Green Lung – Black Harvest (2021)

Black Harvest

El rock muta, cambia sus ropajes y en hoy día se alimenta de la nostalgia, pero sigue saliendo buena música. A mí me llena de júbilo y regocijo, y esta banda me gusta; me atraen las referencias satánicas. Me causa gracia, es la única forma de abordarlo, con esa distancia crítica que nos confiere el humor. No es bueno tomarse las cosas muy apecho, genera fanatismo y otros ismos, siempre problemáticos, pues provocan intolerancia. La vida es cruda y cruel, la única forma de enfrentarlo es rockeando, cuando menos desde mi punto de vista. Por eso, el rock es un género festivo, y podría pasar el resto de mi vida escuchando este tipo de música.

Me agrada toda esta onda retro, porque es el sonido con el cual yo he crecido, Deep Purple y Black Sabbath. Green Lung combina muy bien ambas vertientes, con esas guitarras bestiales, esa batería colosal, y los teclados… siempre me cobijo en el sonido de Jon Lord, y apreció mucho a todas las bandas que rescatan esa influencia. El único reproche, que le puedo hacer al grupo es la voz, creo que necesitan un vocalista real, aunque todos sabemos que emulan al carismático Ozzy Osbourne, con ese tono tan peculiar e ideal para una invocación satánica. 

En realidad el satanismo, no es más que una religión pagana; y como todo rito, lo que promete es la revelación de una verdad absoluta, una causa que dé sentido a la existencia. El placer egoísta, por ejemplo, en oposición a al abnegado altruismo cristiano. Satanás es el primer rebelde, el primero en cuestionar la gracia del creador. La religión es una fuente de conocimiento, y las artes oscuras, una manera de eludir convencionalismos, pues ciertas prácticas fueron prohibidas, por diversas razones, aunque nunca desaparecieron del todo. Siempre hay curiosos husmeando lugares oscuros.

El cristianismo, se impuso como sistema político, pero todas las culturas tienen una raíz más profunda; comienza con esa relación entre el ser humano y el bosque, en Europa cuando menos, las supersticiones, hechizos, revelan el conocimiento profundo de lo que el bosque puede otorgar, sin dejar de lado la presencia maligna. Si te pierdes en el bosque, serás devorado por las bestias. Toda esta corriente musical se inserta en esto, en recuperar conocimientos perdidos, esa extraña relación que tenemos con las oscuridad, esos parajes recónditos que preferimos eludir, esos rituales de congregación con las muertos, invocaciones a los espíritus. Percibir la vida más allá de la muerte, rebasando el canon cristiano: infierno y paraíso.

Es la voluntad de poseer un conocimiento subterráneo, que solo un puñado de privilegiados logran percibir; por ello, las sectas y las sociedades secretas nos fascinan. Estamos inexorablemente atraídos por las representaciones del mal, los rostros de la bestia, nuestros instintos crueles, porque la sangre del inocente es lo único que puede calmar a la fiera, es el tributo a la divinidad, es el acto de sacrificio, con todas sus implicaciones metafísicas. No hay que buscar más allá de lo evidente, al mirarnos a los ojos contemplamos al diablo, la atrocidad que intentamos negar; la cosecha: muerte, hambre, plagas, guerra. Ahí radica la conexión emocional y por ello, este es uno de los mejores discos del año.

      

Sobre George

Politólogo, melómano, escritor...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *