Deafheaven – Ordinary Corrupt Human Love (2018)

Ordinary Corrupt Human Love

Deafheaven no solo es una banda controvertida, genera una verdadera cisura entre dos campos irreconciliables. El Roads to Judah, se me pasó por alto, y es un gran disco, valga la aclaración; el Sunbather, fue un seísmo de proporciones casi bíblicas, ocasionando encendidos debates y copiosos intercambios de insultos. Desde su portada rosa, sacudió los fundamentos místicos del black, blasfemia para los blasfemos, pero qué sería del arte sin esa dosis de insidiosa picardía. Han pasado cinco años, y el debate continúa; aquí en las profundidades del abismo, le dimos respaldo al disco.

El New Bermuda, volvió a generar polémica; en ese entonces lo recibimos con más recaudo, pero tampoco es mal disco, y de hecho lo escucho muy a menudo. La verdad, no entiendo por qué se genera tanto odio, tanta aversión, tanta acrimonia. La temática de fondo es la tediosa demarcación entre lo que es el metal verdadero y las copias mal hechas por hipsters desubicados o poseros, aficionados momentáneos que se dejan subyugar por las corrientes pasajeras. Es la eterna discordia, qué entra en el canon y qué cosas quedan fuera. Los críticos, establecen que se hacen asociaciones peligrosas entre géneros muy distantes; en un mundo en perpetuo cambio, algunos añoran estabilidad, aferrarse a un terreno conocido con la vana intención de escapar de la vacuidad. Los gustos son subjetivos y eso bastaría como para resolver cualquier diferendo.

Sunbather

El Ordinary Corrupt Human Love, es un disco excelente y de hecho se posiciona firmemente entre lo mejor del año; sólo el título es de por sí cautivante ¿hay algo más corrupto que el amor? Las promesas fallidas, los corazones rotos; son historias tan patéticas y tan ordinarias, todos hemos sufrido por amor, todos hemos creído en el amor. Ya de por sí, esa temática, desencadena la más sincera indignación de la comunidad blackera; no creo que Deafheaven sea una banda de black, rebasan por completo esa etiqueta. La canción que abre el disco, si bien tiene esa marca muy propia de la banda, colinda más con el rock progresivo, a falta de otra etiqueta; ese comienzo, desestabiliza a cualquiera y muestra bien, que estamos apunto de embarcarnos en un viaje grandioso.

Honeycomb, que fue el single, es una de las mejores composiciones de la banda; melodía brutal, casi indescriptible. Todo esto causa controversia porque no es un terreno familiar; la banda combina muchos géneros, hay que destacar el trabajo de las guitarras, con melodías y solos magníficos, la batería colosal de Daniel Tracy. Es pura magnificencia y es luminoso, algo tan inusual en una banda que tiene sus raíces en el black, es casi un contra sentido semántico. Las canciones se enganchan muy bien, el disco fluye sin tropiezos, y explota cuando es necesario, formando estructuras complejas. Es muy difícil establecer referencias, porque el disco tiene un sonido único, muy post, ciertamente, y que lo sitúa del lado de bandas cuasi etéreas como Mono, Explosions in the Sky o Mogwai; aunque hay algo indudablemente inusual en la manera como progresan las canciones.

Deafheaven Live

Creo que a mucha gente le cuesta entender que la música va cambiando y que el metal ahora también explora otros terrenos; las estructuras lineales, son una reliquia del pasado y hoy en día tenemos una música fragmentada en varios géneros, aunque sin perder su cohesión interna. Es el efecto de la posmodernidad y su supuesto galimatías conceptual, las zonas grises del pensamiento, porque es la era de lo ecléctico; puedes estar en dos lugares al mismo tiempo sin que ello genere un problema, o tensiones contrapuestas; ya no existen conceptos claros ni definiciones precisas, las fronteras entre los géneros se han borrado casi por completo, dándole mayor libertad al artista y de ahí las arremetidas de los puristas. Deafheaven, seguirá atizando controversias por su peculiar forma de hacer música, es una nueva forma de provocación y ha sacudido el mundo del metal, cuestionando sus fundamentos y creencias, y no siempre es fácil renunciar a las creencias. Por ello, creo que este disco es genial, es subversivo, es un seísmo cultural.