¡Qué año! Por una parte, musicalmente hablando, muchas de nuestras bandas favoritas sacaron nuevos discos, aunque debido a la constante competencia y oferta -lo que es genial para nosotros los melómanos-, es muy difícil sobresalir solamente por trayectorias. En mi caso, hasta mediados de año y con un par de grandes revelaciones, ya tenía seguros candidatos para esta lista hasta que…
…pasó la temporada de festivales, llegó septiembre con infinidad de producciones; y por otra parte, a nivel político, casi como en la guerra y corolario de los incendios en Bolivia, finalizó octubre en medio de un caos, parálisis institucional y reacciones, que nos envolvieron a todos en una pluralidad de posicionamientos, no solo en el país sino en el entorno planetario, al menos de occidente.
De ahí que a fines de 2019, como nunca, acabé con esa incomoda sensación de que no me alcanza el tiempo porque fue un año “muy pesado” y también, con sentimientos encontrados de indignación, angustia e incluso miedo por lo acontecido el 20 de octubre y sus secuelas, sucesos ante los cuales era imposible permanecer indiferente por la confrontación política que nos sacudió. Personalmente, no creo que sea imprescindible defender una ideología para diferenciar lo bueno de lo malo, pues a estas alturas del desarrollo de la sociedad, los más altos valores humanos son evidentes, aunque contra ellos conspiren las situaciones de desigualdad e intereses subjetivos que nos alejan de lo racional.
Por eso, una de las más grandes lecciones que nos deja lo acontecido en el país, resulta de cuando la mayoría de la población se unió para reclamar democracia, derecho que había sido vulnerado sin el menor reparo. El logro: un triunfo importante, de resistencia civil, que es de esperar se mantenga vigilante, se transmita y replique como un nuevo filtro de control social. En un contexto global, esa gran participación de la sociedad, sobre todo de gente joven, en protestas por todo el mundo, debe servir de aliciente para no quedarnos callados ante los abusos de aquellos que toman las decisiones sin que nadie les llame la atención, de que la corrupción no puede permanecer intacta e impune en la estructura de los estados mientras se esparce la preocupación y otros se aprovechan.
Tiendo a ser pesimista por todo lo que veo, en cuanto a lo que depara el futuro de la humanidad y no estoy conforme con ello; por eso, nunca pierdo la esperanza de que es posible disfrutar de la belleza que aún hay a nuestro alrededor, de trabajar por lo que queda y avanzar, disfrutar de esa realidad y momentos, quizás pocos y muy cortos, pero donde podemos ser felices y olvidar las frustraciones y pesadillas. En ese sentido, la música en gran medida, me ayuda a canalizar esos sentimientos, a encontrar líricas que se ajusten perfectamente a esa realidad. Y aunque cada vez es más difícil ubicar sonidos únicos y de fuerte identidad, no me cabe duda que ahí están. De esta manera, comparto en esta lista, una muestra de algunos momentos en los que me sentí o no, completamente feliz…
Brutus – Nest (Sargent House)
¡Necesitamos más bandas como Brutus! y no lo digo por el nombre para evitar confundirnos con la banda noruega. Este trío pertenece a una camada de talentosas bandas belgas que van más allá del conocido círculo de los Church of Ra. Liderados por la talentosa Stefanie Mannaerts, quien es no solo la baterista sino además la vocalista y demuestra una gran capacidad de cohesión con los demás integrantes. Esta banda de post rock además realiza una mezcla de influencias black, math-rock y hardcore punk, con mucha armonía. Lanzando en marzo, es uno de los discos mejor trabajados del año y de gran composición. No podía esperar verlos en vivo, así que en el Hellfest los vi muy temprano, un set corto pero para despertar a cualquiera. Ya en tour con Cult of Luna, donde conversé un poco con ellos, pude apreciar a cabalidad, la gran calidad que tienen como músicos.
Todos tienen un “Nest”, este nido no es su cama o su casa, para nosotros, es el círculo de personas que están cerca y que significan mucho. Este álbum es una oda a todos los que nos acompañaron, a pesar de que estuvimos completamente ausentes en algún momento. Todo el proceso, desde sentirse invencible y bailar juntos por la vida hasta casi perder todo lo que has construido, está ahí y es casi cronológico.
(Brutus)
Cult of Luna – A dawn to fear (Metal Blade)
El nuevo disco de los grandes Cult of Luna, A Dawn to Fear, salió en el mencionado competitivo Septiembre. Desde un inicio con The silent man, te llevará a un viaje del que solo despertarás cuando suene el último riff de The Fall. Este álbum incluye un pequeño film, compuesto por los dos primeros temas, siendo Lay Your Head to Rest, el denominado A Dawn to Fear pt. II. Los siete músicos: dos baterías, tres guitarras, teclados asombrosos que le dan ese toque futurista, un potente bajo y una mezcla diversa de voces, hacen de esta banda de atmosférico post/sludge metal, una de mis favoritas. En 2019 pude verlos tres veces: Hellfest, Brutal Assault y siendo el show de su tour, el que más disfrute ya que tocaron incluso temas que no me esperaba, fue además un gusto a parte, conversar con ellos. Pocas bandas pueden llegar a tocar tu interior y hacerlo vibrar de esta manera.
Al entrar en el proceso, supimos que álbum que queríamos hacer: una antítesis de lo que habíamos hecho antes. Para casi todos los álbumes hubo un tema muy concreto, desde el principio sabíamos el tipo de historia que queríamos contar, y no quería que ese fuera el caso. He visto muchos cambios sutiles y patrones en mi propio pensamiento en los últimos años, y quería que esto fuera un proceso completamente espontáneo. Solo quería ver lo que salía de mí, y “A Dawn To Fear” es el resultado.
(Johannes Persson, Cult of Luna)
Gaahls WYRD – GastiR – Ghosts Invited (Season of Mist)
Este proyecto del controversial y prolífico músico noruego Gaahl (ex-Gorgoroth, ex-Wardruna, ex-Trelldom, ex-Good Seed, etc), acompañado de músicos de varios otros proyectos, empezó hace un par de años y es en mayo pasado que sale el álbum debut, GastiR – Ghosts Invited. Por cierto, en vivo la banda toca covers de Gorgoroth, Trelldom y God Seed, sin duda la capacidad vocal de Gaahl sigue intacta, los vi en el tour con Mayhem, lastimosamente no en la mejor locación. Sigamos, este es un álbum emocionante donde encuentras canciones como Ghosts Invited o Carving The Voices -mi favorita- con interesantes solos de guitarra y una batería casi deliberada o el muy silencioso Within The Voice Of Existence, que con guitarras limpias y atmosféricas, timbales oscuros y coros, recuerdan al tiempo de Gaahl en Wardruna. En Gaahls WYRD, él experimenta aún más, con susurros amenazadores como en primer tema Ek Erilar, voces poderosas y claras una y otra vez que le dan al álbum un carácter extremadamente versátil, este es un exitoso debut.
Para mi los fantasmas pueden ser: espíritus que me siguen, memorias o influencias. Trabajé con ciertos patrones para los riffs del disco, que son una homenaje a varios artistas, algunos aún vivos. Así como en el trabajo vocal donde me interpreto a mi mismo pero en diferentes personajes. Son creo más que nada momentos que me han dado placer en la vida
. (Gaahl)
Gold – Why Aren’t You Laughing? (Artoffact Records)
Gold es hoy en día, una de mis bandas de cabecera. Dos años después de Optimist, -que de igual manera formó parte de mi Top-, en abril llegó Why aren’t you laughing?para acompañarme desde entonces. Esa capacidad de transmitir su música, escuchándolos en cualquier lugar, e identificarse por ejemplo con He is not, que recuerdo se adaptó a un momento que vivía. Con diferentes influencias, desde heavy, shoegaze, alt-rock, occult rock, doom e incluso black, la banda nos ofrece canciones melodiosas, riffs muy pesados y una sobresaliente composición. Una mezcla que, quizás para algunos es difícil de entender o incluso de respetar – como lo presencié en un concierto de black metal donde tocaron- para otros, nos es simplemente irresistible, como su corto pero memorable show en el Hellfest. La melodiosa voz de Milena con su característico y sigiloso performance se complementa con las pesadas guitarras y el intenso headbanging de los demás, a la cabeza de Thomas Sciarone (ex-The Devil’s Blood).
La muerte siempre ha sido parte de mi vida y de diferentes formas, en la pérdida de un familiar o un amigo, como una solución o una razón para vivir. “He ist not” se trata de perder a alguien y lidiar con ese vacío y el absurdo de seguir viviendo, mientras no lo está.
(Milena Eva, Gold)
Health – Vol. 4: Slaves of Fear (Loma Vista)
En esa constante e incesante búsqueda de nuevos sonidos, Health y su disco Vol. 4: Slaves of Fear entró literalmente por la ventana a esta lista. La banda de Los Angeles empezó haciendo un noise rock con raw synths, con voces depresivas o como ellos lo denominan Melodias zombies o cantos gregorianos no necesariamente para ser una banda scream noise
. El sonido inusual de la banda puede atribuirse en parte al uso del Zoothorn, que es una permutación del micrófono y el pedal de la guitarra, y un sonido atonal ocasional sin una estructura simétrica. Con 15 años y un respetable currículum: siendo teleneros de Nine Inch Nails, colaboraciones con Pertubator, Youth Code y Xiu Xiu, producir canciones para videojuegos y series de televisión.
Con este su cuarto disco, la banda explora un lado más pesado, uno que como rockera/metalera me enganchó al tiro, es un álbum lleno de distorsión sónica y drives mecánicos, que muestra el conocimiento de la banda sobre los sintetizadores y las guitarras. Su sonido heavy asistido electrónicamente contribuye a su definición de hard rock que nació desde sus inicios, escuchando rock clásico y mutando a lo que es ahora.
Si no puedes ver el video, haz click aquí.
Tenemos una obsesión de toda la vida con la música pesada. Digamos que te gusta mucho Sabbath, esa “mierda” ya se ha hecho y realmente muy bien. Así que queríamos descubrir cómo tener nuestra propia vía para aportar algo que sea [una] novedad … agregandolé cada vez más “dog”, una forma de comunicar música que sea más agresiva, oscura y pesada.
(Jake Duszik, Health)
King Gizzard and the Lizard Wizard – Infest the Rats’ Nest (Flightless Rec.)
Si hay una banda que produce un montón de discos y videos que hasta parece ridículo, es sin duda King Gizzard and the Lizard Wizard, ¡¿cómo grabaron cinco discos solo el 2017?! Y no es una banda de grind/punk con 20 temas cortos, ya ese año nuestro invitado Bern puso dos de ellos en su lista. Este año “solo” sacaron dos discos, Infest the Rats’ Nest y Fishing for fishies, del que mi tema favorito es Cyberboogie. En este álbum, la banda de Melbourne, Australia, conocida por hacer rock psicodélico, stoner, heavy metal, thrash etc. con sus ya característicos tonos de garage rock; logra un menjunge sin igual, están dementes. Este disco, producido a través de su disquera, está muy bien ejecutado y mientras lo escuchas a momentos te da la impresión de que tu tocadiscos subió las revoluciones y pasa tan rápido que no te da el tiempo para reaccionar, luego las baja automáticamente, te relajas y vuelve a empezar el ciclo. ¡Es simplemente genial! y el tema There is no planet B se adapta perfectamente a la realidad. Muero de ganas de verlos en vivo.
El lado A trata sobre los problemas actuales, especialmente el desastre ecológico, y se desarrollará en un futuro cercano, y el lado B trata sobre la historia de un grupo de rebeldes que intentan asentarse en Venus. después de ser obligado a abandonar la Tierra.
(Stu Mackenzie, King Gizzard and the Lizard Wizard)
Misþyrming – Algleymi (Norma Evangelium Diaboli)
Luego de su álbum debut Söngvar elds og óreiðu en 2015, esta banda ha logrado en unos años lo que otras no logran en muchos, en parte quizás porque provienen de la increíble escena islandesa, -rodeada de un increíble entorno natural, tan vasta y con tan pocos habitantes-, de la que soy una fiel seguidora. También porque son músicos con experiencia, integrantes de bandas como: Svartidauði, Naðra, Carpe Noctem y colaboradores en otros proyectos, no me canso de verlos en vivo. Algleymi, es un disco muy diferente al debut, más crudo y caótico pero no menos brillante, la banda ha desarrollado su sonido a un estilo mucho más complejo, controlado e incluso refinado. Es una evolución donde las canciones son igual de rápidas y agresivas, pero ahora hay una capa adicional de atmósferas oscuras y el trabajo de la guitarra toma más protagonismo en forma de melodías y riffs que Misþyrming no había mostrado antes.
Musicalmente me gustaría pensar que “Algleymi” habla por sí mismo, más que mil palabras. En esencia, hago rock and roll directamente desde el corazón. Me gustan tanto los golpes fuertes como los feroces blast beats, así como los rápidos snare rock beats a lo Dissection, cualquier cosa capaz de provocar el fuego dentro de mí. Temáticamente, el álbum imagina una sociedad rencorosamente desviada. Habiendo sido escrito para vinilo; el lado A tiene un enfoque macrocósmico del tema, examinando el colectivo, mientras que el lado B se concentra en el individuo y cómo se relaciona con las masas.
(DG, Misþyrming)
Our Survival Depend On Us – Melting the Ice in the Hearts of Men (Ván Records)
Our Survival Depends On Us u OSDOU es una banda formada a finales del anterior milenio y radicada en la ciudad austriaca de Salzburg, cuna de Mozart. Melting the Ice in the Hearts of Men, su cuarto álbum, salió a principios de 2019. Son cuatro canciones, que empiezan con Galahad, un tema atmosféricamente denso y cuando se escucha la voz del invitado, Alan Averill (Primordial, Dread Sovereign) todo toma un impulso y es absolutamente emocionante como antesala de la grandiosa Gold and Silver, -la increíble producción de su video se convierte en un cortometraje-, que cuenta además con la participación de V. Santura (Triptykon, Dark Fortress) en la poderosa guitarra. Siguiendo con Song of the Lower Classes, donde más actual que nunca son adaptados los textos de Ernest Jones de principios del siglo XIX; para cerrar triunfalmente con Sky Burial. En este disco se funden: sonidos industriales con guitarras limpias, melancólicas y distorsionantes. Son pocas las bandas que le ponen este tipo esfuerzo y creatividad a su trabajo.
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Se dice que cada luz es seguida por una sombra. En estos tiempos de autoexpresión, egos y consumismo… una mirada a los ojos de las personas revela lo importante que es el título de este álbum. Sus lámparas son negras y frías, el fuego chispeante de la vida está congelado en el fondo. Rebaños enteros se encuentran como zombies caminando y mirando al abismo…
(Bartholomäus Resch, OSDOU)
Schammasch – Hearts of No Light (Prosthetic Records)
El viaje espiritual de los suizos Schammasch no se detuvo en 2019. Hearts of No Light es una progresión natural de sus discos anteriores. Más complejo, con más profundidad, se toman su tiempo cuando es necesario y tocan rápido cuando es apropiado. Nunca les importaron las limitaciones del género. Pero este álbum no convencional podría ser más para los fanáticos, tal vez no para alguien que no conoce Schammasch y que aún así trata de meterse ¡en la propia dimensión de su música! Experimentarás una perpetua piel de gallina y repetidos escalofríos por la columna vertebral mientras escuchas este disco, serás absorbido por la vasta atmósfera de esta creación después de las primeras canciones. Una experiencia de ensueño, de confort y pesadillas: tiempo para reorganizar tu mente, tiempo para diferenciar lo que es importante de lo que no. Una cosa es segura: el oyente sigue siendo la parte más insignificante en esta dimensión desplegada, que se arremolina en tu mente.
Thronehammer – Usurper of the Oaken Throne (The Church Within Records)
El primer álbum de la recién formada, e internacional, banda Thronehammer, pinta imágenes instantáneas en tu cabeza de batallas bárbaras, ¡hombro a hombro junto a Conan y Obelyskkh! Sí, eso se debe a que Stuart West (ex-guitarrista de esta última) interpreta sus retorcidos y desgarradores riffs, además de los teclados en el disco, siendo este un proyecto que él empezó en 2012 y que finalmente se puede disfrutar en vivo, los vi dos veces este año, en tour junto a Lord Vicar y en el Hammer of Doom. Junto con Kat Shevil de Uncoffined y Winds of Genocide, la banda celebra el epic doom que le da un nuevo significado a ‘épico’ y también ¡un nuevo significado a ‘doom’! El sonido es muy parecido a los héroes de los 80 como Candlemass, Reverend Bizarre, Solitude Aeturnus o incluso Bathory, pero con elementos modernos de sludge doom. Kat hace que el disco sea aún más dramático con sus brutales gruñidos de tanto en tanto. Aún así, Usurper of the Oaken Throne es un disco de doom, necesitas tiempo (más de 70 minutos) y paciencia (duración de las canciones de 10-20 minutos), pero de un poder imparable que va aplastando todo en su camino. ¡Ponte tu chaqueta de batalla, nunca dejes de hacer headbanging y levantar esos puños mientras la esencia del Metal bombea por tus venas!
Describiría nuestro sonido como un heavy doom, con muchos riffs y hooks que se incrustarán en tu cabeza como un tremendo golpe de hacha en el cráneo. Es aplastantemente pesado, oscuro y épico.
(Kat Shevil Gillham, Thronehammer)
Tool – Fear Inoculum (Tool Dissectional)
Más allá de lo que los seguidores de estos veteranos del alt prog esperaban de este álbum, luego de 13 años de ausencia, y el bombardeo de criticas, buenas y maleas; yo pretendo más bien limitarme a los hechos, Tool “es” una de las mejores bandas contemporáneas. Luego de tanto tiempo, por lo general las bandas, son simplemente olvidadas. En este caso se mantuvieron intactas, no solo las huellas de anteriores trabajos sino que se creó una leyenda detrás de ella. Más allá de todo ese círculo mainstream que los encierra, son músicos muy profesionales y cada uno a su estilo, demuestra con creces su talento. Ninguno pretende sobresalir sobre otro, -en vivo Maynard J. Keenan permanece al lado de Danny Carey todo el tiempo-, ya que la banda, el show de luces y proyecciones, son todo uno solo. ¡Es uno de los mejores shows que he visto en mi vida! Una suerte realmente verlos tanto en el tour como en el Hellfest, experiencias diferentes una de la otra pero igual de increíbles. No solo siguen en la cúspide, pueden hacer lo que quieran y no importa ¡es Tool!
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Me gustaría poder decir que nos llevó 13 años, no hay nada malo en eso. De hecho, lo apuramos un poco. La forma en que escribimos son todos jams y piezas que se juntan, a veces se escriben con la intención de ser una canción, y de repente el riff principal seis meses luego se convierte en un verso o un coro de otra canción. No tenemos a nadie en nuestra banda que sea como un compositor, así que todos estamos allí juntos, haciéndolo todos los días, y no sugiero esto a cualquier otra banda [risas], pero así es como lo hacemos, y así es como siempre lo hemos hecho.
(Danny Carey, Tool)
Varaha – A Passage for Lost Years (Prosthetic Records)
Varaha es una banda de la prodigiosa escena de Chicago y A Passage for Lost Years, es su álbum debut. Bajo el riesgo de no caer en una copia de sus influencias, muy claras por cierto, como antiguo Katatonia, Anathema y Agalloch, el disco incluye cuatro oberturas a cargo de The Oak Park & River Forest Symphony Orchestra y compuestas por Fabio Brienza; y reconocidos músicos invitados, entre ellos Nicholas Dellacroce (Bongripper), Bruce Lamont (Yakuza, Brain Tentacles, Correction House) y el productor Mike Lust (Russian Circles, Urge Overkill) que realizó grabaciones adicionales.
Para aquellos a quienes les gusta la música lenta, oscura o pensativa, esperamos brindarles un sonido que sea tanto oscuro como esperanzador. Está bien ser uno con la oscuridad, y también intentar alejarse de él. Al final, simplemente esperamos que el oyente cierre las cortinas de su habitación, del mundo exterior y en nuestra música pueda encontrar algún tipo de conexión… un poco de consuelo o respiro; de descubrir recuerdos perdidos de viejos y descuidados tiempos… o una oportunidad de enfrentar eternos demonios internos, mientras miran hacia atrás desde el espejo frente a ellos.
(Fabio Brienza, Varaha)
Villagers of Ioannina City – Age of Aquarius (Mantra Records)
Proveniente de la ciudad griega del mismo nombre, Villagers of Ioannina City ha progresado bastante los últimos años, -los vi en el Freak Valley 2016-, su estado final se manifiesta con este su trabajo Age of Aquarius. Este álbum tiene un poco de todo, principalmente heavy rock, también muchos momentos psicodélicos y elementos folklóricos muy atmosféricos, lo que lo hacen muy auténtico, al usar además instrumentos clásicos griegos. La composición orgánica conjunciona todos estas partes sin llegar a ser demasiado o muy distractivo. Escucha este disco, si te gusta bandas que de alguna manera se relacionen a Pink Floyd (como Crippled Black Phoenix), si disfrutas algo de Hawkwind, Cult of Luna o Soundgarden. Este disco difunde fácilmente una sensación reconfortante en tu mente y también tiene suficiente peso para los headbangers por ahí. Napalm Records se enteró recientemente de la banda, y lanzarán las copias en físico de este disco muy pronto. Espera grandes cosas de Villagers of Ioannina City, como las vistas con muchas otras bandas griegas.
Age of Aquarius es un álbum que estuvimos trabajando durante más de una década. Es un viaje con muchos paralelismos y significados. Un viaje de la noche al día y de la oscuridad a la luz. Ni siquiera importa si realmente estamos en la Era de Acuario o no, el tiempo no existe. Tienes que preguntarte y buscar las respuestas en el fondo. ¿Qué pasa si ahora es el momento de un cambio? ¿Cómo te imaginas esta nueva era? ¿Cuál es tu sueño? ¿Qué hay que hacer y qué hay que cambiar? Si tendrías la oportunidad de comenzar de nuevo, ser testigo y participar en un gran cambio, ¿qué harías? Me hice esas preguntas y la Era de Acuario está aquí para mí.
(Alex, Villagers of Ioannina City)
En una segunda parte de lo mejor del 2019 compartiré además otras recomendaciones, como ya es mi costumbre, que por otra una u otra razón no están presentes en esta lista pero que sin duda merecen ser mencionados. Además los invito a leer las listas de todo el equipo Abismo, incluidas las de los invitados que tenemos para este año. Cada una muestra los gustos personales del autor y estoy segura de que encontrarán, al igual que yo, muy buenas recomendaciones. Todos hemos invertido tiempo para compartir, nuestra gran pasión por la música.
Bien tu primera parte Krups! Y además de los discos que coincidimos, me gustó ver al Gold y al Schammasch, muy buenos discos. A los que debo entrarles urgente, son los Villagers of Ioannina, a los Varaha y a los Health.
Abrazo!