Los que no están acostumbrados al verdadero black metal, lucharán un poco al principio con el crudo sonido de Portals. Es mejor apoyarse en algún activador, para penetrar los “portales” de este álbum.
Con un título como ese, se torna evidente que el artista entendió mucho; el black metal se trata de abrir infinitas galerías en la percepción a partir de la nada. Ese lado espiritual que tiene este género es el que precisamente lo hizo tan antagónico a las religiones abrahamicas, es decir, el black metal le dio profundidad histórica y filosófica al satanismo. Lo malo es que existe mucha parafernalia en el mundo del black. Me refiero a que es muy entendible que hoy en día exista una reacción política tan fuerte contra las supuestas ideologías adyacentes al género.
Pero hablemos del disco. El artista es portugués. Después de la intro, comienza con The Axis of Existence que pone las cosas bastante extrañas por varios minutos, casi puedo bailar con el ritmo del principio, pero dada la malignidad del sonido sería un acto un poco raro de ejercer. A continuación la canción se torna más rápida, más “ortodoxa”, con la particularidad de que los teclados casi siempre son prominentes en la mezcla. En general utiliza una distorsión muy interesante que me hace pensar en el sonido de los primeros discos de Mortiis. Luego, la melodía de Dusk, Poisoner of Souls te agarra dulcemente. Es el cielo para alguien que busca un trance y posiblemente mi canción favorita del disco.
Por último tenemos la primera parte del tercer tema, Death Enthroned in White Marble Part I, II & III, tornando las cosas más colgadas todavía, para que la segunda parte ahonde en un ritmo que me recuerda a Urfaust. Luego en lo que es la transición entre la segunda y la tercera parte, el artista se suelta casi como llevándonos al apogeo del disco (y el claro ejemplo es el aullido en el minuto 29:07, en pleno desenlace, casi como un orgasmo animal, vampírico). El disco después va bajando de velocidad para cerrar en una versión medio estridente de Summoning.
El disco es tan trve que es una herejía haber intentado disectarlo; pero para efectos prácticos puedo decirles que va más por la vena de Burzum que por la de Immortal. Asimismo, te lleva por estados de trance que recuerdan un poco al usbm, manteniendo al mismo tiempo una identidad profundamente europea.
Escuchar este disco en vinilo debe ser lo más cercano a una verdadera ceremonia. Uno de los mejores discos de black metal del 2018.
Sebas, que buena recomendación!!!
Escuche el disco y realmente, que bien!
Tu descripción del disco, muy acertada. Tal cual.
Los teclados le dan un aire diferente. Y dentro de todo, el disco en general, es bien dinámico. Pese a lo denso que puede ser, no satura.
Ya le entraremos en la próxima sesión.
Un abrazo!!!