Maozim IV – Los Ritos Negros de Antiguos Guerreros (2021)

Los Ritos Negros de Antiguos Guerreros

La guerra, el denominador común de la humanidad; si algo nos une, son los relatos que exaltan las glorias de un pueblo, el triunfo sobre un enemigo supuesto o real. El anormal, ese ser repugnante y nocivo que es necesario combatir. Ahí radica el fundamento del Estado, existe para brindarnos seguridad, para identificar al malhechor y ejercer justicia. Lo heroico, frente a lo mundano y de por medio el mito; fundamento narrativo en la construcción de una identidad colectiva. Primer disco de esta banda colombiana, que retoma gran parte del canon usual en el black. Dios de la guerra que se alimenta del sufrimiento, la sangre de los inocentes, la sangre del invasor, la furia y la devastación. Es una forma de encarar lo real, similar a la forma como organizo un texto.

Gran parte de las acciones humanas, están impulsadas por la creencia, obedezco al líder, a mi dios, a las fuerzas que mueven los engranajes del mundo. El culto, nos otorga un propósito, una razón de ser, una forma de obrar, acciones encaminadas para satisfacer los designios de la divinidad. Sectas; el inframundo. Detrás del telón; ahí donde conspiran esos seres que fraguan la realidad a su antojo. La guerra es una acción de lealtad; Secretos del Fuego Eterno, es la fuerza, es la brutalidad; es el rito que anticipa la devastación. El black es la rebeldía, la insumisión, el odio por esa religión que nos inculcan de niños; obedecer, amar a dios y sentir culpa por un pecado que ni siquiera logramos entender. Emperadores de Seol, es la promesa de la oscuridad, aquella fuerza que vengará todos tus padecimientos. A nivel musical es un cambio notable, con relación a la canción anterior, incorpora muchos elementos, una cadencia más lenta, secciones melódicas, aunque predomina la fuerza bruta.

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Colombia tiene una larga tradición blackera, y esto se inserta muy bien en ese legado de destrucción. El llamado astral a los círculos de la destrucción, es una liturgia a la inversa. Mientras los cristianos esperan el regreso del mesías, los satanistas esperan la consagración del señor oscuro. Creer en el diablo, es una afrenta a todos los valores con los cuales fuimos criados, de este lado del mundo; seguimos venerando la religión del conquistador, con mucho sincretismo, pero no deja de ser la expresión más cruda de la sumisión. Me gusta mucho jugar, con esa adoración al diablo, no por convicción, causa temor, cuando en realidad es solo una burla elaborada, de algunos ritos que considero arcaicos. La oscuridad mora tu ser, y es más real que cualquier prefiguración luminosa. La religión es vanidad, exalta virtudes sobre las cuales se esconden atrocidades. A nivel musical, el disco está muy bien construido es versátil, da giros donde no los esperaba, hasta el bajo tiene su momento de regocijo, Sentido bifronte; criatura ambivalente, el bien y el mal, negro o blanco, la realidad (si es que realidad hay) rebasa por mucho las categorías binarias. Todo es un poco más complicado de lo que siquiera pensamos.

Al leer todo esto, no dejo de pensar en las cosas que también intenté escribir; comparto las mismas obsesiones: el caos, la muerte, la oscuridad. Transmutación del caos; el orden es una ilusión, una mera impresión, crees ingenuamente que puedes controlar tu entorno. Es un simulacro de vida, tu rutina cotidiana; no puedes comprender la magnitud de las fuerzas que entran en juego, de la incoherencia que rige todas nuestras acciones; la voluntad deliberada de encontrar sentido, ahí donde solo hay desolación. Caminamos en la incertidumbre blandiendo una certeza: sabes que tu muerte está cerca. Cada paso que das te acerca a la tumba. Creer le da un sentido a tu vida, hace tolerable la existencia. Todas las canciones giran sobre la misma temática, ceremonias que justifican la crudeza de una batalla. Hay que morir por la causa; destruir al enemigo. El disco es un condensado de cosas que me gustan, en la música en general y es casi imposible ponerlas en palabras.

Cuán burdo es el lenguaje o cuán torpe son mis limitaciones. Es un disco largo, pero disfruto cada minuto. Tenemos una relación muy estrecha con la oscuridad; todos resguardamos secretos, esos lugares aviesos que ocultamos a la mirada de los entrometidos y que nos provocan pavor; nadie sabrá, o siquiera intuirá, de lo que eres capaz, de las cosas que hiciste, de las cosas que te avergüenzan. Todos compartimos una esencia perversa, gozamos con el sufrimiento, añoramos infringirlo. En las noches, en tu soledad, recuerdas y sientes odio, sientes repulsión por las cosas que hiciste; añoras vengarte, es lo que te motiva todos los días. Algún día la tendrás ahí, cara a cara, y podrás soltar tu furia. Nada tan placentero como causar dolor a ese ser repugnante cuya sola presencia es un insulto a tus nobles ideales. Religiones, fronteras, ideologías; en el fondo, tenemos los ojos cargados de rencor. Gran disco, ideal para animar fiestas que terminan en orgías oscuras. Orgía de muerte entre la estirpe de las bestias, eso lo dice todo; el rito, la guerra, y el regocijo ante la humillación de enemigo.

Es nuestra naturaleza, te cortaré en pedacitos y prepararé un estofado. Es un disco que explora diferentes elementos, es medio rockero incluso. Tiene melodía, tiene furia, tiene fuerza y es una invocación a la oscuridad; es genial. Y por lo visto, todavía me cuesta asimilar que estamos en 2022.

Sobre George

Politólogo, melómano, escritor...

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