En la 14a versión del Hellfest, hubieron muchas novedades, cancelaciones, un poco de drama y sobretodo, un ambiente de hermandad que la convierte en una cita imperdible cada año. Una celebración de gran magnitud, a la música que nos apasiona con una increíble diversidad de bandas que, como es costumbre, son más de las que es posible ver.
Este año se estrenaron inmensas decoraciones como el renovado Food Court que incluye una fuente de agua coronada con una guitarra y nuevos espacios para comer, un reloj gigante construido al estilo steam punk con los restos de un submarino y los nuevos bares en el Metal Corner, dos grandes galpones la Fury Tent y la Party Tent, que no dejan de retumbar hasta tempranas horas de la madrugada.
Prácticamente toda la superficie de los escenarios fue renovada así como parte del Kingdom of Muscadet, los conocidos mosh pits areas ahora son de cemento. Además de detalles pequeños como pedales de guitarra para la caseta de información y una importante presencia de auspiciadores en creativos accesorios.
Como se había anunciado (preview 2019), este año la tradición de llegar el día jueves lo antes posible para tener un buen lugar donde armar la carpa, ir de compras, socializar y en si relajarse antes de empezar una maratón, tuvo un ingrediente adicional, el Knotfest de Slipknot, un corto review al respecto aquí.
Primer Día
Muy temprano en mi escenario favorito, el Valley y su gran cartelera de bandas stoner, heavy rock y doom metal, con una banda a la que no veo desde el Freak Valley 2015, que también lleva los valles como inspiración, Valley of the Sun desde Ohio, por cierto muy bueno y super lleno para la hora. Y más tarde allí tocaría Radio Moscow desde Iowa con mucha gente, es una gran banda. Uada sería la primera banda que vería en el Temple, el escenario black metal, tuvieron un sonido perfecto para cerrar con Devoid of Light de su disco del mismo nombre.
El Altar es conocido por ser el escenario death, con algunas excepciones como los grandes Daughters que llegaban desde Rhode Island, con uno de los mejores discos de 2018, You Won’t Get What You Want. Un álbum que mezcla noise con grind y new wave, y en vivo el vocalista Alexis Marshall que se autoinflinge en el escenario. Los Conan volvían al Valley después de un par de años, no estuvo tan abarrotado de gente aunque su show como siempre muy pesado, para luego bajar los decibeles con los alemanes de My Sleeping Karma.
Ya en uno de los Mainstage, vería a los Demons and Wizards, que es como la dream band de los fans del power metal, con miembros de Blind Guardian y Iced Earth. Seguiría la legendaria banda Diamond Head que a mediados de los 70’s ya eran destacados en la escena NWOBHM, sus seguidores disfrutaron bastante de este show. Luego iría a ver a los grandes All them witches, quienes llevan el blues de Nashville a un nivel psicodélico del cual nunca me canso, como siempre lleno y muy bueno. Paralelamente tocaba Dream Theater en el Mainstage y en el Altar Kvelertak, que este año giran con su nuevo vocalista quien ayudó a aumentar la intensidad de la banda, el público quedó extasiado aún cuando en esta oportunidad no eran teloneros del escenario Warzone como hace unos años.
De tiempo veía a Graveyard, su show fue mejor que el de los últimos tours, con mucho entusiasmo y una voz muy bien trabajada. Llegaba la hora de otra banda que ansiaba ver, Uncle acid and the deadbeats, la banda británica traía unos de os mejores discos de 2018 bajo el brazo y su show fue tan bueno como el disco. Después era el turno de una leyenda, Thomas G. “Warrior” Fischer a la cabeza de Triumph of Death, tocando los hits de Hellhammer. Considerando que todos son temas de hace 25 años, fue un poco monótono quizás aunque destaco el último tema, del que toma el nombre este tributo, demostró porque son reconocidos.
Se suponía que paralelamente Manowar tocaría como la banda del día, había mucha gente que incluso viajó exclusivamente para verlos porque pensaban que era parte de su último tour. Según el comunicado de la organización, ellos estuvieron presentes en el festival un día antes y sorpresivamente anunciaron que no iban a tocar. Circulaban muchos rumores, la banda misma luego afirmó que fue en realidad culpa, de la organización por romper parte del contrato y que este lío se llevaría a las instancias judiciales.
Lo cierto es que mucha gente quedó decepcionada y a otros este drama no los sorprendió. Su reemplazo fue Sabaton, quienes ya estaban ahí por haber tocado el día anterior, el vocalista luego de un par de temas no podía ni hablar, los guitarristas se turnaron para cubrirlo, por cierto bastante bien. Tocaron un tema extra y como parte de su show invitaron a parte de la organización como invitados, a una mesa en el escenario.
Fu Manchu cerraría el Valley el primer día, con su pesado y potentísimo sonido, verlos en vivo es una fiesta a la que nadie debería falta. Para mi, el headliner del día sería la banda del señor King Diamond, en esta oportunidad a comparación de hace dos años, cerraba el Temple, un escenario quizás más pequeño pero más íntimo. Tocaron canciones, algunas después de mucho tiempo y otras que lo fueron muy pocas veces, como The Lake que no tocaban desde 1986. Además de estrenar un nuevo tema Behind these walls, ¡que gran show!
Segundo Día
El día empezaba con los holandeses de Dool en el Temple, su primera vez en el Hellfest, estaba relativamente lleno, algunos temas de su repertorio y uno nuevo. Luego les tocaría a los Mantar de Alemania, que se apoderaron del Valley, donde ellos van siempre está lleno. Quería aprovechar la oportunidad de ir a la conferencia de prensa de Cult of Luna, y realizar algunas preguntas, aquí esa historia.
Volví allí porque tocaba Sumac, no solo porque soy fan del Aaron Turner (Isis, Old Man Gloom, etc) sino también del Brian Cook (Russian Circles), es una especie de sueño de banda, y siempre ultra potentes. Luego tocó Cave In, tuvieron un sonido muy bueno y especial, el show fue dedicado al fallecido Caleb Scofield, no solo el bajista sino un entrañable amigo.
Tenía interés de ver algo de Eagles of Death Metal, sin olvidar que ellos tocaban en París cuando hubo el tiroteo en el club Bataclan en 2015, por lo que se esperaba un interés local. Cuando llegué estaban a punto de terminar, fueron reprogramados, tampoco estaba el ex-Kyuss y cerebro de QotSA, Josh Homme, me pareció aburrido. Así que corrí más bien a ver a Candlemass, esta leyenda no deja de tocar el espíritu de todos aquellos amantes del doom clásico. Paralelamente tocaban The Ocean que como siempre tienen un show muy intenso.
Myrkur tuvo que cancelar por su embarazo, su reemplazo fue el proyecto en solo de la chelista británica Jo Quail, a quien vi en tour con Mono y como invitada de Sol Invictus. Aunque este show es mejor para un club que para un festival, la gente lo apoyó, muchos quizás no se enteraron que la primera canceló. Invitó en un par de temas a uno de los bateristas de Cult of Luna. A lado tocaba luego Dark Tranquillity y paralelamente en el Valley los japoneses de Envy, sus show son siempre muy emocionales y con un gran trabajo de luces.
Empezaban las cabeceras de cartel del día, KISS quienes no escatiman en nada, todo es ridículamente excesivo, los tacones, el corpse paint, los vestidos, las luces, los elevadores, todo ¡wow que tienen un gran show!. En lo personal el headliner sería Cult of Luna que estuvieron impecables. Abrieron con The Silent Man del nuevo disco, acompañados de un simple pero imponente backdrop que decoraba el escenario mientras el juego de luces los alumbraba en contadas ocasiones, siempre rodeados de niebla. Su sonido es tan potente que te envuelve en una atmósfera de sintetizadores y downtempo riffs sin igual, de la que no deseas despertar hasta que terminaron las notas de In Awe Of, que fue una de las sorpresas.
Y para cerrar el día, en el Temple tocaba The Sisters of Mercy. A pesar de escuchar algunos comentarios quería verlos, el sonido era medio esponja no muy claro y no se podía entender muy bien las canciones. Es solo un trío sobre el escenario con nada de show y cero performance, para una banda que toca solo hits, es realmente una pena.
Último Día
Ya el último día de este imperdible festejo anual, era imposible perderse las bandas desde tempranas horas. Gold tocaba por primera vez aquí, eran la segunda banda en el Valley, corta pero muy pulcra actuación, tocaron temas del nuevo disco como mi favorito Taken by strom. La anterior banda Ddent sonaba interesante y como no podría ser de otra manera, este escenario brilló este año con su cartelera, el día de hoy esperaba ver al menos !ocho bandas solo ahí!.
Luego había que correr hasta el Warzone (el escenario de hardcore/punk), Brutus sería la única banda que vi este año allí, no porque no hayan buenas banda sino por la competencia brutal en los otros escenarios. Como sea, quería ve a estos belgas porque me alucinó su disco Nest, a pesar de la hora y el intenso calor, era un ambiente ideal para escucharlos y ver de cerca a Stephanie, la frontwoman a cargo de la batería y las voces. Antes de volver al Valley me di una vuelta por el Altar para ver a Revocation, la banda de death metal que llegaba desde Boston, muy buenos. Luego por el Temple para ver a Cemican de México, tocaban folk que siempre es atrayente para el público francés, lo diferente era el show con fuegos, cánticos y sacrificios.
Lo que esperaba ver después, era a los italianos de Messa, que se estrenaban en el Hellfest y la aceptación que tuvieron fue grandiosa. Pude además volver a saludarlos en el la Press Area, curiosamente ese año los vería cuatro veces.
Luego sería el turno de Yob, ver en vivo al ya recuperado Mike Scheidt y entregándolo todo, intensificó ese sentimiento que nos une a sus fans, Yob is love y de verdad que lo es. Este año, Clutch tocaba en el Mainstage bajo un intenso sol y mucha gente, mientras que los noruegos de Arabrot tocaban en el Valley, quería volver a verlos desde el Dudefest y que tuvieron el chance de reemplazar a Emma Ruth Rundle en este spot.
Así empezaba ya la hora donde muchas bandas que me interesaban, empezaban a tocar paralelamente: mientras Wiegedood tocaba en el Temple, Testament lo hacía en el Mainstage y en el Valley se preparaba Acid King. De ahí saltar al mainstage y recordar tiempos de mi adolescencia con Stone Temple Pilots. A todo esto se incluyó un show anunciado a última hora, en el Hellstage tocaba los locales de Mars Red Sky con su psicodélico stoner rock.
A principios de ese mes, The Obssessed canceló su shows, luego se supo que fue todo el tour europeo. El vocalita/guitarrista Scott “Wino” Weinrich (Saint Vitus, etc) estaba aún impedido de regresar a los países Schengen debido a su arresto por drogas en Noruega en 2014. Se anunció entonces que Phil Anselmo and the Illigals tomaría ese turno y así, el Valley cerraría temprano. Luego de tocar un par de sus temas, el descontrol empezó con la primeras notas de Mouth for War de Pantera.
Creo que solo un fan de la banda podría entender no solo lo que yo sentí sino todos los que estábamos ahí ¡fue increíble! Cantar a todo pulmón, I’m broken o Walk con gente que jamás viste en tu vida y de lugares tan alejados, compartir ese sentimiento de unión y hermandad que solo la música pude lograr. Phil habló sobre como fue un mal tipo durante varios años, ante todo dijo que es un ser humano que comete errores y se disculpó, agradeciendo el apoyo de los fans y extendiendo una bandera que mostraba a los hermanos Abboth. Pues ante todo, yo soy fan de Pantera.
Emperor tocaba luego en el Temple, si aún de día, y no veo la necesidad que toquen cada dos años y cada vez más temprano. Quizás hay fans que nunca los vieron, pero su show para otros ya no es novedoso. Luego tocaba Cannibal Corpse en el Altar, que es siempre una destrucción, y el Valley, lo cerraba la legendaria banda suiza de rock industrial, famosa ya desde mediados de los 80’s, The young gods. Quería tomar fotos de Slayer en el Mainstage, por lo que no quedaba de otra que hacer cola antes, mientras vi un poco de Slash & Myles Kenndy.
Slayer daría su último show en Francia como parte de su anunciado tour, estaba abarrotado. Fue un gran y memorable show que incluyó una liviana lluvia durante Raining Blood, y una despedida emotiva por parte de Tom Araya agradeciendo el apoyo a fus fans franceses. Esta sería la antesala para el headliner del festival: Tool. A quienes luego de verlos en Viena en una gigante sala, no me imaginaba cómo podrían hacer un show más increíble. ¡Y si que lo hicieron! El inmenso escenario, era una sola pantalla de proyecciones y un show de luces, la banda en si son todos uno solo. Músicos muy profesionales y cada uno a su estilo, demuestra con creces su talento. Ninguno pretende sobresalir sobre otro, en vivo Maynard J. Keenan permanece al lado de Danny Carey todo el tiempo- ¡Fue uno de los mejores shows que he visto en mi vida!
Este año luego del festival, nos quedamos en Clisson que se convertía luego de cuatro días de ser la ciudad meca del Metal, en un pueblo fantasma. Queríamos descansar porque estábamos destruidos y evitar el estrés de volver a París con la multitud, allá nos esperaba días después, Marcos y un verano tan pesado que me tumbó finalmente en cama, cuando llegué a casa. Aún así, valió cada segundo la experiencia
Más información sobre el Hellfest realizada por el Abismo, bandas participantes, algunas controversias y una guía para el que tenga planeado visitarla , en los siguientes links
- Historia y entrevista con la organización
- Reseña festival 2014
- Reseña festival 2015
- Reseña festival 2016 (Sebas)
- Reseña festival 2017
- Reseña festival 2018
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