Un año más, un año menos, qué importa ya. Las cosas se degradan y colapsan, en una ramificación de hechos parcos que colman mis sentidos. No hubo tiempo, nunca lo hay. Cuando menos haremos una mención a discos que he escuchado, no son los mejores, pero forman parte de ese vasto espectro que se teje en mi interior. Recién caigo en cuenta que no hay ni una sola banda latinoamericana, sigo la tiranía del algoritmo y tengo que romper esa tendencia.
Downfall of Mankind – Vile Birth
Me gusta lo sinfónico, me gustan las cosas caóticas y este disco me atrajo desde un inicio, estuvo rotando con cierta insistencia en mi lista de reproducción. Todo es virtual, todo es artificial y a ratos me olvido que el mundo sigue girando ahí atrás.
Xenotheory – Dawn of an Eyeless Realm
Viejo fanático de películas de terror, vi la portada y me dije por qué no. Es una historia muy complicada que se pierde en la voluntad de volverla racional; solo son unos bichos que matan. No necesitamos saber qué son o de dónde vienen, pero tal es su influencia que desbordan en el metal.
Tiwanaku – Earth Base One
Con ese nombre tan coqueto, imposible no verse atraído, y por convicción ideológica tienen que dar un concierto en Bolivia. Esto gira sobre esas teorías locas que establecen que Tiahuanaco fue una base alienígena, es la explicación rebuscada ante avances tecnológicos que no logramos entender.
Ånder – Nattehimmelens Fortellinger
El disco es una sorpresa tras otra; no lo veía venir y es muy diverso, y salieron dos este año, el primero es un poco más convencional, este es realmente algo que sobresale, entre tal cantidad de discos. De lo sucio a lo melódico, lo ortodoxo y la nostalgia, el folk y algo de suicidio.
Gaerea – Mirage
Esta es una banda consolidada, y una de las mejores de la escena contemporánea, es una vergüenza que no le haya hecho una sola reseña; sabrán disculpar mis falencias. De lejos, es uno de los mejores discos del año.
Grima – Frostbitten
Y esta es otra de las bandas que me cautiva, muy activa; le están dando duro al asunto. Sí mencioné a esta banda, en algún momento y ahora la sigo con mucho entusiasmo. Es un disco que no decepciona, el frío y la inclemencia, complicado vivir en Siberia.
Light Dweller – Lucid Offering
De las cosas más salvajes y brutales que he podido escuchar, es el sonido que yo busco, caótico y disonante, opresivo y ligeramente agobiante. Es también una banda consagrada, aquí no le hemos tirado mucha bola, aunque nadie puede negar su impacto.
Mock Execution – Killed By
Tenía que mencionarlo, a mí me gusta esa suciedad en el sonido; no entiendo bien porque me atrae. Es tal vez la fuerza primitiva, es una sensación similar a escuchar a la banda de tu amigo, en un garaje cualquiera y cuando estalla la violencia es casi imposible contener el mosh.
Molder – Engrossed In Decay
Metal en toda su grotesca gloria, esto es más para los fanáticos de la vieja escuela, ésos que siguen escuchando a las mismas diez bandas. Tiene un sonido y una estética muy ochentera, pútrido en esencia.
Undeath – It’s Time...To Rise From the Grave
Hay algo en el death metal clásico que me fascina, es esa saturación, esas voces profundamente guturales. Es la crueldad, el desprecio por la humanidad, es lo gore, las referencia a ese terror ochentero, con el cual crecí. Sentimentalidad afectiva y niñez derruida.
Ecchymosis – Psychopathic Concupiscence Towards Homicidal Lacerations
Aquí estoy haciendo trampa porque es un EP, pero esto es una cloaca, es una ofensa a todos los sentidos y por eso mismo me gusta. Es lo más turbio que he escuchado en años recientes. Esto es metal extremo, lo demás son pamplinas.
Encenathrakh – Ithate Thngth Oceate
Esto es de las cosas más caóticas y sin sentido que he escuchado. Esto ya rebasa todo lo entendible. Querías tu metal, pues toma tu música endemoniada. Esto no es para todo el mundo, es para un público turbio y medio tronado del cerebro, pero así soy y soy feliz. La más bella aberración de dios.
Naxatras – IV
Hagamos una pausa en la locura, retomemos el curso; el lado venturoso y casi luminoso del rock. Banda muy sólida, tiene excelentes discos, con este estilo yo me enganché con la música. No todo es brutalidad, también uno aprecia el otro lado del espectro, la exploración de las drogas recreativas.
Gnome – King
No importa cuán cansado esté, cuán decepcionado me sienta, la música siempre me reanima. De esto hice un pequeño comentario y lo que aprecio de esta banda es esa dosis de humor. No hay que tomarse las cosas muy en serio, no vale la pena hacerse mala sangre por nada.
Exaltation – Under Blind Reasoning
Ahora sí volvemos a la suciedad pútrida, al sonido cavernoso que me ha acompañado gran parte de mi vida. Es la fuerza, es lo bestial, es el rencor y la ira. Así me siento casi todo el tiempo, fuera de lugar, al borde de lo irreal, pero esto me contiene, me mantiene lúcido.
Decapitated – Cancer Culture
Tal vez es la banda más conocida de este listado y sin duda es un regreso con mucha fuerza, tras un notorio escándalo acaecido en 2017. Todos pensamos que era el final de la banda y aquí estamos, con un nuevo disco, un sonido ya familiar, aunque distante de las glorias de antaño. Se sostiene por su propia fuerza, aunque ya es accesible para las masas.
Wormrot – Hiss
Es un disco muy intenso, aunque lo que más sorprende es el sonido, muy diferente a la suciedad habitual; es melódico y cuando esto comienza es imposible detenerse. Es casi rockero en el fondo y contiene la fuerza bruta del punk crudo. Son mis pequeñas grandes obsesiones.
Vurvarat – The Inner Spear of Truth
Aquí también estoy haciendo trampa, es un EP y como bien dice la descripción del grupo esto no es rock and roll, esto no es cool, no es pegajoso. No hay banda, no hay sello, no hay escena, no hay conciertos, es pura catarsis. Al principio tiene mucho de black convencional, pero los coros lo cambian todo, tiene un ligero toque New Age.
Cosmic Putrefaction – Crepuscular Dirge For The Blessed Ones
El primer disco nos dejó quietos y el segundo no decepciona, esto sí es de las mejores cosas del año, aunque no tuvo el impacto esperado. Es una pena, porque es metal de gran calidad.
Worship the Pestilence – In Time Of Plagues And Obscurity
Lo tenía que mencionar por convicción ideológica y no tanto por filiación nacional, el chauvinismo es una enfermedad. El disco es muy bueno, el público escaso y la distribución limitada, pero en bestialidad, en producción, en calidad musical, esto compite en las grandes ligas.
Me encantan los tops del año y medio año porque es como una gran exposición de chocolates en una dulcería: uno no los conoce mucho, lee lo que puede y escoge uno según la motivación inmediata.
Me encantó la descripción sintética y precisa de cada disco. ¡Todos tan diferentes! Creo que muestran la diversidad que es el metal y cuánto puede resaltar algo para llegar a ser magnífico en sí mismo. Hermoso! Gracias por las recomendaciones!! 😀