La tensión llegó a un punto inverosímil y finalmente el resultado lo aceptamos con mucha resignación, la política siempre será un arte ruin y traicionero. Y ahora regresando a cosas más placenteras, la pasión aquí compartida, debo decir que quedé agradablemente sorprendido por este disco.
Después de un inicio un poco raro, que me recuerda al disco de Ygg, y la referencia no es casual, por la proximidad geográfica de amabas bandas. Una de Ucrania y la otra de Bielorrusia, antiguos Estados soviético convulsionados a nivel político, y en comparación nuestros problemas raciales, aquí en Bolivia, son chiquilladas. Al minuto y medio se desata el temporal, el granizo, como dice el Machi, esa furia decadente, con un dejo de romanticismo: la soledad, el individuo frente al acantilado, indefenso ante la arremetida de la tormenta. En la soledad nos acosa el miedo.
Del lado de las letras, no puedo decir nada, porque no entiendo qué rayos dicen; la segunda canción contiene esa fuerza épica e indomable, que tanto apreciamos en el black. Con un aire marcial innegable, lo interpreto como una suerte de batalla entre el individuo y los elementos, retomando la misma analogía romántica. Tratamos de domar a la bestia que llevamos en nuestro interior y sin embargo, el instinto de supervivencia siempre prevalece ¿estarías dispuesto a comerte a tus seres queridos para sobrevivir? ¿Cuán lejos puedes llegar, sin ninguna restricción moral?
Zamova comienza con un canto tribal opresivo, como una suerte de ritual maléfico antes de ser desgarrado por un riff casi monocorde, que lentamente va evolucionando, como una bestia que va adquiriendo confianza en la desolación del bosque. La canción combina muy bien elementos doom, con un rasgueo blackero inconfundible. Son canciones ideales para una meditación oscura; Bolivia me decepcionas, crees en el triunfo popular, en el rugir de las multitudes y sobre ti has desatado la plaga de la cual no podrás librarte; el pueblo sometido y confundido es quien suele elegir a sus verdugos. Es más fácil creer en el milagro del auge económico que asumir y enfrentar la triste realidad de una economía frágil; subsistimos con migajas.
Zhubnym Sviatlom, comienza con un riff frenético y sucio, para luego estallar con esa furia familiar. Sigo especulando, en relación a las emociones que me provoca el disco. La canción podría traducirse como perdiendo la luz y en esta batalla, entre el individuo y su entorno, el desenlace está saldado. Es una lucha vana, al final serás arrasado; nos aferramos a la vida inútilmente sabiendo que la muerte se impone. Llegado el momento, no eres nada ante la eternidad; creamos mitos y dioses en el único afán de escapar del olvido, y la oscuridad se yergue soberbia.
Tiene mucho carisma, el hecho que canten en el idioma nativo; el nacionalismo es una corriente usual en el black y alimenta las narrativas subversivas en ambos extremos del espectro político. El disco cierra con la canción que le da nombre, que significa zodiaco según tengo entendido. Supongo que el ser humano está condenado a fracasar y no importa lo que hagas o digas, una tumba olvidada es el único vestigio que dejamos atrás.