Saltamos varios años y nos encontramos con The Devin Townsend Project, una especie de renacimiento de Townsend. Un proyecto de cuatro capítulos donde Ki es el primero de la serie y el segundo Adicted está por salir este 17 de noviembre con el masivo aporte de Anneke van Giersbergen (The Gathering, Agua de Annique) como vocalista par. Son este tipo de contribuciones las que despiertan la curiosidad sobre lo que vendrá.
De hecho, los pocos aportes de la voz femenina en Ki son espectaculares y llenos de sentimiento. Pero en realidad las diferentes voces de Townsend y sus rasgueos acústicos o de leve distorsión dominan el paisaje, acompañados de pianos y punteos a la Pink Floyd. Armonías que curiosamente en una parte del disco incluyen un trivial sentimiento casi “country”, desenvolviéndose en algunos picos de agresividad controlada. Con este material Townsend muestra su faceta más relajada, ambiental y melódica.
A los más radicales les advierto que no llega a los niveles de locura extrema a los cuales uno sabe que este señor puede llegar….. pero no se desanimen lo más probable es que nos llevará. Todo es parte del camino. Por ahora tenemos un trabajo relajado y moderno de rock progresivo que deja la puerta abierta a las siguientes etapas. Si lograra mantener o mejorar la calidad del producto en ellas, nos esperan muy buenas épocas.
La producción y la sintonización son impecables demostrando los años de experiencia en el campo. Así que si disfrutas de riffs progresivos, arpegios etéreos y un mensaje insólito pero cálido, esto te gustará. Entre varias canciones favoritas, Terminal se destaca. En un disco que sólo él pudo haber hecho.