Disco debut de esta banda finlandesa, siguiendo esa larga tradición de brutalidad blackera. Tengo una historia relativamente reciente con el género; no lo entendía y lo escuchaba con muchos prejuicios. Es una de las virtudes de envejecer, uno adquiere una cierta perspectiva crítica. Y esto comienza como una ceremonia religiosa, el nombre del disco ya lo anticipaba y luego estalla la violencia más cruda, esa que me entretiene y me acompaña en los momentos más importantes de mi vida.
Exagero un poco, desde luego; es un sonido familiar, pero los teclados le dan mucho cuerpo a las canciones y cuando baja la candencia, esto se pone grandioso. La religión, el ardid para los incautos, es más fácil seguir directivas que tener la iniciativa; durante siglos, fue el mecanismo de sujeción y dominación privilegiado. La fe es ciega, y el creyente seguirá al pie de la letra las directivas del profeta. No hay posibilidad de razonar ni siquiera de objetar, se acatan las órdenes sin musitar. Es la reflexión que plantea el disco, siendo un viejo tópico en el black: destruir la religión cristiana. Aunque cualquier creencia infunde obediencia, seas marxista o satanista, en el fondo viene a ser lo mismo, sigues siendo un peón de un plan superior, el designio irrebatible, la verdad absoluta.
Slaves of the Puritan Lies, lo ejemplifica muy bien; creer cohíbe el pensamiento, la capacidad de discernir y razonar. Arrodíllate ante la gracia del creador, acepta la palabra, el Verbo divino que en su sabiduría absoluta sabe cuál es el camino que debes seguir. Verdad y mentira, son los artilugios del poder, de ahí la importancia del pensamiento crítico, verificar y corroborar el saber impartido. En estos tiempos inciertos, surgen también seres extraños que llevan el cuestionamiento hacia lo absurdo. No todo es parte de un complot, y un video tonto en YouTube, no refuta en sí mismo, todo el trabajo académico que se realiza día a día. Mucha gente no entiende, en qué consiste la investigación y el rigor que ello requiere. Es la era de las paparruchas, el resurgimiento de los profetas y en medio de la pandemia, esperamos el milagro.
Curse of the Divine Prayer, aprecio mucho los cambios de tempo en las canciones, y la forma como escupe las palabras, es muy similar al odio propio en toda religión. Yo tengo la verdad, los demás son herejes, estoy dispuesto a morir por mis creencias; el mártir, la sangre del inocente marca el camino hacia la redención. Desde hace algún tiempo ya, vengo reflexionando sobre la victimización, como un elemento intrínseco a la consolidación de poder. Es necesario asumir ese papel, para exculpar las acciones más atroces, es la mano de la justicia que ahora castiga al pecador. El dios de turno, el dios omnipotente que todo lo puede, con la sangre de los impíos vamos a fertilizar nuestras tierras. Derrocar al enemigo, destruirlo.
Into the Death’s Purifying Fire, el castigo es otro de los elementos constitutivos del poder, obedezco por temor al castigo, el miedo es disuasivo. En tiempos de pandemia, no faltan las voces disidentes que reclaman, estableciendo que el miedo al virus es la expresión más cruda de la tiranía, repudiando el uso del barbijo y de las medidas de bioseguridad. No hay miedo, en el fondo, simplemente hay que adecuarse a una nueva realidad. El mundo que conocimos ya no existe, el barbijo ya es parte de nuestros accesorios cotidianos, como lo son los calzoncillos, y no veo a grupos de enajenados reclamando por la virtudes de andar con los testículos libres dentro del pantalón. Son cuestiones absurdas, y en última instancia, la ignorancia nos va a matar.
Venomous Tongue, ignorancia y elocuencia, puede ser una combinación muy peligrosa. La gente se impresiona más con un video o con una explicación tonta, porque es simple; un buen orador te hará creer lo que sea. Esta canción es uno de los momentos épicos del disco, creo que es mi favorita, tiene esa grandeza y contiene mucha retórica, es casi una alegoría del charlatanismo. En un mundo en el cual ser coaching tiene certificación internacional, avalamos conocimientos precarios, generalidades que pueden aplicarse en cualquier momento y lugar, como escribir un horóscopo o dar consejos matrimoniales. Es una aproximación muy tenue a problemas complejos que preferimos ignorar porque es más fácil acatar un consejo burdo que no dice nada: conócete a ti mismo. El poder de la palabra, la capacidad de persuadir.
Omega Prophet, cierra el disco, el profeta es aquel que ve más allá de lo evidente, el ser que oficia de nexo entre realidades diferentes, la criatura extrasensorial que avizora el futuro. La maldición de la clarividencia, anticiparse a los acontecimientos sin nunca poder cambiarlos. No importa cuánto lo adviertas, nunca harán caso; estamos condenados al fracaso. Es un buen disco, después de todo, de momento solo está disponible en formato digital, y tal vez salga en formato físico dependiendo de la acogida. El metal subterráneo, aquel al cual solo acceden algunos curiosos, y ese es nuestro afán, buscar y compartir música.