Pink Floyd es un mito, cuyo legado sigue en disputa. Muchas veces nos olvidamos que alguna vez fue un banda, y el aporte de todos sus miembros fue crucial para definir el sonido. Nick Mason es un gran baterista, pionero en la utilización de la doble pedalera, y por razones que desconozco su aporte en la banda ha sido minimizado. Cada quien reclama su espacio, y el baterista tiene su propia banda, en la cual se concentra en la etapa psicodélica, en esos primeros discos que ya nadie recuerda. En lo personal, prefiero esa etapa, es más espontánea, diversa y fascinante.
Recuerdo muy bien cuando salió el Division Bell, y fui a la tienda, lleno de emoción y expectativa, lo compré en casete, junto con el PULSE y el Dark Side of the Moon. Es lo que define gran parte de mi adolescencia y mis años bohemios, siendo estudiante de literatura. Pero mi fascinación por la banda comienza en 1988, cuando vi por primera vez el Live at Pompeii, en un canal local. Quedé impactado y muy impresionado. Esa imagen siempre quedaré en mi recuerdo, la banda tocando y el nombre estampado en los altoparlantes, ahí se delinea gran parte de mi percepción musical.
One of These Days, es una canción que adoro, es muy atípica en la banda, y el Meddle cierra la etapa ultra psicodélica y abstracta. Esta es la versión que más me gusta, con ese ruido de fondo, el título de la canción que parece en pantalla, ultra violento por cierto, y luego los bajos. Todo es absolutamente fascinante, los planos de la cámara, y la manera como Mason juega con los platillos, el golpe justo en el momento preciso, es lo que caracteriza a una buen baterista. Luego el hit-hat y los tones; esos redobles son muy propios de Mason, y le dan fuerza la canción, me encanta como suena.
Es la banda en toda su gloria y según lo que tengo entendido, no era intención del director darle tanto protagonismo al baterista. Se perdieron los planos de los otros miembros de la banda, pero no es ningún problema, es un justo homenaje; muestra bien que la banda funciona cuando los cuatro participan y se impulsan a ser mejores músicos. Es la etapa que más disfruto antes que el ego los hiera de muerte.