Foo Fighters, es un pésimo nombre, así lo establece el propio Dave Grohl, nunca se le pasó por la mente que esto iba a convertirse en una de las bandas más influyentes en el rock. Era solo proyecto; estaba destinado a unirse a otra banda y seguir como baterista por el resto de sus días. Al proyecto no le fue mal; para salir de gira tuvo que armar una banda con Nate Mendel en el bajo, William Goldsmith en la batería, Pat Smear en la guitarra y fue todo un éxito. Para el segundo disco, The Colour and the Shape, las cosas fueron muy distintas, es un esfuerzo grupal, aunque Grohl no estaba satisfecho con el sonido de la batería y regrabó casi todas las pistas. Goldsmith se fue ofendido, cualquiera se habría sentido insultado, porque Grohl lo hizo a sus espaldas; podían haberlo discutido, pero la banda se fue sin él, a grabar. Poca gente se acuerda del incidente y casi todos asumen que Taylor Hawkins fue el baterista desde un inicio, pero mientras los Foo Fighters estaban de gira, Hawkins ya llenaba estadios con Alanis Morissette.
Con el tiempo, los roles se invirtieron y los Foo Fighters se convirtieron en un fenómeno de masas. La muerte de Taylor Hawkins nos dejó consternados, en medio de una gira, en condiciones muy extrañas, no estoy muy seguro si la banda lo podrá asimilar. Todos recordamos el suicidio de Kurt Cobain, y para Dave Grohl, Foo Fighers fue su escape, la forma de lidiar con la muerte de un amigo, de su banda y quizás de su carrera. Nirvana, fue la banda más importante a principios de los noventa, estaban en la cima de su popularidad; fue un golpe muy duro. Es como volver a revivir ese momento, es un amigo, un compañero y una pieza crucial en la banda. Enfrentar la muerte, siempre será un momento doloroso y peor en estas condiciones. Cuando es el resultado de una enfermedad o vejez, uno puede prepararse, pero nadie está listo para enfrentar una muerte súbita. Todo queda en un veremos, en una posibilidad, de momento queda la música y hay que disfrutarla.
En 2008 salió este video, y tal vez es el pináculo de la banda, el estadio de Wembley, un lugar tan legendario, fue un momento para celebrar, el documental Back and Forth, cierra con esto, el concierto, la expectativa, el nerviosismo, un sueño cumplido, quién iba a pensar que el baterista de Nirvana se convierta en un rockstar, un lugar que Cobain nunca quiso asumir. Esta es una canción del tercer disco, cuando la banda ya estaba consolidada, aunque la canción es más una excusa, muestra bien la manera cómo los músicos interactúan, es un gran testimonio y uno de los mejores discos en vivo. Hawkins tiene un sonido muy peculiar y la forma como construye su solo, es muy interesante; es la banda en toda su gloria y es lo que queda para la posteridad.
