En 2020, muchos de nuestros recuerdos se quedaron varados en ese año, el mundo quedó paralizado y ahora estamos en guerra, Gaerea sacó su segundo disco. Por diversas razones, y puedo invocar cientos de excusas, no hubo caso de hacer un reseña, pero es uno de los mejores discos de black metal contemporáneo. Es una banda muy interesante; es pura fuerza bruta, pero con una calidad de producción impecable; y el sonido es una gran diferencia, en relación a cualquier banda.
Esto es black metal en toda la magnitud del género, sin concesiones ni edulcorantes, incluso la batería, muchas veces plana y repetitiva aquí adquiere otra dimensión, y le da mayor profundidad a las canciones. A mi me gusta más este tipo de black, algunos de los discos de los noventa son casi inaudibles, era parte del carisma de esa oleada, había que sonar mal, vamos a grabar las voces con audífono porque somos los más malos de los malos. Hoy en día el black es más una puesta en escena con un sonido mejor definido.
Es un manifiesto de la manera como ha evolucionado el metal, de la furia pura y simple hacia una elaboración musical cada vez más compleja con su toque malvado. El mundo está en crisis, aquí festejamos carnavales; yo sigo con mis actividades ñoñas, y si el mundo tiene que acabarse, pues espero paciente escuchando música.