«Everyone dies to break somebody’s heart». Un mundo, cinco años sin Lemmy.
Quizás sea mejor no contabilizar un saldo de lo sucedido en los últimos cinco años. ¿Seguía girando el mundo? Probablemente si. ¿Pero se siente así? No tanto, menos aún en el año 2020. La única constante en el mundo del heavy metal se vio comprometida.
Lemmy de Motörhead siempre estuvo presente de alguna manera en nuestras vidas. Una leyenda viviente, viviendo para tocar en vivo y de gira todos los años. Para que tus oídos y tu cerebro se sonrojen con música honesta de rock n’roll a un volumen increíble y exagerado. Si necesitabas poner lo pies sobre la tierra, Lemmy te traía de regreso al descenso, al honesto, al camino correcto. Motörhead siempre pateó traseros, nunca se vendió y no fue dictado por nadie. El modelo definitivo para las personas amantes de la libertad. ¿Quizás esto es lo que falta en la vida hoy en día?
Entonces, hoy es el día para celebrar la vida de Lemmy una vez más. Ya sabes con qué bebida acompañar. Probablemente conozcas todos los discos de Motörhead, tal vez incluso de Hawkwind o sus muchos otros proyectos. Puede que la vida nos quite gente, pero la música es inmortal.
Motörhead forever, Lemmy forever.