Creo que ha pasado una eternidad; 1996 o 1997, era el tiempo en el cual yo también tenía una banda y simulaba cantar ante un micrófono. Tímido y escuálido muchacho, con las manos en los bolsillos de la chamarra, con la melena larga y grasienta, desparramada en la cara, disimulando el acné virulento que cubría cada resquicio de mi pálido rostro. Las noches en un bar, las noches en el Equinoccio de la Belisario Salinas, Sopocachi, barrio querido; vecinos con el Dieguex y nunca nos habíamos visto. Mi onda era más hippie bohemia, marihuano. De ese entonces recuerdo a dos bandas: Black Jack, con el buen Cacho Cisneros, hasta polera tenía, y Wara, banda a la que he mencionando en un par de ocasiones.
Es uno de los recuerdos más vívidos de esa juventud, perdida y desperdiciada en drogas y alcohol. Creo que fue la primera vez que vi a Wara en vivo y no recuerdo si fue antes o después de la presentación del Paqallqu (1997), en todo caso, comenzaron con esta canción, compuesta con el gran Koji Hisihimoto, y sigo sin entender por qué el folclore andino, tiene tanto éxito en el Japón. Y quedé maravillado, en ese momento, era la mejor banda del mundo; era la fusión perfecta, lo andino con el rock, e incluso con el metal. Ya pasan más de veinte años y la banda ha cambio mucho, quizás demasiado. El 2001, el grupo regrabó el mítico El Inca (1973), lo que no fue del completo agrado de Carlos Daza, quien se fue tirando la puerta, fundando su propia banda, Renovación Wara, que sacó un disco.
Después de algunas reuniones y un disco más en estudio el 2015, nuevamente se dividieron en dos facciones, y al parecer no habrá reconciliación entre Carlos Daza y Dante Uzquiano; este vídeo, de la biblioteca personal de ahora baterista Omi León, con su peinando tan bonito, le da nueva vida a la canción, sin desmerecer el aporte del extraordinario Jorge Cronembold. Me parece que fue grabando en un Megafest y si bien el sonido no es el mejor, resalta muy bien la contribución de la batería. Es mi homenaje al instrumento que acompaña, al instrumento del diablo