Hace cuarenta años, en una de esas historias absurdas, que por cierto me fascinan, un grupo de imitadores, liderados por el buen Rod Evans, vocalista de Deep Purple entre 1968 y 1969, dieron una serie de presentaciones en México, algunas terminaron en revueltas, pues se trató de un timo. Los conciertos fueron publicitados como el regreso triunfal de Deep Purple, aunque en realidad era una banda tributo con una vocalista invitado; cualquiera se sentiría cuando menos irritado y ofendido, el incidente me inspiro un relato, forma parte de un compilado de cuentos que espero publicar algún día si encuentro un editor o un mecenas, adjunto en enlace a mi blog personal: Buitres. Este video, es todo lo que queda del incidente.