Un género que con los años se ha ido acomodando mucho entre mis gustos personales, pero también entre los gustos de los abismeros, y a medida que van pasando los años se acentúa aún más… Género que se convirtió en fuente de un montón de música que influyo, influye y seguirá influyendo a muchas bandas que seguimos.
No fue sencillo enmarcar esta lista de discos recomendados, entre esa delgada línea entre el metal progresivo y el rock progresivo, aunque para mucha gente la cosa sea sencilla, siempre hay peros a la hora de elegir los parámetros que definen estas cosas, es por ello que más que un top son sugerencias de discos que para mí son fundamentales, en un equilibrio entre discos clásicos fundacionales y otros más “nuevos” pero definitivamente fundamentales también. Evidentemente faltan varios discos, que seguro mis compañeros moradores del abismo incluirán algunos de esos, no olvidemos que esto simplemente es un juego, aquí algunos discos sin orden particular.
Magma – Mëkanïk Dëstruktïw Kömmandöh (1973)
Una locura de banda, los escuche y conocí por primera vez gracias a unas recomendaciones del mismísimo Mike Akerfeldt y la verdad me dejo seco. Lo que se nota con estos franceses en este M.D.K. es que es que es una banda muy grandilocuente, rítmica (a menudo con ritmos de 7/8), y en algunos pasajes y patrones de su música, repetitiva y lineal. Por lo general, las canciones continúan repitiéndose y basándose en un tema y luego pasan al siguiente. Las canciones utilizan constantemente campanillas, trompetas y flautas junto con la instrumentación estándar de rock. Este disco es en definitiva, una gran hazaña de música incomparable y que si estás cansado del mismo rock progresivo sinfónico que todos conocen, deja que este Magma entre y destruya tu pequeño mundo perfecto de música fácil de escuchar.
Rush – Moving Pictures (1981)
Otra de mis bandas favoritas del mencionado género, tres magos en una obra que quedara para la eternidad como un gran ejemplo de cómo el tecnicismo, el dominio de la composición y un toque completamente emocional se combinan de una manera excepcional. La obra instrumental es, como siempre, absolutamente fantástica; el trío juega maravillosamente con las contribuciones de los demás miembros de la banda con un gran sentido de unidad que evita que cualquier cosa suene como un sonido sin sentido. Hay tanta calidad en los arreglos y tal sentido en el complejo trabajo instrumental que todo se combina a la perfección. Al final, eso es lo que es este álbum: magnífico. Es lo suficientemente comercial para las audiencias de radio y lo suficientemente variado y complejo para el público del rock progresivo.
Pink Floyd – Animals (1977)
Mi disco favorito de este cuarteto inglés, que no necesita ni media presentación… Si bien es difícil en este tipo de bandas concordar en cuanto al favorito o mejor de su fantástica discografía, este Animals es para mí, un disco que posee una serie de condimentos que los hacen muy especial. La visión política del álbum es increíble; la música es una obra, al igual que la obra literaria un tour de force político. Este álbum se adentra tan profundamente en la psique humana que te deja atónito. Como álbum, el Animals es, por supuesto, siempre se trata de una cuestión de opinión personal; pero no solo el mejor álbum de Pink Floyd, no solo uno de los mejores discos que se hayan hecho jamás, sino también como un reflejo triunfante y pesimista del descenso del mundo al capitalismo.
Porcupine Tree – In Absentia (2002)
Porcupine Tree es de esas pocas bandas las cuales toda su discografía mantiene un nivel muy alto… y en ese maravilloso universo creado por Steven Wilson y compañía, este In Absentia cobra mayor valor todavía, ya que este álbum que logra emocionar, pero también nos hace sentir sensaciones inesperadas de arrepentimiento, inspiración e incluso miedo, un viaje increíblemente gris y a veces doloroso, pero que rápidamente cambia todo el estado de ánimo con decir al final, básicamente que todo estará bien. In Absentia demuestra ser una obra maestra moderna y progresista que vivirá durante décadas y décadas sin lugar a dudas.
Gazpacho – Missa Atropos (2010)
Gazpacho es de las bandas que con el tiempo fue adquiriendo una fuerza descomunal, y es que este grupo de noruegos a punta de esfuerzo y trabajo se ha ido ganando un sitial especial entre las bandas de rock progresivo que siempre tienen ese plus que las hace más grandes. Este Missa Atropos, no solamente es el disco con el que conocí esta banda, sino uno de mis favoritos de su discografía, la cual debería ser revisada en su totalidad y en la cual expresan toda su capacidad de entender y expresar la música. Missa Atropos es impresionante en todos los sentidos de la palabra de principio a fin una obra de arte hermosa, oscura y melancólica. El álbum consta de 13 canciones, divididas en tres ‘movimientos’ divididos por interludios, con una serie de canciones más cortas que contrastan perfectamente con las tres épicas de más de 7 minutos. Un disco que también debe ser escuchado de principio a fin.
Steven Wilson – Hand Cannot Erase (2015)
Una de las cabezas de los maravillosos Porcupine Tree y uno de los músicos más influyentes de nuestros tiempos. Este Hand Cannot Erase es de principio a fin un disco que suma emociones diversas, un disco que muestra momentos de sutileza sorprendente mientras regresa a los géneros de sus otros trabajos. La progresividad todavía está ahí, por supuesto, pero este combina influencias modernas y melodías más pop con su complejidad característica en una de las escuchas más agradables y fáciles de digerir de su extensa carrera musical. La presencia de nuevas influencias, como la electrónica y el pop, mezclándose con los estilos de rock más progresivo. A medida que cada canción encarna su propio viaje singular, desarrollan una calidad espeluznante e ingrávida, hasta que una repentina explosión de sintetizadores y guitarras te saca del borde del abismo antes de pasar a una jameada progresiva completa. Mi disco favorito de su etapa solista.
Oceansize – Frames (2007)
Una de mis bandas favoritas de rock progresivo, y un disco al cual le hice un especial allá por el año 2016; donde mencionaba que Oceansize hizo de este disco, una escucha cautivadora que combina la afinidad de la banda por el compás mixto con melodías memorables, la adición de coros, cuerdas y todo tipo de sonidos de sintetizador, donde se evidencia que este Frames tiene gran variedad de elementos. Desde el típico rock progresivo a la Oceansize, hasta sonidos mucho más atmosféricos, que demuestran que pudieron extender sus influencias a muchos sonidos diferentes. La constante y agradable complejidad de su música lo convirtió en una de las escuchas más atractivas de la banda.
Genesis – Selling England by the Pound (1973)
Selling England by the Pound es la grabación de Génesis más satisfactoria y completa, yo sin ser gran seguidor de la banda, es más, a parte de esta joya, ubico mejor la etapa en la que Peter Gabriel dejo de ser el vocal para que Phil Collins cubra ese espacio y con ese cambio ellos mismos decidieran volver más pop su música, otra banda en definitiva… No obstante, dejar de lado a esta pieza de época que recuerda el pasado y, al mismo tiempo, es totalmente relacionada a su tiempo sería una barbarie. Es un disco elaborado pero controlado, de gran alcance pero enfocado, y logra una unidad, en palabras, sonido y especialmente sentimiento, que necesariamente lo ubico como una marca de agua dentro del género y posteriormente uno de sus mejores exponentes.
King Crimson – In the Court of the Crimson King (1969)
El disco debut de esta banda que cambiaría las reglas de juego de manera definitiva. Un disco que debe haber sido, con mucho, el álbum más experimental y progresivo de su tiempo, que revolucionó la música rock como esa obra maestra de progreso y magia. Un disco debut que básicamente definió el género de lo que llamamos “rock progresivo”. Irónicamente, la banda siempre ha negado la etiqueta “prog”; pero al contrario de lo que pueda pensar la banda, este impresionante álbum de cinco canciones y cuarenta y cinco minutos es, por supuesto, la verdadera definición del género de rock progresivo.
Dredg – El Cielo (2002)
Lo que hace de El Cielo un álbum clásico es su consistencia general, variedad y valor de repetición. Cientos de escuchas más tarde, todavía se encuentran nuevos rincones y recovecos en el álbum que añaden mucho significado. El disco tiene tantas sorpresas que simplemente es uno de los álbumes más completos y profundos de todos los tiempos. La banda perfecciona su atmósfera de ensueño a través de efectos de guitarra con mucho delay, líneas de bajo melódicas de tonos profundos, tambores atmosféricos y el hermoso tenor de Gavin Hayes, quien, a pesar de toda la variedad que encontramos en la música del disco, tiene dos constantes a lo largo de todo el álbum: La tranquila voz de Gavin Hayes que transmite un tono de nostalgia y pura emoción a lo largo de todo el álbum; y la fuerza impulsora detrás de toda la banda, Dino Campanella en la batería, que basa su interpretación completamente en las sensaciones, con una complejidad rítmica sutil, pero precisa. Otro disco perfecto de principio a fin.
Tool – Lateralus (2001)
Que más se puede decir de esta joya de una de las bandas más importantes de nuestra era. En este caso, se necesita tiempo para lidiar con Lateralus, mucho más que los setenta y siete minutos que dura todo este monumental disco; Y durante gran parte de ese tiempo, escucharas la batería, el bajo y las guitarras moviéndose en ciclos discordantes y marchas casi silenciosas. La mezcla es de adentro hacia afuera: el Danny y su percusión perfecta; el Chancellor y sus bajos que gruñen en primer plano; mientras el Maynard grita desde el fondo el rugido negro de la banda. ¿Y dónde está la resolución melódica y narrativa en esta oscuridad aplastante? En la maravillosa guitarra de Adam Jones? Es el todo, es el propio enfoque del disco, que pone todo su legado en perspectiva y empuja los límites de todo lo que implica con el quehacer de la propia música.
Kayo Dot – Hubardo (2013)
Otra de mis bandas favoritas del genero, con otra discografía casi perfecta, 9 discos a cual mejor… donde si bien se evidencian cambios estructurales debido a los cambios de line up bastante seguidos, la raíz de la banda es y siempre fue Toby Driver y su extraña y particular noción de música. Un disco que tiene todos los elementos que hicieron que ciertos aspectos de sus obras pasadas como Gamma Knife, Coyote y Dowsing Anemone With Copper Tongue fueran tan fuertes, con un concepto casi invencible y el pináculo de la maestría musical del grupo. Hubardo sobresale tanto en la ejecucion de sus composiciones, como en el tremondo album monolitico que es, esta obra de arte de rock vanguardista que reune la mencionada musica perfectamente concebida e interpretada y un concepto temático épico, que cubre los eventos de un meteoro chocando contra la Tierra de principio a fin.
Recomendación (bonus)
Polymoon – Caterpillars of Creation (2020)
Aprovechando esta pequeña lista de discos importantes de rock progresivo, como bonus quiero recomendar este excelente disco que esta nueva banda finlandesa llamada Polymoon y que con su rock progresivo psicodélico de este año debutan en grande. Un álbum que se sirve mejor entero. Un disco que por momentos claustrofóbico y oscuro, pero luego se abre con una melodía que trae consigo imágenes del sol atravesando los árboles al amanecer, mientras se viaja a través de la autopista cósmica hacia los reinos del espacio psicodélico el cual ofrece a sus oyentes una refrescante dosis de rareza lisérgica y un escape espiritual de la pesadilla de la tierra en 2020. Vale mencionar que el disco fue producido por el gran Jun-His de los poderosos Oranssi Pazuzu… y se nota…
Querido Machi!
Coincidimos con el Animals de Pink Floyd… también es mi disco favorito de la banda.
Y buena cosa ver en tu lista el Hand Cannot Erase… y respecto a Porcupine, pese a que es dificil escoger entre sus distintos discos uno que me gusta bastante es el Voyage 34.
Un abrazo a la distancia!
Gracias querido hermano! Si, ese Voyage 34 igual es muy bueno! No siempre es fácil escoger uno, ahí si prima la subjetividad.
Abrazo Gronchito querido!