Prototype: Catalyst (2012)

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Prototype es sin duda una de mis bandas favoritas. Si he hablado con alguien sobre esta banda, probablemente sea una persona que considero muy cercana. Como pasa en general con el metal, ya que es algo especial para los que realmente lo disfrutamos. Si tuviera que escoger una palabra para describir esta banda, y este disco en particular, sería esa: especial.

Formada en 1994 en Los Angeles, sus guitarristas ya formaban parte de la banda Psychosis creada en 1988 y la cual en 2006 volvió a estar activa. Luego de un par de demos en 1998 lanzaron el EP Cloned, en 2002 su álbum debut Trinity y en 2006 su segundo álbum Continuum.

Este álbum es del 2012, por lo que se podría considerar “moderno”. Sin embargo, consigue rescatar todos los grandes elementos que hacen genial al metal old school, especialmente al thrash, al death y al progresivo, a la vez balanceado con toques precisos de metal contemporáneo, comenzando quizás por la producción y algunos arreglos que tienen un toque “groove”. Fue lanzado por el sello Nightmare Records.

La banda

En términos generales, el álbum es una combinación perfecta de riffs thrashers, aunque afinados un poco más bajo que el E standard tradicional, elementos progresivos que salen del típico 4/4 (que suelo disfrutar sin problemas), voces limpias y melódicas de Vince Levalois, a veces con guturales brutales, especialmente en breakdowns, relativamente sencillos, pero efectivos, letras profundas con coros que terminan siendo bastante pegajosos, y mi parte favorita, que es la batería, con fills brutales y golpes en los platillos que hacen sonar al álbum como una lluvia de cristales afilados, y la guitarra principal, con solos de shred veloces pero melódicos, y en ocasiones bastante melancólicos, con acompañamientos de arpegios y guitarras limpias.

De hecho, creo que el guitarrista, Kragen Lum, fue uno de los motivos por los que dejé el bajo de lado por un tiempo, y me dediqué de lleno a la guitarra solista. Aun así, el bajo sigue siendo mi instrumento principal.

Copia de Trinity (2002)

Definitivamente recomendaría todos los álbumes de Prototype. Todos son brutales y todos encajan bastante bien con lo descrito en el anterior párrafo. Sin embargo, Catalyst lleva estos elementos a otro nivel de Storytelling ya que es un álbum que narra una historia introspectiva distópica, con la que uno se puede sentir identificado. Describiré algunos “highlights”, porque ocuparía mucho hablar en detalle de las 12 canciones del álbum.

Inceptum es una canción ambiental suave, pero oscura, que crea la atmósfera previa para entrar en el viaje. A continuación, toca Catalyst, arrancando el álbum con riffs thrashers, un coro épico y un verso lleno de coraje, control propio, y que anima a tomar a la vida de los cabellos. Cynic Dreams le puede llegar a gustar fácilmente a cualquier fan del prog, y destacaría mucho la melodía principal de la guitarra, los arreglos de la batería y un interludio limpio que invita hacia la resignación y resiliencia. Ésta se engancha perfectamente a The Chosen Ones, que arranca con el mismo modo limpio, para luego tomar fuerza y relatar, a plan de power chords en corcheas, una experiencia de escrutinio del universo y la absurda búsqueda de un diseño superior.

Continuum (2006)

Illuminatum es un interludio instrumental que desemboca en My Own Deception, una canción con riffs en tripletes que relata un sentimiento de remordimiento ante la percepción de la traición a uno mismo. Impetus es otro interludio que arranca con la clásica banda sonora del monolito de 2001: Una Odisea en el Espacio, de Stanley Kubrick. El breakdown de Ageless Heart Of Memory es uno de los momentos más brutales del álbum. En general la canción sigue el clásico “tupa tupa” thrasher y por ese motivo, los coros y el breakdown, con un gutural profundo y unos cuantos power chords largos y fuertes, se sienten mucho más pesados que cualquier breakdown convencional de deathcore o estilos más gastados que repiten las mismas fórmulas una y otra vez. Exiled vuelve a los tripletes, manteniendo un groove un poco más constante, pero con coros épicos que suenan a heavy metal clásico, con un toque rasposo y distinto, pero pegajoso.

Él álbum y la banda crean para mí, un mood y un ambiente único. Me han acompañado en numerosas ocasiones en amanecidas solitarias estudiando, y como dije al inicio, escucharlo solo o con alguien, es siempre una experiencia irrepetible e inspiradora.

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