El mundo del Jazz, sin duda, tiene grandes instrumentistas, leyendas para todos los gustos, variados y diversos, en un espectro musical muy amplio. Caí en este video de casualidad, porque las mejores cosas de esta vida acontecen de esa manera, no hay secretos ni misterios, solo supersticiones y sobreinterpretaciones. Y entre los bateristas, destaca el buen Roy Haynes, tal vez tenga una de las carreras más extensas en el mundo de la música. Esta sección titulada The Unbelievable Drum Solo, fue grabada el 2010, con la Chick Corea Freedom Band, cuando el baterista contaba con 85 años; ya quisiera verme así de bien a esa edad. Es increíble la manera como toca, y la fuerza con la cual golpea esos platos. Es un despliegue de destreza y de tecnicismo envidiable.
Miles de discos grabados, ciento de miles de horas de música; es la pasión y la devoción por el instrumento. Siguiendo con al estructura libre del jazz, cada instrumentista tiene su momento de soltura, su momento de soledad ergonómica (un chiste viejo por cierto), y cierran con el solo de batería; una bestialidad. Constancia y entrega; amor por la música. Quién dijo que el jazz está muerto; la industria está muerta y aún no hemos superado el embate de la pandemia; como en todo, tendremos que adaptarnos a una nueva realidad, pero de algo podemos estar seguros: música no va a faltar. Este año se perfila igual de complicado que el anterior, pero aún en los momentos de desesperación, siempre podemos colocar un disco para olvidarnos del mundo. Transmutación y transformación, el nacimiento de la energía como dice esa otra banda que suelo escuchar.