Scoria es una de las bandas de mayor trayectoria en la escena paceña, desde el año 1992 viene desarrollando esta mezcla de hardcore/punk/thrash/crossover de manera exitosa y laboriosa, con tres demos en los noventas, apariciones en diversos compilados y 4 álbumes de estudio: el Anti-Bolivia del 2000; el Sol del 2002; el Resistencia del 2004; y finalmente el poderoso Inmortal del 2018 que 14 años luego, y conformada hoy en día por Sergio Mendieta en el bajo, Pelu Larrazabal en la batería, Diego Calderón en las guitarras, y Edgar Mendieta en la guitarras y voces; retornaron con este su último trabajo.
Para este retorno, grabado entre 2016 y 2017 en los estudios Fuerte! Audio de La Paz por el So Myung Jung, la banda presento 10 canciones de las cuales dos son los excelentes covers, La Muerte del Genio con música del gran Nilo Soruco y letra de otro grande como Oscar Alfaro; y Malacun Wawapa de los Kala Marka, ambas complementado el álbum y que mantienen firme la identidad de la banda, aspecto que siempre me pareció más que destacable, necesario en nuestro contexto.
Con letras políticas y de crítica social, las ideas claras de groove y agresión, las demás canciones del álbum como Días de Furia muestran el sonido clásico de Scoria, mientras el Edgar mezcla los gritos de vena hardcorera con la voz limpia de manera precisa y justa al igual que las guitarras que se intercalan también con furia; Ocaso juega con las melodías y los tiempos haciendo del tema uno contrastado y equilibrado mientras llegan las oscuras nubes; Exclavo, tiene un maravilloso trabajo de guitarras, entre arpegios, riffs mortales y solos puntuales se determina el rumbo de la canción; Inmortal (de las mejores del disco) se acelera trepidante y rabiosamente con toda la fuerza de la banda; mientras que en Buitres las guitarras se alternan a puro riffs y la batería del Pelu sigue su infernal ritmo junto al bajo y ejemplifica la buena producción y equilibrio del disco.
Luz (otra de mis favoritas) continúa en la misma línea equitativa demoledora y melódica, mostrando toda la experiencia de la banda. Malditos es otro gran tema, donde se percibe todo el poder del adictivo riff. Finalmente, llega Mentiras con toda su melódica solución, conjurando y concluyendo este gran trabajo.
Un excelente disco, sólido y una prueba más de la consistencia de esta banda, una banda que se ha ido forjando y consolidando a lo largo de sus 28 años de experiencia y que esperemos no les tome mucho tiempo poder contar con otro trabajo de ellos, recomendado y como siempre, urdiendo su apoyo.