Deep Purple – Turning to Crime (2021)

Turning to Crime

Catorce meses después del Whoosh! tenemos nuevo disco, algo que no acontecía desde los años setenta. Como bien lo dijo Gillan, sería un crimen que la banda haga un disco de covers, y aquí estamos, cerrando la trilogía del tiempo. No solamente es una etapa, a nivel creativo quizás sea el mejor momento; aquí y ahora, lo demás no importa. Los últimos discos rebasaron todas las expectativas y este es un producto de los meses de encierro; fue una sorpresa, suena muy bien, pero uno se queda con ganas de más. Desde luego, es simbólico; volverán a los escenarios, pero no creo que regresen al estudio, es la última fase, el momento en el cual miramos al pasado y recordamos de dónde venimos.    

En lo personal, no estoy muy familiarizado con las versiones originales. El disco despega con 7 and 7 is, canción de 1966, del segundo disco de Love. Muchos se olvidan que Deep Purple, es una banda de los sesentas y se nutre de este sonido; la versión original es cruda y ya anticipa el giro hacia lo agresivo. Lo que hace Purple, es más cristalino, epíteto que repito con mucha frecuencia, pero es lo que caracteriza esta última etapa, el sonido de Bob Erzin, muy similar al estilo de producción que la banda tenía con Martin Birch. Paice sigue siendo el mejor baterista, Morse es el mejor guitarrista, Don Airey el mejor de los reemplazos posible; es la estructura central de la banda y lo que más resalta. 

Rockin’ Pneumonia and the Boogie Woogie Flu, es una canción muy apropiada para estos tiempos inciertos, y hace referencia a la gripe asiática de 1957; esto no es nada nuevo y más vale que se vayan acostumbrando al barbijo. Canción del gran Huey Smith, aunque la versión más conocida es la de Jhonny Rivers, 1972, es un clásico indiscutible. Y esto es de lo mejor que tiene el disco, Don Airey hace un trabajo excepcional, incorpora una pequeña sección del riff de Smoke on the Water, en el solo. Por nada más que eso, y lo pongo por escrito, en mi funeral tiene que sonar esta canción, es muy divertida. A nivel vocal, es de las mejores canciones que tiene Gillan y Roger Glover también hace lo suyo. Es ideal para animar fiestas, es el hit 2021 y creo que es el mejor video.

Fleetwood Mac, es una banda que conozco muy mal, y es una referencia indiscutible, son pioneros del blues rock, Oh Well, es una canción de 1969, el último disco con Peter Green, uno de los músicos que partió el 2020; esa guitarra fue crucial, para el desarrollo del rock en los setentas. Lo que hace Purple, es recuperar una canción y adaptarla al estilo contemporáneo, otro hit del disco; la amplitud del sonido me deja casi desconcertado, como bien lo dijo Roger Glover, son muy buenos músicos, haciendo lo que podían hacer en el confinamiento, reapropiarse las canciones de alguien más. El solo de Morse es de otro planeta, desde hace treinta años que está en su propio rango, le dio vida a la banda, un nuevo brío. Y la última parte de la canción tiene arreglos muy interesantes.  

The Detroit Wheels, de esto la verdad ni idea, aunque Jenny Take a Ride, fue un hit en 1965, la versión original es un pop single, muy de la época, la voz Mitch Ryder hace toda la diferencia, por lo demás no es una canción que llame mi atención. Rock and roll hippie, ideal para tomarse un ácido y bailar como desenfrenado. Prefiero por mucho esta versión, es un rock and roll más, enérgico; la palabra justa en el momento adecuando, mitos de la sociedad cientificista. Somos un producto intelectual de la ciencia, y sin embargo no todo puede ser explicado desde un punto de vista científico, digresión innecesaria acaecida al calor del momento, La Pluma escribe por su propia iniciativa, no soy dueño de mis palabras, pero las asumo plenamente.  

Nunca he sido fan de Bob Dylan, conozco mal su obra, premio noble de literatura; pequeños pecados mortales. Watching the River Flow, es blues en su más bella esencia, lo del río me hace recuerdo a mis estudios borgianos, la manera como el academicismo pedante arruina la literatura; viejos traumas, remembranzas de otras épocas, vidas pasadas o vidas pasajeras. Aquí los Purple se van por otro lado, la canción tiene otro tipo de arreglos, sigue siendo blues, pero refleja más un ambiente de bar o de cabaret, si así lo prefieren. Me gusta más, la versión original, y esto pudo ser una gran canción de Deep Purple, en otro contexto. Me evoca al Whitesnake de los primeros años, es el mismo ideario. 

Let the Good Times Roll, es una de esas canciones optimistas de la posguerra, 1946 y Louis Jordan, ya están bastante lejos en nuestra memoria, pero es una canción que combina el swing de los años treinta con el blues, la música va mutando y el resultado es el rock and roll y luego el hard rock, del cual derivan los géneros extremos. Es fascinante todo esto; es más el estilo de Ian Paice, su afición por las big bands, aunque la canción sigue los arreglos de Ray Charles, y la banda muestra todo su poder musical, su enorme versatilidad, esa monstruosa capacidad de construir solos memorables, puede funcionar muy bien en vivo y que creo todos estamos ansiosos de oír algo nuevo en el repertorio. 

No tenía idea que Little Feat existía, Waiting for Columbus, tiene una gran reputación como disco en vivo, no es mucho mi estilo, pero estoy aprendiendo y descubro cosas; finalmente este es el trasfondo que tiene la banda, lo que anida, detrás de la guitarra salvaje de Ritchie Blackmore. Y esto reafirma y confirma que Deep Purple es la mejor banda, todo lo que tocan suena genial, es un disco muy diferente pero familiar; es su estilo y es una excelente manera de reflexionar sobre el pasado, al fin y al cabo somos lo que escuchamos, Spotify, refleja más que cualquier otra red social, lo que somos en verdad. Dime lo que eres, muéstrame tu playlist; ahí se condensa todo, cuáles son las canciones que más escuchas, en qué géneros te enfocas, dónde concentras tu atención; voyerismo diario.  

The Yardbirds definió una era, sigue siendo pop, medio psicodélico, pero tiene cierta crudeza, me gusta el sonido de las guitarras, es una de esas bandas esenciales para comprender los pormenores del rock, pero tampoco es mi estilo y al parecer, esta será la canción que saltaré de manera habitual, por lo demás yo estoy muy contento con todo esto, otra vez rebasa mis expectativas, aunque the Shapes of Things no es mi taza de leche. Y otra canción muy rara es The Battle of New Orleans, 1814, aunque es más entretenida, es una de esa canciones chistositas, es el tipo de humor que Gillan aficiona, es más una anécdota pintoresca. Si el oído no me falla, aunque lo más probable es que sea lo contrario, tengo la impresión que Glover canta el primer verso.  

Bob Seger, es otro de esos artistas legendarios que en lo personal no conozco bien; Lucifer, es un terreno familiar, blues rock de calidad; viejas aficiones y obsesiones, Airey se luce a lo largo del disco, el miembro más nuevo y dejó su huella. Quién tan solo habría imaginado o concebido tal situación; la vida es una sorpresa y después de tantos devaneos, de tantas idas y venidas, Airey al fin encontró su lugar, su banda, su momento. No tiene que imitar a nadie, tiene su propio estilo, su propio sonido y encaja con todo lo que la banda vino desarrollando todo este tiempo; ya van a ser veinte años del Bananas, el disco que me dio esperanza, renovó mi amor por la banda. En su momento, pensé que el Rapture of the Deep iba a ser el último disco, el Now What !? me tomó desprevenido. 

Cream, es una banda que sí conozco, y Ace Frehley también tiene un cover de White Room, recuerdo mi emoción al escucharla en Joker, película que vi como catorce veces en el cine. En lo personal me trae grandes recuerdos, tenía un best of the Cream, y es el tema o la rola que escuchaba sin parar; la versión de este álbum reconstituye la emoción que me provoca esta canción. Yo que estaba escéptico, lo mismo me pasó con Roadhouse Blues, tenía mis dudas y Purple me demostró que nunca es bueno dudar; no de ellos, en todo caso. No es solo el segundo aire, es el mejor momento posible. Pero sin duda la canción más interesante es la que cierra el disco, Caught in the Act, en su momento Purple tocó todas estas canciones en vivo, siempre como un preludio a Smoke on the Water, Green Onions es parte del set, es un gran momento en los conciertos. 

Es un gran momento para estar vivos, porque el tiempo presente es el mejor; la pandemia y el confinamiento ya parecen un recuerdo, nos han dejado mucha música y es lo mejor del 2021, un año extraño, casi normal, si es que normalidad hay. Aquí en casa me siento real y me cuesta asumir mis tareas cotidianas, todavía no estoy listo para volver al aula, prefiero permanecer encerrado, esa es mi realidad, mi normalidad. Me siento agradecido, un nuevo disco. 

 

   

 

Sobre George

Politólogo, melómano, escritor...

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