La identidad, fórmula o característica principal de “New Moon”, es la misma que esta banda viene desarrollando a lo largo de su carrera, es decir: voces guturales y limpias interactuando en pasajes melódicos doomeros, liderados por guitarras y acompañados de la base rítmica pausada que establecen la batería y el bajo. Todos sus temas se dejan llevar por progresiones que eventualmente llegarán o no a su pico, aunque esto tome tiempo y paciencia. Pero como en todo, para entender la propuesta sólo queda meterse en esta. Más aún teniendo en cuenta que la clara línea que separa a las bandas que se vuelven tus favoritas, de las que no lo hacen, son las que se dejan entender y logran conectarse con la subjetividad que prima nuestros axiomas.
Ya desde These woods breathe evil, uno puede imaginar cómo vendrá el disco, pero a medida que se va desenvolviendo uno puede llegar a percatarse de que mucho cambio no hay, siguen estando ahí todas las tonadas lentas y melódicas de sus anteriores y consistentes trabajos. New Moon, Weight of the dead, Lights on the lake (Part III) y Falling World, son canciones que muestran el nivel compositivo de Swallow the Sun, el cual es bueno y debidamente conjugado, pero que al final no llega a convertirse en una fuerza que mueve.
Lo que si le agradezco a Swallow the Sun y su “New Moon”, es que pude cuestionarme de nuevo, acerca de que si mantenerse en un camino conocido y seguro, es mejor que experimentar y buscar nuevos derroteros. Desde hace algún tiempo ya, creo que la segunda opción es la interesante y la más natural.