Esto no es una noticia en sí, recuerdo haberlo escuchado hace unos meses, me pareció muy interesante, aunque tiene momentos muy raros; ya ahora me parece francamente genial. Esa última canción caló hondo en mi imaginario, es el tipo de música que me gusta: ruidoso, pero con esos elementos de metal clásico, melódico y brutal. El black puede ser muy aburrido, y no faltan los críticos, cuando las bandas se alejan de un canon arbitrario, de lo que algunos consideran el sonido verdadero, inmarcesible y eterno. Ya estamos muy lejos del true norwegian black metal, y creo que el cambio ha sido oportuno y necesario. La música es una ola que se mueve de manera muy orgánica, abarcando diferentes estilos e influencias.
Segundo disco, de esta banda procedente de Cracovia, tierra fértil del black contemporáneo, creo que es una de las cosas más interesantes que nos ha dejado el año, este 2020 que quedará grabado por siempre en los anales de la historia. No deja de consternarme, esas posturas intransigentes, que establecen de manera muy contundente lo que es y no es black metal. De cuando en cuando hay que dejar a un lado las etiquetas y disfrutar la música. Los demás son pavadas, los graznidos de adolescentes confundidos.