Como fan de Overkill trataré de que mi objetividad no sea obnubilada por mi amor a esta banda. Pero, debo confesarles que después de haber escuchado el disco unas cuantas veces, ese amor está cada vez más consolidado. Esta es una de esas bandas que ha sido menospreciada a lo largo de sus ya 38 años de trayectoria y que sin embargo, ese reconocimiento aunque tarde, está llegando poco a poco.
Con el tiempo ha demostrado ser una de las bandas más consistentes del Thrash Metal. Prueba de esto es que disco tras disco, su sonido único es una muestra más de lo que significa hacer música sin compromisos, de creer en lo que uno es. De esta manera, me permito hablarles de un tremendo disco, que para mí ya supera a algunas de sus anteriores producciones.
El inicio, con las canciones Last Man Standing y Believe in The Fight, no podría describirlo mejor que una buena bofetada en la cara que te hace reaccionar y prestar atención. Si, ¡son canciones tocadas a toda velocidad y agresividad como solo Overkill puede hacer y con las que ya quieres destrozar tu living!
Uno de los puntos más altos es Bat Shit Crazy, excelente canción con una batería con un beat súper contagioso y muy agresivo acompañado por un gran bajo y excelentes riffs, en la cual ya podemos apreciar parte del sonido punk que esta banda tiene arraigado en su extensivo catálogo. Continuando con la misma temática podrán apreciar el tema, Welcome to the Garden State, que te lleva a un viaje al pasado e inicios de la banda, siendo este otro de los puntos más altos de la producción. Este es el tema más punkero del disco, una excelente combinación de metal y punk, que una vez más demuestra la gran creatividad que tienen para combinar estos dos géneros.
The Wings of War contiene buenas canciones como Head of a Pin, Where Few Dare to Walk, y Distortion (quizás la canción más floja) que nos demuestran la versatilidad de la banda para combinar todas sus influencias a lo largo de los años. Buenos riffs, buenos cambios de tiempo, algo más lentas y melódicas que el resto del disco y que nos hacen recuerdo a discos de la década de los 90’s e inicios de los 2000 como Horrorscope y Killbox 13, entre otros.
El asalto de velocidad y agresión compuesto por una poderosa sección rítmica, riffs y solos brutales, excelentes transiciones y cambios de ritmo por parte de esta gran banda, puede ser apreciado en toda su dimensión en las canciones: A Mother’s Prayer, Out on The Road Kill y Hole in My Soul, además de las dos canciones iniciales ya mencionadas. Las cuales van en línea con anteriores producciones, como The Grinding Wheel y The Electric Age, entre otros.
Debo mencionar que el disco, si bien sigue la fórmula iniciada a fines de los 2000 e inicios del 2010, de canciones rápidas y muy bien estructuradas, también aporta un pequeño toque de diversión que toda banda de Thrash debe tener para reconocerse, a sí misma. De igual manera, existe una intención de mostrar cierta amalgama de melodía y pesadez que forma también parte de la esencia de Overkill.
En resumen, es un disco con muchísima fuerza, velocidad y ciertas variaciones melódicas que invita a disfrutar del mejor Thrash en la actualidad y que estoy seguro será uno de los mejores discos de metal de este prometedor 2019. Gente, ¿qué esperan? los invito a escucharlo y como una de las canciones reza: Get in the Mix and Fight!
Gran banda Overkill!!! Otro gran disco de estos veteranos de la escena thrashera!!! Muy bien comentado, gracias!
De nada! gracias por el apoyo!
¡Excelente reseña! Seguramente estará entre los mejores discos del año como Overkill nos tiene atumbrados
Gracias perrito!! así es, apunta a lo mejor de año
muy buen descrita esta reseña Gonzalo Martinez H de tremenda banda!!! viva overkill
Gracias Xavi!!
Buen análisis. OverKill siempre da excelentes albums!
Gracia Arnaldo!
Acabo de escuchar el disco. Buenazo!
Si esta brutal, sin duda uno de sus mejores!