aire de suspenso. Dicho esto, recomendaría este álbum a fans de Zao, The Dillinger Escape Plan, Converge, Junius y Fear Factory.
Muerte está dotado de una mezcla muy bien balanceada y contiene un gran número de canciones memorables, así que al final te mantiene bien enganchado. Es de lo más sólido que he escuchado en lo que a Metal se refiere en este primer trimestre del 2018 y esto es una sorpresa dado el sub-género en cuestión.