Para mantener las buenas costumbres y no bajar el ritmo, y siempre en el afán de expandir mis referencias púrpuras, mis obsesiones de siempre, aquellas que me mantienen con vida y me entretienen, retomando también mi afición personal por los “en vivo”, ahora quisiera mencionar este disco. Era marzo de 2003, y en una de esas expediciones a la disquera local, decidí husmear en la sección del bajista. Habiendo explorado todo lo que Deep Purple podía ofrecerme hasta ese momento, concentré mi atención en los proyectos alternos. De Glenn Hughes no sabía mucho y en el estante habían tres álbumes, el que menciono, el From Now On… (1994), y el Live in Tokyo (2002) del Hughes Turner Project, que en otro momento tal vez lo mencione.
Desde luego, lo que más llamó mi atención, son las canciones de Deep Purple, siete en total. Y el disco, como no podía ser de otra forma, comienza con Burn; cuando la banda anunció su regresó en 1984, con el line up clásico, Blackmore y Lord, estaban dispuestos a incorporarla al set, Gillan se rehusó a cantarla, y parte del riff principal fue añadido a la sección instrumental de Speed King. Por muchos años estuvo ausente de los escenarios. No importa cuantas veces la haya escuchado o quién la esté interpretando, hasta Joe Lynn Turner la incorpora en su set, y en la gira del 91 la cantó horriblemente mal, no está por demás señalarlo; esta canción me sigue provocando las mismas sensaciones, me es difícil contener mis lágrimas. La escucho con mucha frecuencia, me encanta como las voces se combinan, me encanta la furia de solo de guitarra, el interludio que retoma el coro y luego irrumpen los gloriosos teclados de Jon Lord. En cuestión de estructura, yo diría que es la mejor canción de Deep Purple. Aquí Hughes la canta muy bien, su voz tiene mucha fuerza.
Le sigue The Liar, del From Now On… En los ochentas, Hughes prácticamente desapareció, no sacó ningún disco como solista; estuvo luchando contra sus demonios, enterrado por mucho años en una montaña de polvo blanco. Y aquí el contraste es muy evidente entre la furia propia de Deep Purple, y el estilo del bajista: soul/funk; en vivo, esta canción tiene más fuerza y cabe destacar todo el trabajo que realiza la banda; además, debo decir que el disco suena muy bien, y no se trata de un dato menor, es un trabajo impecable de producción. Este es un renacimiento para Glenn Hughes, está en muy buena forma, me impresiona como canta y como la banda interactúa; ese mini solo de bajo y la forma como entran las guitarras me parece glorioso. Desde luego, estos primeros discos de Hughes, plantean una reflexión sobre sus adicciones, y como la vida le dio una segunda oportunidad. Es lo que causan las drogas, te mienten; es el ardid de la perdición. Te seducen, pero el precio que pagas es enorme.
En 1982 salió un disco poco conocido, una colaboración entre Hughes y Pat Thrall, no suena nada mal; creo que la producción falla un poco, pero esto funciona mejor que el Play Me Out, me gusta más en todo caso. Esta versión de Muscle and Blood, es muy similar a la original; el sonido de la guitarra es casi un calco perfecto y la voz de Hughes suena mejor, es increíble la manera como grita. Hay que señalarlo, puesto que no queda otra, aquí Hughes asume el papel de vocalista, todavía se estaba recuperando de la decadencia de los años ochenta, no se sentía del todo confiando, pero su voz, es lo que más resalta. Le siguen tres canciones más del From Now On… para ese disco, Hughes fue acompañado y alentado por tres músicos de Europe (John Levén, Ian Haugland, Mic Michaeli) y dos guitarristas suecos (Eric Bojfeldt y Thomas Larsson), siendo una de las formaciones más sólidas en toda su carrera solista. El álbum en sí, no me termina de convencer, creo que le falta fuerza, siendo usual a los discos de Glenn Hughes.
Lay My Body Down tiene un aire blues y es lo que reavivó la carrera del bajista, al participar en esa serie de tributos, capturando el interés de una nueva generación de músicos. From Now On… tiene un aire más comercial, me encanta como Hughes canta, en caso contrario sería una canción bastante plana e intrascendente, un buen vocalista hace la deferencia. Es un concierto fenomenal de principio a fin, de los mejores que yo he escuchado en mi vida. Into The Void, comienza con un interesante solo de teclados, que me hace mucho recuerdo al estilo de Europe y aquí Hughes muestra todo el poder de su rango vocal. Claro sería muy interesante, tener las pistas originales, restituyendo el solo de batería y las canciones que faltan; tal como está, suena de maravilla y es una de las mejores adquisiciones que hice en mi vida. Still In Love With You, es un canción inédita, y no tengo constancia que exista en otro disco, aquí Hughes toca los teclados y es ante todo un ejercicio vocal, que da paso a Coast to Coast. El bajista tenía 16 años cuando la compuso y finalmente la grabó con Trapeze, es el momento emotivo del disco.
La última parte del set son las canciones de Deep Purple, y comienza con un pequeño homenaje a Tomy Bolin; This Time Around/Owed to G, es uno de los mejores momentos en el olvidado Come Taste the Band, nunca me gustó como Hughes la canta en vivo, y esta no es la excepción, con todo es una canción que me llega al corazón; es muy difícil explicar estas emociones, nadie nunca sabrá lo mucho que esta canción significa para mí. En realidad es una frase que utilizo con cierta frecuencia, es el inicio de un cuento que nunca llegué a contar. Gettin’ Tighter, es tal vez la canción más emblemática del Mk IV; aquí suena muy diferente, no es el estilo de los guitarristas, funky rock metal, pero estás cosas me hacen feliz. You Keep on Moving es de las canciones más hermosas que tiene Deep Purple, el más bello de los duetos Coverdale / Hughes. Como leí por ahí, este es el concierto que debió haber dado el Mk IV.
Lady Double Dealer es una adición inusual, en vivo era pura brutalidad, esta versión es más fiel a la original; con estas canciones crecí y les di duro en su momento, me traen muchos recuerdos, de mi temprana adolescencia y de mis años de estudiante, recorriendo las calles lyonesas, es otra vida; entre tanto muchas cosas han cambiando. No soy el mismo muchacho, ahora porfiado y altanero, conquisto con cierta destreza a mi audiencia. I Got Your Number, es una canción del Hughes/Thrall, es un disco raro, como todos los discos de Hughes, hay cosas muy interesantes y otras que me desagradan, prefiero a Black Country Communion, es de las mejores bandas de rock. El álbum cierra, con Stormbringer, es raro que Hughes la cante, su voz se adapta mejor en Burn, pero adoro que la toquen en vivo. Hace un par de años, hizo una gira solista, después de algún tiempo y tocó todo el Burn, sería interesante escuchar eso con una buena calidad de audio, tomando en cuenta que el tecladista es el gran Lachy Doley, el único que está a la altura del gran Jon Lord.
Grandioso, fenomenal, sublime; mientras Purple encallaba y la Serpiente Blanca se disgregaba, Hughes, reclamó su espacio, en los escenarios. Es uno de los mejores bajistas, y es uno de los mejores vocalista hoy en día. The Voice of Rock.