Connecticut, año 2013
Bueno, en realidad quizás no fue así como se creó esta banda…
Pues bien, Shadow of Intent se creó como un proyecto de estudio de deathcore melódico con toques sinfónicos entre el vocalista Ben Duerr y el guitarrista Chris Weisman, quienes se describen como nerds de Halo. La banda cuenta con tres discos de estudio, todos lanzados de manera independiente. Y quienes ante el éxito adquirido pasaron de ser un proyecto de estudio a convertirse en una banda portadora del estandarte del género, tocando en vivo con bandas como Black Dahlia Murder, Carnifex, Archspire, entre otras.
En el ámbito del deathcore, después de escuchar un EP tan impresionante y mind blowing como el … And I return to nothingness de Lorna Shore y pensar que sería difícil mejorarlo o si quiera igualarlo, el 2022 decide sorprenderme de la mejor manera brindando esta pieza de arte que no solo tiene componentes totalmente gourmet, cortesía de Francesco Ferrini de Fleshgod Apocalypse; quien se encarga de la orquestación para lo que será una exquisita degustación de sutiles sabores en diferentes tiempos. Sino que también te transporta a la simpleza y exquisitez de un asado gaucho. Estamos hablando de carne y sal, pues no se necesita nada más para disfrutar un corte bien preparado.
Es en esta intersección de sabores, colores y texturas donde se encuentra Elegy, disco que a mi parecer viene a ser sin lugar a duda uno de los mejores discos de deathcore de los últimos años, analicemos algunos de sus ingredientes: Empecemos por hacer notar que este disco casi no tiene grasa, todos los elementos aportan lo necesario en el momento justo… la batería y el bajo brillan cuando la brutalidad de la canción así lo exige, otorgando la violencia necesaria en la proporción adecuada; las guitarras son tanto virtuosas como furiosas, mezclándose y aportando melodías y riffs inquietantes para luego, de un momento a otro, tomar la punta de lanza y hacerse cargo del negocio con solos desgarradores que te ponen los pelos de punta.
Last but not least hablemos de las letras, el alma de toda canción. Es acá donde la banda da los famosos tres pasos al frente y decide cambiar totalmente la temática de sus últimos tres discos, abordando ahora temas relacionados a conflictos históricos a nivel mundial, condimentando así el disco en la medida exacta. Y aportando una oscuridad que solo este tipo de especias puede agregar.
Como chefs invitados tenemos a Phil Bozeman de Withechapel y Chuck Billy de Testament, quienes amplían las dimensiones de este banquete. Phil canta como si su vida dependiera de ello, lo que aporta ese picante necesario a la mezcla. Mientras Chuck se aparta un poco de su estilo thrasher para incursionar en sabores totalmente nuevos e innovadores.
Este banquete empieza con una canción que tiene por misión abrir el apetito… misión cumplida, Farewell es la perfecta bienvenida a este espectáculo de disco. Es un aperitivo de todo aquello que se viene. Las canciones siguientes vienen con la furia y la teatralidad que caracterizan esta obra. Sin embargo sobresalen Of Fury y Life of Exile con una melancolía que te transporta al sufrimiento propio de un conflicto bélico.
Para terminar tenemos una obra dividida en tres tiempos: Elegy I, II y III. Definitivamente la mejor manera de cerrar este banquete sin llegar a saturarte, dejándote tanto satisfecho como en la necesidad de pedir un poco más. Indiscutiblemente un game changer para el género, lo que convierte esta obra en una experiencia culinaria como ninguna otra.