El amor en los tiempos del virus (Dieguex)

El amor en los tiempos del virus, sería un excelente título para una novela. Y en cierta manera, todos estamos viviendo una novela, una de esas surrealistas. En la que no se si existe propiamente amor. Es un tiempo raro, en el que si he visto solidaridad y tal vez de donde menos uno esperaba. Es bueno saber, que después de todo, no estamos solos. Asi tambien se fortalecen los vinculos de amistad.

Innegablemente, esta cuarentena, nos ha movido el tablero. A la fuerza y por necesidad, nos hemos vuelto más virtuales y más digitales. En cierta forma, este mundo virtual, bien podría transformarse en una nueva forma de explotación laboral, pero bueno ese es otro asunto… el tiempo lo dirá.

Por lo que a mí respecta, esta cuarentena y aislamiento, me ha sentado muy bien. Siempre es bueno volver a encontrarnos y reencontrarse con uno mismo, en paz. Yo la verdad agradezco poder despertarme cada mañana, preparar mi café y empezar a trabajar viendo estos maravillosos cerros y viendo el cielo celeste, con toda esa ciudad que se me pierde cuando veo hacia el sur. Siempre escuchando música.

Así, con los moradores del abismo, nos propusimos armar un top de discos apocalípticos, que en cierta manera reflejen estos tiempos virulentos.

Aquí va mi selección…

Nuclear Assault – Game over (1986)

Game Over

El thrash metal siempre ha sido un género que se ha nutrido de temas sociales y políticos. En plena guerra fría, al igual que muchos, aparte de criticar duramente al sistema armamentista norteamericano, toda esa generación vivía pendiente del temor de que a cualquier lado del Atlántico se oprima el botón y se produzca una hecatombe nuclear.

Además de todo esto, la banda siempre tuvo latente en su imaginario, el temor a un desastre químico, a una guerra química o biológica… un arma que no se debe utilizar porque no hay control … que se expande en la noche, aprovechándose de sus víctimas, no hay manera de sobrevivir … morirás de la peste!!!

Quien habría pensado que lo que decían estos neoyorkinos hace casi 35 años sería ahora una realidad, un periodo que cuestiona nuestro sistema económico, político y social. Una pandemia que, entre otras cosas, está atacando con todo a New York, así como a todas las grandes capitales y al mundo entero por igual. La The plague, aparte de ser un temón, nos lleva a la reflexión de hasta donde son capaces de llevarnos ese puñado de tipos que manejan al mundo … un virus que no discrimina lo que mata, todo lo que infecta!!

Vektor – Black future (2009)

Black Future

Entre otras cosas, esta fue una de las pocas bandas de esta nueva ola, que volvió a despertar mi interés por esta nueva moda del thrash revival. Y no por nada. Los últimos discos de esta banda oriunda de Arizona, miran y buscan hacia el espacio. Sera porque ya la tenían clara.

El futuro de la humanidad será negro, ya no habrá más que hacer en la tierra. La humanidad perecerá a merced de la tecnología. Todo vestigio de vida será aniquilado, bajo una nueva conciencia, la tecnología.

Un futuro negro, con un planeta devastado, nuestros recursos agotados y lo poco que quede de la humanidad, estará mirando hacia a las estrellas, buscando un nuevo lugar donde vivir. Se contarán leyendas sobre los bosques. Después de la caída de los tiranos, las plantas, los árboles y los bosques volverán a crecer una vez más.

Carcass – Swansong (1996)

Swansong

Un mundo en decadencia, donde aún eres libre de consumir, libre de respirar, libre de existir y libre de soñar, una vida de sueños.

Esta es una de las bandas que más amo y este es un disco esencial en mi vida, es una época constitutiva. Pero más allá de los sentimentalismos, este disco siempre me pareció muy jodido en su discurso. Un disco que te cuestiona, que te jode. Un disco en el que ya en esos años, estos individuos de Liverpool, ya hacian una crítica a esta sociedad decadente, manejada por políticos y religiones. Una sociedad polarizada, pero a la vez enceguecida, por el dinero, por el consumo. Después de todo, la crisis de la sociedad capitalista.

El mensaje del disco es decadente y abarca muchos tópicos, pero son dos canciones las que definen el sentido catastrófico del disco. Precisamente, las dos canciones centrales y que ahora, en estos tiempos de epidemia, cobran ese sentido apocalíptico; la Child’s play y la Room 101. Las ciudades de concreto y acero como nuestras tumbas. Niños creciendo y jugando en ciudades desoladas, en medio de una decadencia urbana. Y los llevamos para abajo, como tambien lo hacemos nosotros. Jugamos fuerte y jugamos duro, después de todo este es solo un juego de niños.

Pero si tenemos que hablar de una canción apocalíptica, esa es la Room 101. No lo sabemos, pero en alguna habitación de un hospital, hay alguien tendido en una cama. Esperando por el final. Un hombre sin futuro y sin esperanzas, ni en la humanidad ni en ningún otro salvador. Con un pesimismo ciego, hay alguien postrado en el cuarto 101, solo, en su privado año cero.

Ahora me pongo a pensar en estas palabras. En cómo esta cuarentena nos tiene ahí, solos en nuestros pensamientos, en nuestro propio año cero, esperando a que todo esto pase, para salir y volver a contar el tiempo para adelante, una vez más…