2019 ha sido un año de significativos y contundentes sucesos, procesos y cambios; en mi vida personal, en la de otros (para bien o mal) y más notoriamente en el país. Un año extraño, un tanto difícil de balancear pero del que me quedó la premisa de que hay que saber discernir con firmeza y claridad lo que realmente importa, y lo que es verdadero de aquello que no.
Cómo algunos saben hace un tiempo dedico ésta última temporada anual para enlistar mis discos favoritos, así que cómo además me propuse el reto difícil pero fascinante de hacer un listado de los mejores discos de la década, el cual estaré publicando pronto, éste listado de 2019 será más conciso. Cómo siempre aclaro que esto no es más que una lista totalmente personal, ósea todo lo acá vertido es pura opinión, pasión, locura, idea, mierda mía y nada más.
Empiezo por una linda sorpresa y de ahí vamos con 15 discos elegidos a modo ranking:
Elder – The Gold and Silver Sessions
No lo incluyo propiamente en la lista de discos porque es un EP, pero me era importante hacerlo ya que Elder es una de las bandas más importantes de ésta última etapa de mi vida. De entrada es notable toda el aura que irradian éstas tres canciones, más inclinadas y rebosadas en un sonido krautrock y una atmósfera más apacible, casi nada distorsionada y ausente casi en su totalidad de sus característicos e intrincados riffs y desarrollos instrumentales progresivos-stoner para desplegar en media hora un trance instrumental orgánico hipnótico preciosista. Una verdadera sorpresa previo al próximo disco que preparan para el 2020.
15. El Jefazo – Simbiosis
14. Eruca Sativa – Seremos Primavera
13. The Lennon Claypool Delirium – South of Reality
12. Nebula – Holy Shit
11. Opeth – In Cauda Venenum
Particularmente la etapa progresiva de Opeth me parece bastante interesante hasta cierto punto, porque me pasa que con mucho del rock-progresivo-más-tradicional-como-estilo-musical termino en el hastío y aburrimiento. Sin embargo éste In Cauda Venenum debo reconocer que me ha encantado y cautivado y es que me es difícil explicar exactamente que lo diferencia de sus predecesores, tal vez sea la adecuada mesura en la virtuosidad instrumental, o una vitalidad y frescura inusitadas que me hicieron percibirlo interesante con ciertos segmentos realmente memorables y lindos. Cómo sea, tal vez incluso sea un simple asunto de percepción.
PD. El disco tiene una versión cantada en inglés y en sueco, recomiendo definitivamente la última.
10. Pelican – Nighttime Stories
Pelican es una de mis bandas favoritas en ese universo de hacer música cinemática la cúal en su caso describiría como: “los sonidos de vastos y desolados paisajes agrestes”, entendido de esa manera en Nighttime Stories existen pocos momentos time-lapse de calma a tormenta, es cómo si habrían asumido en muchos casos una actitud al grano en los que se han avezado en picada a las proximidades de volcanes en plena actividad voraz y sus consecuentes tsunamis y calamidades y de ello hicieron canciones, es en mucho tiempo uno de los discos más pesados que han hecho.
9. Foals – Everything not saved will be lost Pt.1
No soy fanático de las etiquetas generalizadoras en la música, pues creo que delimitan y constriñen los oídos de la mente muchas veces y ello genera prejuicios. Por ello es que tengo un aprecio muy especial y particular por ésta banda ya que siempre han transcurrido su propio camino y hacen lo que creen deben hacer. Foals son para mí una banda indescriptible en esa manera tradicional, talvez si tuviera que hacer referencia sobre su música sería: rock bailable indie o una pavada así . Everything Not Saved Will Be Lost Pt.1 es un disco riquísimo en ritmos y dinámicas conciliando de manera interesante y natural pop, rock, “pseudo-electrónica” y experimentaciones, donde cada detalle cuenta. Están en un punto muy alto y finísimo de su carrera.
PD: Aún no tuve la chance de oir la segunda parte, ni modo.
8. The Devil and the Almighty Blues – Tre
Ésta banda tiene una increíble capacidad para crear melodías y riffs memorables, mientras oía las primeras veces éste disco, tenía la impresión que esas canciones ya me las sabía de algún lado o que me sonaban demasiado familiares y creo que tiene que ver con que los Devil… tienen muy claro y establecido su sonido y estética basado en el hard blues-rock con tintes psicodélicos y aires retro, así que en cada nueva entrega van nutriendo más y mejor su propio legado basado en esas premisas. En Tre han alcanzado un cierto nivel de perfeccionamiento en las composiciones que automáticamente hace parecer éste disco, un clásico.
7. Pyramid – Mind Maze
Me es inevitable caer a la dulce tentación de los encantos del rock/jam en formato tradicional (un grupo de gente tocando en un cuarto en total estado de entrega y la sinergia única del momento grabada al vivo). Pyramid, por cierto que ¡tremendo nombre de banda!, provienen de esa resurgida tradición de bandas contemporáneas europeas que ejercen el rock instrumental nacido de la improvisación como impronta, sin mayores pretensiones, artilugios y artimañas que el sonido orgánico como libro sagrado, la cohesión musical, la fluidez, la honestidad y un camino común de ser pintores-transmisores de psicodelia en estado puro, crudo y real. Inductores a estados meditabundos. ¡Maravilla!
6. Monkey3 – Sphere
Monkey3 es la banda de rock espacial actual por excelencia y con Sphere han multiplicado la apuesta: el disco en su totalidad suena nítido, monumental, expansivo, lleno de detalles y matices, y con las mejores guitarras que les oí jamás. Los vengo siguiendo desde la década anterior y creo son una banda demasiado bien cohesionada, sólida y que a cada disco (exceptuando el vocalizado Astra Symmetry) no han hecho otra cosa que crecer y crecer en grande. Desde el primer segundo aventurarse en Sphere, es asumir un viaje sin regreso de proporciones astronómicas.
5. Chelsea Wolfe – Birth of Violence
Chelsea Wolfe es un alma sensible, sincera y mágica, y a veces ese tipo de seres especiales pueden decantarse por los senderos más solitarios, oscuros y siniestros; eso fué exactamente lo que pasó en sus dos anteriores discos (alucinantes por cierto) donde llevó su música (y a ella misma) a niveles extremos de opresión, oscuridad, tristeza y extrañeza.
Y algo pasó en su vida que pisó el freno del tormento sonoro y viró el volante de la denzura hacía un paraje con un panorama más amplio y calmo. Así es que como podría definir Birth of violence, un bello disco melancólico en su mayoría acústico en el que se atisba haces de belleza sin perder su oscura característica. Una de las voces femeninas favoritas mías.
4. Unkle – The Road Pt. II
UNKLE se convirtió desde hace ya varios años en el pseudónimo exclusivo de James Lavelle: productor, compositor y líder de éste proyecto que ensambla de manera perfecta y fluida música electrónica con música orgánica, analógica e intervenciones de invitados diversos, tan diversos como la música que propone en sus discos, “The Road Pt.II” es el segmento central de una trilogía que supone, según leí, un viaje por su carrera musical: pasado-presente-futuro. La refinación, elegancia, la atmósfera etérea y el ADN de la electrónica noventera inglesa se pueden rastrear en todo cuanto Lavelle realiza pero con la sazón y razón que solo alguien particular y visionario como él pueden hacer. The Road Pt.II es un gran disco para disfrutar en el amanecer del ser, un compilado de inyecciones sonoras solares.
3. Motorpsycho – The Crucible
Motorpsycho es un trío noruego activo desde los 90’s, yo en verdad supe de ellos hasta hace muy poco al ver su nombre en afiches de festivales compartidos con bandas que me gustan pero no fué hasta éste año que decidí prestarle atención a su flamante disco The Crucible y… pfff, que tremenda banda que me estuve perdiendo, pero así es la vida, la música, las oportunidades, los momentos y la suerte. Las cosas simplemente suceden.
Sin intentar explayarme demasiado “The Crucible” es un álbum compuesto por tres temas que en total redondean los 40 minutos. Fuertes reminiscencias a King Crimson, Jethro Tull, Yes y mucho del rock progresivo denso setentero, pero claro…. con un toque particular suyo que a su vez se entrecruza con la onda de bandas Stoner-Doom, dejos a ‘lo’ The Mars Volta, momentos jazz y demás locuras. Viajeros de territorios donde siempre existieron los seres elementales. ¡Discazo!
2. Villagers of Ionnina City – Age of Aquarius
Ésta joya de disco, que no debe ser más de tres meses atrás que descubrí por hermosa causalidad algorítmica del youtube, ha resultado ser el mejor nuevo hallazgo del año y ¡de los últimos tiempos! De proporciones estelares, magnánimas y sanadoras que me han dejado perplejo y han tocado las fibras más sutiles del alma vieja.
Un viaje que arrastra consigo una hermosa melancolía estelar y peculiar, con secciones ejecutadas por “gaitas” griegas que intervienen a ciertos momentos conjugándose con otros momentos más rockeros y de psicodelia densa, el disco nunca cae en la repetición entre temas y suena a la vez muy fresco, elevador y renovador.
¡Una belleza total!
1. Tool – Fear Inoculum
No deambularé mis palabras redundando las obviedades mediáticas sobre su historia, su relevancia como banda, los 13 años de ausencia discográfica, menos el sobre-análisis intelectual de sus composiciones y toda la mitología circundante a éste ¡Si!, fenómeno fenomenal que es TOOL. Simplemente diré que desde mis 13 años cuando vi el video de Undertow en MTV, por primera vez algo indescriptible sucedió en mí, de ahí ya en mi juventud y en mi cultivación individual como ser humano. Tool, sus letras e imaginario inoculado se convirtieron en una pieza fundamental en mi vida. Y es que para mí lo que han otorgado cómo música, trasciende la dimensión del sonido y se convierte en algo de latitudes demasiado poderosas, íntimas, transparentes, oscuras, espirituales y emocionantes.
Fear Inoculum es dentro de toda su discografía el disco más terrenal, lumínico y más “accesible” en el sentido de que siento se propusieron una conexión más directa y sencilla con el oyente y a la vez que se despojaron de cierta forma de esa incómoda e indescifrable rareza, el complejísmo abstracto lírico y oscuridad telúrica alienígena de previos discos; para asumirse como humanos y transmitir su energía desde un “tú a tú” (de Tool a tú).
No me malinterpreten esto no es para nada un álbum que (y menos en ésta era plástica de facilismo vacío, viciado y descarado), es importante aclarar, suene fácil, digerible, suave, liviano o convencional. Tool para quienes se han adentrado o vayan a hacerlo en sus profundidades, es un universo sonoro en sí mismo, complejo y mental pero a la vez también muy visceral y orgánico; una máquina que funciona como un gran continuum espiral, con una esencia tan sólida y nítida como el robusto tronco de un árbol que tiene como propósito: ascender hasta el cosmos y descender hasta el núcleo de la tierra por igual.
¡Superaron mis expectativas! siento que emergiendo de los impresionantes intrincados laberintos y tramados de instrumentos se puede vislumbrar su disco más preciosista y compilado de canciones más emotivas. ¡Gracias!
Nota de edición. Alvicho es un músico paceño, parte de la banda Caja Negra
Muy buena lista Alvicho, un par de coincidencias y discos como el de Motorpyscho que es bárbaro, el de la Chelsea que es otra maravilla; y mi interés en etrarles con todos a los Villagers y a los Foals.
Abrazo
¡Muy buena selección Vicho! tienes discos bien intersantes que quiero escuchar. Además de que compartimos discos muy importantes, me gustó ver al Elder, Pelican!, Chelsea Wolfe. O ver bandas como Monkey3 y Pyramid que disfruté ver mucho en vivo. Espero puedes compartir más artículos en el Abismo, saludos.